Siempre Frida
Nuevas exposiciones evidencian que la fascinaci¨®n por la artista no para de crecer
Antes de verla, a Frida Kahlo (1907-1954) se la o¨ªa. Carlos Fuentes recordaba el tintineo de pendientes, pulseras y abalorios que precedi¨® a la imponente llegada de la pintora una noche al palco del Palacio de Bellas Artes en M¨¦xico. Nadie quedaba indiferente al magnetismo que irradiaba la mujer del inmenso Diego Rivera, 20 a?os m¨¢s joven que ¨¦l, ¡°una mu?eca solo en lo que a tama?o se refiere¡±, como fue descrita por el fot¨®grafo Edward Weston.
Casi siete d¨¦cadas despu¨¦s de su muerte, la fascinaci¨®n en torno a Kahlo no solo no se agota, sino que crece, dejando a un lado la sombra de su marido. Centenarios, biograf¨ªas, pel¨ªculas, documentales, ¨®peras e imanes de nevera aparte, la popularidad de Frida escapa a los m¨¢rgenes de los mapas y los calendarios de efem¨¦rides: en 2015, media docena de exposiciones han celebrado distintos aspectos de su legado en Londres, Detroit, Ciudad de M¨¦xico, Fort Lauderdale y Nueva York. Este verano, las aproximaciones a Kahlo incluyen desde la exposici¨®n de un pu?ado de sus cartas a la recreaci¨®n de las plantas de su jard¨ªn, pasando por una conferencia sobre sus problemas m¨¦dicos a cargo de una reumat¨®loga.
Exposiciones
Ecos de tinta y papel. De la intimidad de Frida Kahlo. Museo Casa Estudio de Diego Rivera y Frida Kahlo; M¨¦xico DF. Hasta el mes de noviembre.
Frida Kahlo. Mirror, mirror... Throckmorton Fine Art; Nueva York. Hasta el 12 de septiembre.
Frida Kahlo. Art, Garden, Life. The New York Botanical Garden. Hasta el 1 de noviembre.
La fiebre por Frida parece alcanzar un nuevo pico. ¡°Ella mueve muchas emociones en distintos sectores: la mujer enga?ada, la discapacitada, lo aguerrido de su personalidad a pesar de sus problemas f¨ªsicos o su lucha pol¨ªtica. Y, adem¨¢s, todos nos volvemos confidentes de su vida a trav¨¦s de su obra¡±, explica por tel¨¦fono la fot¨®grafa Cristina Kahlo, sobrina nieta de la artista y comisaria de la exposici¨®n Ecos de tinta y papel. La intimidad de Frida Kahlo. Hasta noviembre, esta muestra re¨²ne correspondencia y fotograf¨ªas en el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo de M¨¦xico.
En esas cartas dirigidas, entre otros, a su querido doctorcito, Leo Eloesser, queda patente el dolor f¨ªsico que marc¨® la vida de Kahlo; tambi¨¦n la profunda amistad que la uni¨® a la actriz Dolores del R¨ªo o al arquitecto Juan O¡¯Gorman. Kahlo lleg¨® a someterse a 30 operaciones y, tras una intervenci¨®n de columna, su hermana Matilde describe al m¨¦dico c¨®mo le fijaron las v¨¦rtebras con hueso y el calvario que padeci¨®. Escribe que el dolor no pudo ser paliado con morfina, pues no la toleraba.
Maestra de la autoexposici¨®n ¡ªretrat¨¢ndose obsesivamente en sus lienzos¡ª y, parad¨®jicamente, del ocultamiento ¡ªcamuflando bajo las folcl¨®ricas faldas las secuelas de la polio que padeci¨® de peque?a y del terrible accidente que sufri¨® m¨¢s adelante al quedar atrapada en el choque entre un autob¨²s y un tranv¨ªa¡ª, Kahlo fue carne de objetivo durante toda su vida. Cuando muri¨®, se encontraron en su casa cerca de 4.000 fotograf¨ªas cuidadosamente archivadas.
