Amy
El documental de Asif Kapadia sobre la joven cantante fallecida por sobredosis de alcohol, es una vacuna contra las fracturas de la fama
No busquen ¡°fama¡± en el diccionario. Probemos una definici¨®n que atrape los contornos m¨¢s escabrosos de un sustantivo que parece habitar en la chispa, el brillo fugaz y el espejismo, pero cuya base es tan evanescente que, bien zarandeada, te puede llevar al abismo. Como las mejores tentaciones, tiene efectos secundarios.
Lo pienso mientras zapeo entre S¨¢lvames y otros programas que han convertido la fama en pienso para un p¨²blico hambriento de grasas insaturadas: cotilleos, cuernos, amor ruidoso, gritos y acusaciones de escalera ante la gran audiencia. Zapeo entre basura, digo, y pienso en Amy, una delicatessen a la que la debilidad, pero tambi¨¦n la voracidad de quienes la rodeaban, llevaron a la tumba. Amy, el documental de Asif Kapadia sobre la joven cantante fallecida con sobredosis de alcohol, es una vacuna contra las fracturas de la fama que, cr¨¦anme, bien vale una entrada al cine.
El acoso implacable de los paparazis a una chica despeinada y tambaleante que solo se hab¨ªa atrevido a dar sentido a su vozarr¨®n agrietado; la capacidad destructiva de un marido drogadicto que, si no llevaba escrito el cartel de ¡°peligro¡± alguien deber¨ªa hab¨¦rselo puesto; la avaricia de un padre que aparec¨ªa con c¨¢maras cuando ella menos lo necesitaba o que desaconsejaba las rehabilitaciones si iban a torpedear las giras. (?Recuerdan Rehab? No, no, no... my daddy thinks I'm fine.)
Todo ello aliment¨® canciones sensacionales como ¨¦sta que a¨²n disfrutamos y bolsillos que a¨²n se enriquecen con ella, s¨ª; pero la batalla entre la fortaleza de una ni?a que ten¨ªa todo claro y la fragilidad de una mujer devorada por los artificios la gan¨® la muerte.
Fama es solo ¡°opini¨®n que las gentes tienen de algo¡±, por elegir una de las tres definiciones incoloras de la RAE. Pero nosotros ya sabemos que es tambi¨¦n la criptonita que, en mentes sin muebles o sin escr¨²pulos, puede poner en marcha a los dioses del averno. Colesterol del peor. Vayan a verlo.
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