Tres core¨®grafos de futuro en Montecarlo
El Forum cierra su edici¨®n veraniega con la apuesta de creadores europeos de la nueva hornada
La parte del M¨®naco Dance Forum dedicado a los nuevos talentos emergentes en el terreno de la coreograf¨ªa ha tenido su culminaci¨®n en el estreno de tres obras en la Sala Garnier, el memorial teatro donde ahora tambi¨¦n puede verse una muestra sobre los Ballets Russes de Diaghilev con ocasi¨®n del A?o Rusia-Montecarlo. Las funciones de los nuevos creadores se extienden hasta el domingo 19.
Sin escatimar en medios, con verdaderas producciones llenas de empe?o y seriedad, los Ballets de Montecarlo asumen las piezas de los que ser¨¢n los core¨®grafos del ma?ana. Estos tres son ya una realidad; llamarles debutantes no es exacto, pues Jean-Christophe Maillot, director de la agrupaci¨®n y del Forum, ha afinado la b¨²squeda para poner sus 50 bailarines y todo su aparato de producci¨®n en manos que a¨²n con cierta experiencia, est¨¢n empezando a desbrozar la senda de la creatividad, la b¨²squeda de un estilo. Los tres son de sobra conocidos en el ¨¢mbito global de la nueva creaci¨®n coreogr¨¢fica continental y norteamericana: Pontus Lidberg (Estocolmo, 1978), Natalia Horecna (Bratislava, 1976) y Jeroen Verbruggen (B¨¦lgica, 1983), en el caso de este ¨²ltimo no confundir con el futbolista del mismo nombre, cosa que ya ha sucedido m¨¢s de una vez y en m¨¢s de un medio.
Pontus Lidberg tiene un halo de creador refinado y en estado de gracia, su trabajo respira lo mismo. Formado en la escuela del Real Ballet Sueco, bail¨® siete a?os entre Estocolmo, Ginebra y G?teborg, pero su inquietud le ha llevado a emerger adem¨¢s como un cineasta de ¨¦xito, casi siempre con el tema de la danza. Su filme?The Rain (2007) ha sido visto en casi todo el planeta y premiado en multitud de festivales. Despu¨¦s, su paso como director c¨ªclico en la compa?¨ªa Morphoses en Nueva York acab¨® de lanzarlo. Cuidadoso, musical y atento a lo que marca el metr¨®nomo, deja una impresi¨®n de evidente solvencia. La pieza m¨¢s redonda e importante, la que se muestra m¨¢s serena y de oficio, es la suya. Lidberg despoja la escena, limpia las secuencias y las hace arm¨®nicas. Y esto tiene su l¨®gica probablemente en su etapa formativa, en la escol¨¢stica que lo lleva a dominar vocabulario y fraseo con elegancia.?Summer¡¯s Winter shadow es m¨¢s o menos su obra n¨²mero 40 y lo retrata como un valor real y en alza. La pieza est¨¢ basada en el desarrollo del?ensemble, con soltura sobre unos materiales dialogantes y algo evocadores, para los que la m¨²sica de Schubert se muestra ideal. Es un ballet solar cuya respiraci¨®n traza cierta melancol¨ªa. La met¨¢fora de la papiroflexia, los avioncitos de papel, adem¨¢s de ternura aporta una ligereza a¨¦rea y gr¨¢cil.
Se sale de la Sala Garnier de Montecarlo con la sensaci¨®n de que se est¨¢ pensando en el futuro de la creaci¨®n y de los relevos que se verifican en todas partes de Europa
Natalia Horecna (Bratislava, 1976) tiene m¨¢s de 20 coreograf¨ªas. Todos la recordamos de sus etapas en el Ballet de Hamburgo y en el Nederlands Dans Theater; tambi¨¦n pas¨® por el Scapino Ballet en Rotterdam, y desde 2012 se concentr¨® en su actividad de core¨®grafa?free-lance, una figura no enteramente nueva pero s¨ª hoy abundante en el panorama internacional. Su pieza?Fatastic visions predominate (Tales absurd) se basa en una acelerada acumulaci¨®n de im¨¢genes que se vuelven escenas girando en torno a un protagonista y sus fantasmas. Est¨¢ protagonizada por el madrile?o ?lvaro Prieto, bailar¨ªn en la Compa?¨ªa Nacional de Danza 2 en la etapa que la dirig¨ªa Tony Fabre, que en cierto sentido la salva, la hilvana y le da el peso teatral necesario, adem¨¢s de aportar un baile potente y dominador. Surreal a ratos, on¨ªrica y con una banda sonora que es una ensalada demasiado variopinta, Horecna no ha cuajado una obra redonda, aunque tiene valores sueltos.
Cerr¨® el programa?True and false unicorn de Jerome Verbruggen. Si cuando bailaba este belga menudo y vital ya llenaba la escena con su presencia, ahora que ha dejado las tablas definitivamente quiere hacer lo mismo a trav¨¦s de su est¨¦tica abigarrada y compleja. Verbruggen, despu¨¦s de 10 a?os bailando en Montecarlo, est¨¢ preparando su primer largo, primera creaci¨®n que durar¨¢ toda la funci¨®n y se trata de un?Cascanueces para el Ballet de la ?pera de Ginebra que se estrena en noviembre. Habr¨¢ que verlo.
True and false unicorn tiene demasiadas cosas dentro, falta desbrozar la maleza de la imaginaci¨®n y de la disponibilidad de recursos materiales. Contando una leyenda figurada atribuida a Isabel I Tudor, el ambiente isabelino se trastoca hacia un imaginario personal y oscuro. La ley de que en ballet, como en tantas otras ramas del arte, menos es m¨¢s, el belga no la tiene en cuenta y eso lastra su trabajo.
Con todo, se sale de la Sala Garnier de Montecarlo con la sensaci¨®n de que se est¨¢ pensando en el futuro de la creaci¨®n y de los relevos que se verifican en todas partes de Europa. Un panorama que balbucea hacia nuevas narrativas pero que a¨²n debe seguir en ese intenso laboratorio de experimentaci¨®n, hallazgo y selecci¨®n. Como siempre, la plantilla se mostr¨® entregada a fondo al trabajo de estos tres creadores y en dos de las piezas bail¨® la espa?ola Anjara Ballesteros.
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