La cr¨ªtica musical como acto reflexivo
Juan Puchades publica una colecci¨®n de art¨ªculos que analizan el estado del pop
Hace 17 a?os, Juan Puchades (Valencia, 1965) puso en marcha una revista que fue decisiva para la divulgaci¨®n de la m¨²sica hecha en nuestro idioma y tambi¨¦n para la reivindicaci¨®n de otros artistas ¡ª italianos, franceses¡¡ª culturalmente relegados en Espa?a en favor de los omnipresentes anglosajones. Efe Eme, ¡ªque lleva algunos a?os reconvertida en diario digital¡ª traz¨® una nueva v¨ªa para el periodismo musical espa?ol. ¡°Naci¨® a finales de los noventa en un momento de explosi¨®n de rock latino y de artistas espa?oles muy populares que no ten¨ªan cabida en las revistas especializadas¡±, cuenta su creador.
En 2011, cuando la cabecera ya viv¨ªa su etapa virtual, Puchades, colaborador de Babelia, suplemento cultural de EL PA?S, comenz¨® a firmar El oro y el fango, columna de opini¨®n desde la que ha reflexionado sobre diversos temas ligados a la m¨²sica, creando textos como mensajes en una botella, lanzados al oc¨¦ano virtual. ¡°Ya que es una columna de opini¨®n, lo mejor es, precisamente, opinar, reflejando lo que sientes y piensas en ese momento. Algo que posteriormente puede provocarte cierto sonrojo pero esa es parte de la gracia: dejarte llevar mientras escribes¡±. Dichos art¨ªculos han hecho un proceso inverso al habitual y recientemente se han recopilado en un libro.
Como art¨ªculos de opini¨®n que son, se caracterizan por una visi¨®n personal a la vez que anal¨ªtica, lo cual hace que en ocasiones acaben hablando de temas universales. Tambi¨¦n van dirigidos a quienes no temen enfrentarse a textos largos. ¡°En estos momentos, parece que el lector en internet solo lee titulares. De hecho, ¨²ltimamente pienso que podr¨ªamos convertirnos en redactores de buenos titulares y obviar el cuerpo de la noticia, muchos no lo echar¨ªan de menos. Yo escribo en un medio especializado con lectores que buscan una determinada manera de ofrecer la informaci¨®n. Intento dirigirme a ellos, sin limitarme en la extensi¨®n, asumiendo que puede haber lectores que huyan despavoridos. No son buenos tiempos para la reflexi¨®n e internet no parece el lugar m¨¢s adecuado para desarrollarla¡±.
Ese tr¨¢nsito de lo virtual a lo f¨ªsico que ha sufrido El oro y el fango forma parte de un proceso que tambi¨¦n afecta a Efe Eme. Hace casi un a?o, y paralelamente a su versi¨®n digital, regres¨® a la dimensi¨®n de lo tangible, convertida en la publicaci¨®n trimestral Cuadernos Efe Eme, disponible ¨²nicamente a trav¨¦s de la web de efeeme.com. ¡°Aportamos una visi¨®n m¨¢s relajada de la escritura musical, alej¨¢ndonos de la actualidad y centr¨¢ndonos en el an¨¢lisis y el redescubrimiento de la historia de la m¨²sica popular. Es un modelo in¨¦dito en la prensa especializada espa?ola, por tanto arriesgado y minoritario. Son tiempos estos de reinventarse y probar nuevas f¨®rmulas¡±.
El libro de El oro y el fango, al igual que otros vol¨²menes monogr¨¢ficos publicados recientemente por la editorial, como El muelle de la bah¨ªa. Una historia del soul o Rock&R¨ªos. Lo hicieron porque no sab¨ªan que era imposible, es fruto de esa reformulaci¨®n editorial, y tambi¨¦n exponente de esa manera de entender y plantear el periodismo musical. ¡°Uno de los dramas del trasvase del papel a internet para los medios especializados es que con la gratuidad el medio deja de ser especializado porque el lector que accede a ¨¦l quiz¨¢ tampoco lo sea. Y eso, me parece, te obliga a pensar y escribir de otro modo, cambiando los recursos narrativos e informativos, pues nos dirigimos a un abanico de lectores m¨¢s amplio¡±. El libro de Puchades refleja esa b¨²squeda a trav¨¦s de una colecci¨®n de opiniones convertidas en historias que nos recuerdan, tal como dice la letra de Ariel Rot de la que sali¨® su t¨ªtulo, que el oro y el fango son el precio que se paga por poder ser uno mismo.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.