Dinero sin ruise?or
El libro recuperado de Harper Lee tiene valor hist¨®rico y es entretenido, pero se desploma
¡°Las mejores cosas de la vida son gratis, pero puedes d¨¢rselas a p¨¢jaros y abejas¡±, canturreaba Barrett Strong para Motown. ¡°El dinero no lo es todo, es cierto, pero lo que no puede conseguir no me interesa¡±. Fantaseo con gente alrededor de la octogenaria autora de Muerte de un ruise?or, canturreando esa melod¨ªa. Porque la historia que lleva dentro la publicaci¨®n de Ve y pon un centinela es cruel, divertida o triste a ratos, casi una novela.
Autora de una ¨²nica novela, escrita en 1960 y ganadora del Pulitzer al a?o siguiente. Matar a un ruise?or y el abogado Atticus, defensor de un negro acusado injustamente de la violaci¨®n de una blanca en el sur profundo, son para los estadounidenses casi iconos entregados por la mano de Dios. Aparece una supuesta novela in¨¦dita. De hecho, es el primer borrador de la otra. Un manuscrito rechazado por 10 editoriales hasta que un experimentado editor de un peque?o sello vio algo que nadie hab¨ªa visto antes. Tres a?os de reescrituras no de la novela sino de uno de los flash-backs que nos retrotrae a veinte a?os atr¨¢s, a la historia que todos conocemos, en parte gracias a la pel¨ªcula de Mulligan con un inolvidable Gregory Peck. Aqu¨ª entrar¨ªa Stephen King. La se?ora Harper Lee, una anciana deseosa de contentar a todo el mundo ¡ªhace unos a?os entreg¨® a un agente literario sin escr¨²pulos los derechos de Matar a un ruise?or que solo los tribunales permitieron recuperar¡ª y con una lucidez mental cuestionable, era protegida por su hermana mayor, Alice. Las ofertas de publicaci¨®n de ese borrador eran rechazadas por mucho dinero que se ofreciera. Alice era un hueso duro de roer. Lo l¨®gico indicaba que la naturaleza se llevase primero a Alice y as¨ª ocurri¨®, pero ¡ªy aqu¨ª entran Ethan y Joel Coen¡ª ¨¦sta muri¨® el pasado mes de noviembre a la edad de¡ 103 a?os. Pocos meses despu¨¦s Harper y su nueva abogada, Tonja Carter, exsocia de Alice, y que deb¨ªa desesperar ante cada nuevo aniversario de ¨¦sta, deciden sacar a la luz esta novela supuestamente encontrada en 2014, que despu¨¦s se supo que lo fue tres a?os antes. Un lapsus sin importancia.
Evidentemente es mejor vender tres millones de libros que de escopetas recortadas, pero m¨¢s all¨¢ del mont¨®n de dinero que se llevar¨¢ alguien (esperemos que Harper Lee y sus amigas), la operaci¨®n, aventuro, no hubiera agradado a la escritora que fue Harper Lee. El libro, como trabajo de estudio, tiene sentido y valor hist¨®rico y literario. M¨¢s a¨²n cuando llega sin editar. Como libro de consumo, no. Un buen libro como Matar a un ruise?or necesit¨® tres reescrituras y el trabajo conjunto de editor y autora para ser extraordinario. Ya puestos a saltarnos l¨ªneas rojas, es casi c¨ªnico no editar un best seller que en su ¨²ltimo tramo se desmorona dolorosamente.
El argumento es el regreso de Scout, vecina de Nueva York, a Maycomb, su peque?a localidad natal. Poco a poco ha de enfrentarse con que el recuerdo que ten¨ªa de su padre y entorno familiar no tiene nada que ver con la realidad. Una realidad que va supurando por unas heridas no cerradas respecto de los derechos de la poblaci¨®n negra y el rechazo al intervencionismo estatal. El trayecto del personaje de Atticus, de h¨¦roe divinizado a villano amigo de la supremac¨ªa blanca, es lo que dar¨¢ m¨¢s que hablar. En Estados Unidos la gente comprar¨¢ el libro, miles se rasgar¨¢n las vestiduras¡ªMatar a un ruise?or es el libro en el que conf¨ªan m¨¢s los estadounidenses despu¨¦s de la Biblia¡ª y se forzar¨¢n a olvidar Ve y pon un centinela como el Evangelio de San Nadie. Pero sin embargo ¨¦sa era la mejor baza narrativa que pod¨ªa haber utilizado Harper Lee no cincuenta y cinco a?os despu¨¦s, sino cinco, diez, quince a?os despu¨¦s de la publicaci¨®n de su obra maestra, en plenitud de su talento y su vigor competitivo. Una aut¨¦ntica catarsis social y un tour de force creativo. Y el hecho de no hacerlo fue una opci¨®n de escritor y, por tanto, fuera de discusi¨®n. De ah¨ª que el hecho de que sea ahora y de este modo, con tan poca enjundia, hace que esta publicaci¨®n sea como m¨ªnimo criticable.
Con todo, el libro tambi¨¦n tiene buenas noticias. Lee es una narradora de raza con claridad de p¨¢gina
Con todo, el libro tambi¨¦n tiene buenas noticias. Lee es una narradora de raza con claridad de p¨¢gina. El planteamiento inicial de la novela es entretenido. Escenas y personajes. La voz de la joven Jean Louise Finch, Scout, es adictiva. La influencia del adolescente salingeriano que hac¨ªa pocos a?os hab¨ªa revolucionado la literatura se hace notar, pero Scout tiene personalidad propia. Nos atrae su desenvoltura, su independencia, su arrolladora confianza en la modernidad de la nueva Am¨¦rica mientras la poblaci¨®n de Maycomb es intransigente y anticuada. Tambi¨¦n lo es Atticus, la t¨ªa Alexandra, el t¨ªo Jack y el pretendiente siempre rechazado, Hank. Aguanta bien esa primera parte aunque los flash-backs sean excesivamente cinematogr¨¢ficos. Estalla el conflicto, goloso en el fondo pero mal cocinado. Toda la comunidad es, algo as¨ª, como parte de una secta de la Supremac¨ªa, nacida como freno a las imposiciones del norte. La novela deviene casi en una narraci¨®n de The Twilight Zone sobre alien¨ªgenas que han abducido a terr¨ªcolas sure?os ¡ªno es desde?able: son los cincuenta de la Guerra Fr¨ªa¡ª, pero tiene la valent¨ªa de plantear que el conflicto racial y social es mucho m¨¢s profundo y dif¨ªcil de superar que desarmar al KKK. Pero ese arrojo se diluye en nada por la biso?ez de la escritura. Mon¨®logos largos y reiterativos de Scout con unos y otros, argumentaciones ambiguas, embrolladas, el narrador que pasa de ser objetivo a subjetivo ¡ªla escena del caf¨¦ con las amigas¡ª, un final abrupto, confuso y fallido, que hace despe?ar la novela por el precipicio sin freno posible. En fin, abstenerse p¨¢jaros y abejas.
Ve y pon un centinela. Harper Lee. Traducci¨®n de Belmonte Traductores / Anna Llisterri. Harper Collins /Edicions 62. Madrid, 2015. 271 p¨¢ginas. 19,90 euros.
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