La madre de todas las bandas
La Banda El Recodo de don Cruz Liz¨¢rraga ha llegado por primera vez a Espa?a. Con su ritmo norte?o, sus 17 integrantes pusieron a bailar al p¨²blico que asisti¨® la noche del domingo al Teatro Circo Price.
Los aplausos y los gritos se desatan cuando 17 entusiastas y vistosos m¨²sicos suben al escenario y una voz en off anuncia a grito pelao: ¡°?con ustedes, de M¨¦xico para el mundo, la Banda El Recodo, de don Cruz Liz¨¢rraga!¡± Enseguida comienzan a escucharse los instrumentos de viento (trompetas, clarinetes, trombones y, c¨®mo no, la tambora) que, al un¨ªsono, atrapan las almas del p¨²blico, lo mismo para sacudirlas que para acariciarlas. La banda se arranca con Me nace del coraz¨®n, su festiva versi¨®n del ¨¦xito de Juan Gabriel, y el p¨²blico canta en coro. El sonido de Sinaloa, ¡°donde se rompen las olas¡±, vibra por primera vez en Madrid y una onomatopeya domina el show: iiiuuuuuuu. Arropadas por luces juguetonas y una pantalla gigante, se oyen canciones de amor, desamor y de exaltaci¨®n de los or¨ªgenes patrios, temas que no tardan en convertirse en un torbellino de folklore mexicano.
Venimos a sembrar. Ya cosecharemos luego. A ver si el pr¨®ximo a?o volvemos, no s¨®lo a Madrid, sino a otras ciudades de Espa?a. Creemos que la m¨²sica se hizo para compartirla y nosotros, como agrupaci¨®n puntera en nuestro g¨¦nero, tenemos que hacerlo. Creemos en nuestra m¨²sica y en nuestro folklore y as¨ª estamos demostr¨¢ndolo.
Esta banda musical, que en M¨¦xico y Estados Unidos pone a bailar a miles de personas, surgi¨® hace casi 80 a?os en un peque?o pueblo de Sinaloa, cerca del puerto de Mazatl¨¢n, donde la poblaci¨®n no llega a 1.000 personas y el tiempo parece detenido. Su tradici¨®n musical, sin embargo, ha nutrido a varias de las agrupaciones del M¨¦xico actual. En 1938, Cruz Liz¨¢rraga, ahora el nombre m¨¢s famoso del pueblo El Recodo, invit¨® a varios de sus vecinos a formar una banda. Varios tocaban instrumentos prestados o de segunda mano, pero pronto su esfuerzo, generaci¨®n tras generaci¨®n, los llevar¨ªa a tener los mejores. De amenizar las fiestas de la regi¨®n, pasaron a grabar discos y a presentarse en grandes escenarios. De M¨¦xico y, luego, de Estados Unidos, pa¨ªs en el que la comunidad latina los hizo suyos al instante.
¡°Mi padre dec¨ªa que no hab¨ªa que descansar hasta que nuestra m¨²sica se escuchara por todos los ¨¢mbitos de la Tierra. Y esa es nuestra responsabilidad. Muy cabrona, pero estamos trabajando en ella¡±, me dijo con una sonrisa Alfonso Liz¨¢rraga la tarde de este domingo, horas antes de comenzar el concierto. ¡°Poncho¡±, como le dicen sus compa?eros, amigos y fans, es hijo del fundador de la banda y, por tanto, su ¡°l¨ªder natural.¡± Tiene 44 a?os de edad, 23 de ellos dentro de la agrupaci¨®n. Toca el clarinete y habla con el acento recio del norte de M¨¦xico. ¡°Bienvenido, compadrito¡±, me dijo con un fuerte apret¨®n de manos. Mientras en el escenario del Teatro Circo Price sus compa?eros y los t¨¦cnicos comenzaban la prueba de sonido, Liz¨¢rraga record¨® que en 1995 El Recodo hizo una gira por Europa e, incluso, grabaron un disco en vivo en Par¨ªs. ¡°Estuvimos en varias ciudades de Francia, luego en Italia y en Holanda, en Alemania, en B¨¦lgica¡ Pero no pasamos a Espa?a. La compa?