Siete recuerdos del Sonorama
El director del festival elige siete an¨¦cdotas de estos 18 a?os
Una ma?ana. Fue el tiempo que necesit¨® Javier Ajenjo, director del Sonorama Ribera, para bucear entre los cientos de recuerdos que acumula tras 17 ediciones. Deb¨ªa elegir cinco: "No puedo, mejor un par de ellos m¨¢s", apunt¨® riendo al tel¨¦fono. "No es f¨¢cil y hay cosas que seguramente he olvidado. Es mucho tiempo". S¨ª, casi dos d¨¦cadas, y durante ellas, millones de momentos generados y guardados en la memoria no solo por el director, sino por los voluntarios, las bandas, el p¨²blico, los vecinos de Aranda de Duero... Estos son los siete de Ajenjo.
El porqu¨¦ de la plaza del Trigo
"Xoel L¨®pez y yo cumplimos a?os el mismo d¨ªa (el 12 de agosto). En 2011 cay¨® en domingo, ¨¦l ven¨ªa de viaje y para celebrar su cumplea?os y el m¨ªo subi¨® a hacer algunas canciones en el escenario de la plaza del Trigo. Sin avisar, por sorpresa. Lo vio Sidonie, Supersumarina... Y fue as¨ª como nacieron los conciertos sorpresa en la plaza".
Desde el balc¨®n
"Second toc¨® por primera vez en la quinta edici¨®n del Sonorama. En aquel entonces no ten¨ªamos para pagar hoteles a las bandas. Se alojaron en casa de Ismael y Ana, unos de los voluntarios del festival; viven encima de la plaza del Trigo. El a?o pasado, uno de esos conciertos regalo para los fans fue el de Second. Cuando los presentamos dijimos que hac¨ªa 12 a?os que una banda hab¨ªa tocado por primera vez, que eran unos chavales y que hab¨ªan dormido en una casa muy cerca de all¨ª. Hicimos que el p¨²blico se diera la vuelta, y all¨ª estaban, en el balc¨®n. Despu¨¦s bajaron y tocaron. Fue muy emocionante".
A pulso
"Durante un tiempo no ten¨ªamos ni gr¨²a para mover cosas pesadas. El primer a?o que tuvimos escenario en condiciones nos encontramos un trust de 2.000 kilos (la estructura met¨¢lica que soporta las luces). Los t¨¦cnicos dijeron 'Esto sin gr¨²a... nosotros nos vamos'. Pero eso no se pod¨ªa quedar ah¨ª, as¨ª que buscamos a 40 t¨ªos de la organizaci¨®n y lo subimos a mano".
Pretensi¨®n fallida
"Ten¨ªamos ganas de tener fuegos artificiales en el festival y en la decimoquinta edici¨®n, como no ten¨ªamos para pagar a una empresa que nos hiciera el servicio, los compramos nosotros y los pusimos sobre el tejado del recinto ferial. Alberto, el encargado de seguridad, era quien deb¨ªa lanzarlos despu¨¦s del ¨²ltimo concierto del d¨ªa. Yo ten¨ªa que hacer una se?al por el tel¨¦fono, y entonces ¨¦l empezar¨ªa a lanzarlos. A mitad de la ¨²ltima canci¨®n el cabr¨®n del tel¨¦fono se marc¨® solo y Alberto prendi¨® fuego. Fue un desastre".
Combusti¨®n espont¨¢nea
"En la segunda edici¨®n (1999), en medio de un concierto de Los Enemigos, salieron ardiendo parte de los altavoces. Imagina c¨®mo ser¨ªa la calidad del sonido. El efecto era muy bonito, pero la realidad es que estaban ardiendo".
Salto sin p¨¦rtiga
"En todos los festivales est¨¢n los t¨ªpicos saltarines de valla para intentar colarse. Un a?o, el jueves, que era el primer d¨ªa de festival, est¨¢bamos viendo a tres chavales que rondaban la valla, ah¨ª, trazando la estrategia, y les dije a dos personas de mi equipo 'estos est¨¢n para saltar, ya ver¨¦is que risas nos echamos'. Efectivamente, saltaron y se pusieron a correr. Entonces nosotros les gritamos: '?No corr¨¢is, hombre! ?Que hoy es gratis!".
De la UVI al escenario y viceversa
"An¨¦cdotas m¨¦dicas tenemos varias. Una de ellas fue con Rin??¨¦r?se, estuvieron a punto de no tocar porque la bajista estaba con una contractura fort¨ªsima. Tuvimos que buscar un fisioterapeuta un s¨¢bado casi a medianoche para que la tratara. Otra, hipermeritoria, fue con Infadels, en 2009. A uno de ellos le dio un golpe de calor, se deshidrat¨®. Les dijimos que suspend¨ªamos el concierto, que no hab¨ªa problema. Pero dijeron que no. Una UVI m¨®vil estaba a pie de escenario, lo trataron, subi¨®, toc¨®, baj¨® y del escenario fue directo al hospital".
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