En agosto, tres superventas con rostro
'Ve y pon un centinela', 'Grey', y 'Lo que no te mata te hace m¨¢s fuerte', los platos fuertes del verano lector
Hace un par de semanas, los m¨¢s proclives a escandalizarse por las tonter¨ªas que, a veces, producen los managers de los grandes grupos, se quedaron patidifusos ante una afirmaci¨®n de Brad Martin, m¨¢ximo capo de Penguin Random House Canad¨¢, seg¨²n la cual, salvo excepciones que ten¨ªan que justificarle muy bien sus editores, no le interesaban los libros de los que no pod¨ªan esperarse ventas superiores a los 100.000 d¨®lares: un ejercicio de cinismo que tiende a confundir el trabajo del editor con el de un mercachifle de feria. La verdad es que la pr¨¢ctica, t¨¢cita o expl¨ªcitamente, tambi¨¦n se ha seguido aqu¨ª: en mi ¨¦poca tuve que aguantar que alg¨²n consejero delegado (de cuyo nombre no quiero acordarme) tambi¨¦n fijara a sus empleados un l¨ªmite muy elevado de presunci¨®n de ventas antes de que apostaran por un libro. Hoy las cosas parecen haber cambiado, pero todav¨ªa hay quienes se empe?an (suelen ser los que menos contacto han tenido con el oficio de editor) en pol¨ªticas editoriales basadas en la estricta l¨®gica de la mera rentabilidad, priorizando el dudoso beneficio de hoy frente a la casi segura destrucci¨®n del cat¨¢logo hist¨®rico. Y conste que eso es una cosa y otra es estar atentos al posible best seller, uno de los pocos medios que tienen los editores para hacer caja de golpe y poder pensar en otras cosas que en el estricto d¨ªa a d¨ªa. De los tres best sellers del verano, dos ya est¨¢n en la calle. Ve y pon un centinela (Harper Collins), de Harper Lee, ya se ha convertido en Estados Unidos en el libro que m¨¢s copias impresas ha vendido en su primera semana desde El s¨ªmbolo perdido (2009), de Dan Brown; mientras tanto en Espa?a, e independientemente de las ventas (3.593 ejemplares en su primera semana, seg¨²n Nielsen), el muy aventado remake-precuela-secuela de Matar a un ruise?or, no deja de acumular cr¨ªticas y rese?as m¨¢s bien negativas. Grey (¡°s¨ª, esta es la historia que estabais pidiendo¡±, dicen los paratextos de la cubierta), la ¨²ltima entrega de E. L. James (Grijalbo, Random House) promete mucho (32.905 en su primera semana), pero su trayectoria espa?ola no empez¨® con buen pie: la edici¨®n en castellano (en torno a medio mill¨®n de ejemplares), de la que una parte se puso a la venta en Espa?a (hoy ya sustituida), ven¨ªa con la p¨¢gina 421 en blanco (nada que ver, por cierto, con la p¨¢gina negra del Tristram Shandy) ¡°por causas ajenas a la editorial¡±, lo que no deja de ser un modo de echarle la culpa a la imprenta; les recomiendo que, si poseen el ejemplar defectuoso, se lo guarden: he le¨ªdo la p¨¢gina 421 y no se pierden gran cosa (en un momento dado, Grey, que es un hortera como narrador, dice que la ¡°saborea a ella y a su lengua¡±) y, adem¨¢s, qui¨¦n sabe, el ejemplar imperfecto podr¨ªa adquirir el marchamo de rareza y cotizarse al alza en eBay. Y ya s¨®lo falta el ¨²ltimo del tr¨ªo de estrellas librescas, Lo que no te mata te hace m¨¢s fuerte (Destino, Planeta), la cuarta parte de la saga Millennium, el palimpsesto de David Lagercrantz a partir de los textos que Stieg Larsson no pudo dejar acabados cuando muri¨® (2004). La novela se pondr¨¢ a la venta en todo el mundo (s¨ª, ahora las cosas son as¨ª: con embargos, secretos, cajas fuertes, cl¨¢usulas de confidencialidad en los contratos de los traductores) el 27 agosto, cuando los ejemplares de El centinela y Grey que se llevaron a las playas ya est¨¦n llenos de arena y de manchas de refrescos. Tres grandes grupos (dos extranjeros y uno nacional) echando la casa por la ventana de la mercadotecnia. Y los tres cruzando los dedos.