¨ªa que nos trajo era francesa, entonces como que no ten¨ªa contactos aqu¨ª o no s¨¦. Justo hace 20 a?os fue cuando mi pap¨¢ muri¨®. De hecho, fallece cuando est¨¢bamos ac¨¢ en Europa. ?l ya no vino porque le empezaron a dar las quimioterapias, porque ten¨ªa c¨¢ncer. Entonces, al regresar a M¨¦xico est¨¢bamos muy dolidos por la p¨¦rdida. En ese momento no pensamos en continuar present¨¢ndonos en Europa porque no sab¨ªamos qu¨¦ iba a pasar con la banda. El capit¨¢n del barco ya no estaba, as¨ª que¡ Pero nos enfocamos en trabajar y el p¨²blico nos apoy¨®. En el 2000 fuimos a Alemania. Luego a Francia y de ah¨ª a Marruecos. En el 2002 fuimos a Jap¨®n y a Australia. En el 2006 a Alemania. Y en 2010 a Sud¨¢frica. Y ya¡ no hab¨ªamos salido de Am¨¦rica. Hasta hora.¡±
Alfonso Liz¨¢rraga conversaba en una terraza ubicada en un extremo del recinto. Hac¨ªa calor pero, por fortuna, corr¨ªa un viento fresco. Puso su clarinete sobre una mesa redonda y se sent¨® en una silla met¨¢lica. Dijo que sab¨ªa, de antemano, que no completar¨ªan el aforo de 1.800 personas. ¡°Nos dicen que estar¨¢n con nosotros unas 500 o 600. Pero est¨¢ bien. Es la primera vez que nos presentamos aqu¨ª. Venimos a sembrar. Ya cosecharemos luego. A ver si el pr¨®ximo a?o volvemos, no s¨®lo a Madrid, sino a otras ciudades de Espa?a. Creemos que la m¨²sica se hizo para compartirla y nosotros, como agrupaci¨®n puntera en nuestro g¨¦nero, tenemos que hacerlo. Creemos en nuestra m¨²sica y en nuestro folklore y as¨ª estamos demostr¨¢ndolo.¡±
Un d¨ªa antes anunciaron el concierto en el programa de televisi¨®n Qu¨¦ tiempo tan Feliz (Tele5). ¡°Nos dijeron que la se?ora Mar¨ªa Teresa Campos es un icono de la televisi¨®n espa?ola, y estamos muy agradecidos con el espacio que nos dio. Nos present¨® con bombo y maracas y fue como entrar a Espa?a por la puerta grande, ?por la Puerta de Alcal¨¢!¡±
Los 17 m¨²sicos de ¡°la madre de todas las bandas¡± oscilan entre los 21 y los 47 a?os de edad. ¡°?l m¨¢s jovencito entr¨® el pasado enero y el mayor hace 20 a?os¡±, puntualiz¨® el hijo del fundador, quien de paso aclar¨® que no viajan en avi¨®n privado. ¡°No tenemos. Porque nos gusta invertir en la imagen de la banda. Tenemos un autob¨²s, eso s¨ª. Pero para ir de pa¨ªs en pa¨ªs lo hacemos en vuelos comerciales. Mejor invertimos en nuestra producci¨®n, audio, video¡¡±
¡ª?Qu¨¦ es la m¨²sica de banda?
¡ªEs parte de la m¨²sica regional mexicana, basada en instrumentos de viento, pero sobre todo es un conjunto de diferentes emociones de una tierra, donde se habla de fiesta, de alegr¨ªa, de pisteadera (bebida), de amor y desamor.
¡ªUstedes nacieron en la cuna del narcotr¨¢fico (Sinaloa). ?Por qu¨¦ no han sucumbido a la tentaci¨®n de cantar narco-corridos, como otros grupos?
¡ªHemos hecho corridos. Pero no para narcos. Siempre hemos sido una agrupaci¨®n ajena a ese ambiente. Sobre todo para que no nos traiga consecuencias. Las cosas en M¨¦xico est¨¢n muy cabronas con la inseguridad y no vaya a ser¡ Nosotros le cantamos a la mujer, al amor, a la fiesta, al desamor y eso nos ha funcionado bastante. Nuestras canciones siempre llegan a los primeros lugares de popularidad. Tenemos ya seis Grammys Latinos.