Antes del boom de los paparazi o de la explosi¨®n de los selfies, la ic¨®nica imagen que proyectaba Kahlo resultaba irresistible. La lista de fot¨®grafos que la retrataron arranca con su padre Wilhem Kahlo, e incluye desde Cartier-Bresson hasta Ansel Adams. ¡°Es excepcional c¨®mo encontr¨® la manera de evocar distintas facetas de s¨ª misma ante cada objetivo. Reflejaba lo que cada uno quer¨ªa ver¡±, apunta el catedr¨¢tico Salomon Grimberg, autor del texto que acompa?a el cat¨¢logo de Frida Kahlo. Mirror, mirror..., la exposici¨®n de la galer¨ªa neoyorquina Throckmorton que, hasta el 12 de septiembre, re¨²ne medio centenar de instant¨¢neas originales de Kahlo captadas por Dora Maar, Nickolas Muray, o Lucienne Bloch, entre otros. Grimberg sostiene que la fotograf¨ªa fue la entrada de Frida en el mundo de la est¨¦tica, y se detiene en las im¨¢genes que Lola ?lvarez Bravo sac¨® de la pintora en distintos espejos: ¡°Es como si el reflejo fuese el propio sujeto. Muestran su lucha por mantener su sentido del yo¡±.
El objetivo de Gis¨¦le Freund
Alumna de Theodor Adorno, amiga de Walter Benjamin y miembro de la agencia Magnum, Gis¨¦le Freund tuvo un privilegiado acceso al entorno de Rivera y Kahlo. Su trabajo se ha mostrado en el Museo de Arte Moderno de M¨¦xico en julio, y alguna de sus im¨¢genes se incluyen en la muestra de la galer¨ªa Throckmorton de Nueva York, pero es en el libro Frida Kahlo: The Gis¨¦le Freund photographs (Abrams & Chronicle Books, 2015) donde mejor se aprecia su conexi¨®n con la pareja de artistas. "Muchas de sus fotos son bodegones de la casa, una especie de retratos de ambiente donde se destila algo genuino", explica por tel¨¦fono Lorraine Audric, especialista en Freund y autora del ep¨ªlogo del libro. "Son im¨¢genes que no ofrecen respuestas, sino que plantean preguntas, que muestran el arte vern¨¢culo, la magia que les rodeaba". Y la cosmopolita Freund cay¨® rendida ante aquello. Como escribi¨® la fot¨®grafa en un perfil para una revista que se incluye en el libro, Frida "fuma, se r¨ªe, habla con una voz melodiosa y c¨¢lida. Toda su personalidad irradia una inteligencia viva, una profunda humanidad y una exuberante vitalidad. Odia todo lo esnob, cualquier cosa falsa, convencional o afectada".
Su identidad cal¨® ¡ªo quiz¨¢ tambi¨¦n se construy¨®¡ª en un estilo que rebas¨® el lienzo y cuaj¨® en un rico mundo est¨¦tico y simb¨®lico. Ah¨ª est¨¢ su vistoso armario (fotografiado al detalle por la japonesa Miyako Ishiuchi, cuyas im¨¢genes se mostraron este a?o en Londres), claro, pero tambi¨¦n su jard¨ªn. Y es precisamente este decorado bot¨¢nico lo que recrea Frida Kahlo, Art, Garden, Life. Esta exposici¨®n del Jard¨ªn Bot¨¢nico de Nueva York es la primera que se ha centrado en la importancia simb¨®lica que ten¨ªan las plantas en el arte de la autora. ¡°Esta faceta de su creatividad muestra la inteligencia profunda de la artista, su di¨¢logo con ideas muy complejas como la cosmovisi¨®n de las culturas prehisp¨¢nicas, y el discurso del mestizaje no solo en M¨¦xico, sino en el mundo de los a?os cuarenta y cincuenta, y, sobre todo, su amor por M¨¦xico y por la naturaleza¡±, explica la comisaria Adriana Zavala. Junto a la reconstrucci¨®n de una parte del jard¨ªn de la Casa Azul de Kahlo, se han reunido una veintena de cuadros y obras sobre papel ¡ªprocedentes en su mayor parte de colecciones privadas¡ª en las que las plantas juegan un papel esencial. ¡°La popularidad de Frida muchas veces tapa su arte y por eso nuestro enfoque no es biogr¨¢fico¡±, recalca Zavala. ¡°Pero, s¨ª creo que fue una mujer indomable y eso es muy atractivo hoy. Tambi¨¦n su pol¨ªtica¡±.
En este aspecto reivindicativo y luchador se centraba el Detroit Institute of Art, donde hasta julio se ha podido ver una exposici¨®n (con cerca de 180.000 visitantes) en torno a la estancia y el trabajo de Frida y Diego. En Detroit dej¨® Rivera algunos de sus monumentales murales y ella pint¨® Henry Ford Hospital tras su aborto. Tambi¨¦n esta primavera la muestra Kahlo, Rivera and the Mexican Modern Art exploraba las conexiones de toda una generaci¨®n en el NSU Museum de Fort Lauderdale de Florida. Ya dec¨ªa Frida en una carta a su madre en 1930 desde San Francisco que ¡°a las gringas las gusto mucho¡±. Pues no solo a ellas.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.