Peque?os
Los ¡°expertos¡± en asuntos del libro ¡ªdando por hecho que tales personas existan¡ª aseguran que buena parte de la leve recuperaci¨®n del sector es atribuible al incremento de las ventas en el apartado ¡°Y¡± del c¨®digo de materias del sistema IBIC (International Book Industry Categories), que es por el que se rige Dilve, la base de datos de libros de la que se nutren, tanto el ISBN, como la muy mejorable p¨¢gina ¡°todostuslibros.com¡±. Esa ¡°Y¡± engloba, en una especie de injustificado totum revolutum, los libros infantiles, juveniles y ¡°did¨¢cticos¡±, es decir, los libros de texto. Sea como fuere, lo cierto es que en los ¨²ltimos ejercicios la producci¨®n de libros para los m¨¢s peque?os ha superado la de libros de ficci¨®n para adultos, durante a?os en cabeza. Cada vez hay m¨¢s libros para ni?os y j¨®venes, y cada vez est¨¢n mejor editados. Entre los ¨²ltimos que he recibido, me he fijado especialmente, dentro de la recuperaci¨®n de la obra de Maurice Sendak (1928-2012) que viene haciendo Kalandraka, en la reedici¨®n de Chancho-Pancho, que es como Miguel Azaola tradujo en su momento el original Bumble Ardy). El ¨¢lbum, adecuado para ni?os y ni?as a partir de cuatro o cinco a?os, cuenta la desmadrada (Sendak es inimitable en el disparate) fiesta de cumplea?os del cerdito protagonista, una aut¨¦ntica y divertida org¨ªa porcina; todo ello utilizando elementos extra¨ªdos de la est¨¦tica del c¨®mic, y una tipograf¨ªa decididamente audaz. Mucho m¨¢s suave, aunque tambi¨¦n para los m¨¢s peque?os, es Naricillas negras (editorial Pastel de Luna), un precioso ¨¢lbum con texto de Rury Lee y delicadas ilustraciones de Emanuele Bertossi, sobre un osito polar y su madre, y c¨®mo se las ingenian para burlar a un cazador que los distingue desde lejos por el color de su nariz. Si prefieren regalar a sus hijos un par de maravillosos cuentos ¡°de toda la vida¡± (de esos que hoy ser¨ªan pol¨ªticamente incorrectos), int¨¦ntenlo con Cenicienta y La bella durmiente (adaptados por Charles Evans), que ha publicado, con las maravillosas ilustraciones de Arthur Rackham (1869-1937), los Libros del Zorro Rojo.
Venecia
Como dice F¨¦lix de Az¨²a (l¨¦ase su estupendo art¨ªculo ¡°La agon¨ªa de una ciudad¡±, en La invenci¨®n de Ca¨ªn, Debate), ¡°escribir sobre Venecia es tan f¨¢cil que resulta casi imposible¡±. De ese ¡°teatro sobre las aguas¡± se ha escrito tanto y tantas veces que todo se antoja dicho. Ya s¨¦ que agosto no es el mejor mes para visitarla (ll¨¦vense un ambientador de bolsillo), pero si lo hacen (o si prefieren hacerlo sin moverse de su sill¨®n) no se pierdan Venecia deseada (en Antonio Machado), del gran cr¨ªtico brit¨¢nico Tony Tanner (1935-1998), una magn¨ªfica exploraci¨®n de esa ciudad ¡°de todos los deseos¡±, a trav¨¦s de los penetrantes ojos de quienes de ella se enamoraron: Byron, Ruskin, James, Hofmannsthal, Proust o Pound.
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