¡ªEl a?o pasado encontraron muerto a uno de sus compa?eros¡
¡ªS¨ª, a Aldo Sarabia. Desafortunadamente. Fue una situaci¨®n muy triste. La esposa y su amante lo mataron. Algo muy lamentable. Fuerte. Dej¨® tres hijos. Imag¨ªnate lo que han vivido ellos: ?que la mam¨¢ le haya arrebatado la vida al pap¨¢! Aldo y yo entramos juntos a la agrupaci¨®n. Era un gran compa?ero, muy divertido. Y lo recordamos con cari?o y con respeto.
¡ªEl Recodo ha sido una cantera de cantantes. Comienzan con ustedes y luego se van dispuestos a triunfar solos.
¡ªA mi pap¨¢ no le toc¨® ver que los vocalistas sal¨ªan de la banda. Julio Preciado se fue en 1998. Pero ¨¦l, en vida, se molestaba cuando ve¨ªa en otras agrupaciones que un vocalista se iba, porque dec¨ªa que no se valoraba todo el equipo que hab¨ªa detr¨¢s de esa voz. A nosotros nos ha pasado, s¨ª, pero decimos: lo que no es para nosotros, no es.
¡ª?Cu¨¢les son las canciones que no faltan en los conciertos de la banda?
¡ªPrincipalmente El sinaloense. Se grab¨® por primera vez en 1951 y se public¨® en 1952. Otra que no falta es Mi gusto es, que tambi¨¦n viene del primer disco. No siempre se ha cantando en la banda, ?eh? Las primeras grabaciones fueron instrumentales. Y, f¨ªjate, compadrito, pensando en ello, para hoy hemos preparado Espa?a ca?¨ª al estilo El Recodo, como un homenaje a este pa¨ªs. Es un paso doble que suena en las corridas de toros, lo grabamos hace muchos a?os y ahora la retomaremos con mucho gusto.
Espa?a ca?¨ª se escuch¨® a medio concierto, mientras en la pantalla aparec¨ªan im¨¢genes de una corrida en la Plaza de de Las Ventas, enmarcadas en rojo y amarillo, los colores de la bandera espa?ola. Subieron al escenario para cantar una canci¨®n con la banda David Bustamante (¡°?Viva M¨¦xico, cabrones!¡±) y Juan Pe?a (¡°??le!¡±). Entre el p¨²blico estaba un grupo de cuatro amigos, llegados desde Navarra, donde tienen un grupo musical que se llama Los Zopilotes Txirriaos. ¡°En el norte de Espa?a es muy conocida la m¨²sica t¨ªpica de M¨¦xico. A nosotros nos encanta y, de hecho, nuestro grupo est¨¢ totalmente influenciado por ella. Cuando vimos que El Recodo estar¨ªa en Madrid, no dudamos en comprar entradas. Y aqu¨ª estamos¡±, me dijo uno de ellos. A dos butacas de distancia estaba una chica venezolana. ¡°Una amiga ten¨ªa entradas y me invit¨®. Yo no conoc¨ªa a esta banda, pero ayer vi algunos v¨ªdeos en YouTube y me llam¨® la atenci¨®n¡±, dijo emocionada. La mayor¨ªa de los asistentes eran latinoamericanos (colombianos, ecuatorianos, mexicanos) y hubo quien lleg¨® con sombrero vaquero y botas y hasta se atrevi¨® a bailar en los pasillos.
En el escenario de tonos rojos y marr¨®n, la fiesta oscilaba entre el desmadre, el cari?o y el despecho con canciones como Ac¨¢bame de matar, No me s¨¦ rajar, Tistes recuerdos, La mejor de todas, Y llegaste t¨², V¨¢monos de fiesta esta noche, Ac¨¢ entre nos, Mi coraz¨®n es tuyo, Mi vicio m¨¢s grande (titulo de su m¨¢s reciente disco)¡ hasta llegar, finalmente, a El sinaloense. Fueron dos horas de concierto, tan espectacular como alegre, en el que s¨®lo hizo falta una botella de tequila.
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