1919: Gerardo Diego acierta
En las primeras d¨¦cadas del siglo XX, el poeta santanderino se convirti¨® en el gran detector de tendencias de la generaci¨®n del 27 y en su principal promotor y ant¨®logo
Hay escritores que tienen el sentido de la oportunidad de su obra: la intuici¨®n del acierto necesario. Marinetti no escribi¨® nada que mejorara sus manifiestos del futurismo o el dise?o de su propia personalidad. Jean Cocteau public¨® obras de primera magnitud pero, de a?adidura, tuvo la previa certeza de qu¨¦ ten¨ªa que escribir. Gerardo Diego, tambi¨¦n¡ Capt¨® al vuelo lo que circulaba, indefinido y enigm¨¢tico, a su alrededor y fue un poeta polimorfo y un inventor de iniciativas que marcaron su destino literario y el de muchos otros: promovi¨® el centenario de G¨®ngora en 1927 y supo que gustar o no del poeta barroco era un parteaguas necesario en la literatura espa?ola del momento; cinco a?os despu¨¦s, en 1932, la compilaci¨®n de Poes¨ªa espa?ola. Antolog¨ªa, 1915-1931 pas¨® lista a los que verdaderamente estaban, dej¨® m¨¢s de un agraviado por el camino y estableci¨®, en la reedici¨®n de 1934, los antecedentes respetables (desde Dar¨ªo, Unamuno y Valle-Incl¨¢n a la promoci¨®n de transici¨®n posmodernista) del esplendor de los a?os veinte y treinta.
En 1919, el jovenc¨ªsimo Diego hab¨ªa fracasado en las oposiciones a catedr¨¢tico de instituto (obtuvo plaza al a?o siguiente), conoci¨® a los ultra¨ªstas que se reun¨ªan en el madrile?o caf¨¦ Colonial y comenz¨® enseguida a escribir poemas en esa l¨ªnea (algunos los ley¨® en el Ateneo de Santander, en mayo, a la vez que interpretaba unos Nocturnos de Chopin).
En noviembre de ese mismo a?o y en el mismo lugar, expuso su conferencia ¡®La poes¨ªa nueva¡¯, que inclu¨ªa sus reflexiones sobre el caso y la lectura de una amplia selecci¨®n de poemas, todos sacados de las revistas del momento (Cervantes, Grecia¡). Al mes siguiente, su amigo Juan Larrea le llev¨® al Ateneo de Bilbao a impartir la misma charla. La escandalera que ¡®La nueva poes¨ªa¡¯ movi¨® en Santander fue sonada y salieron a relucir, c¨®mo no, los nombres sacrosantos de Pereda, Men¨¦ndez Pelayo, Am¨®s de Escalante y hasta Ricardo Le¨®n, presuntamente ofendidos por aquel jovenzano; en el Bilbao de la revista Hermes y del grupo po¨¦tico de Ram¨®n de Basterra, la acogida fue mucho mejor.
¡®La poes¨ªa nueva¡¯ es un texto ingenuo y entusiasta. El ambicioso inicio sobre constantes est¨¦ticas es descorazonador pero todo cambia cuando Diego afirma que la guerra del 14 ha tra¨ªdo ¡°la simultaneidad de las m¨¢s opuestas tendencias¡±, fraguada ¡°en la Babel de las trincheras¡± de la que brot¨® una ¡°greguer¨ªa disonante y pintoresca de gritos y voluntades¡±. Los ¡°¨²ltimos cl¨¢sicos¡± ¨Cque son, nada menos, que Whitman, D¡¯Annunzio, Tagore, Maragall, Dar¨ªo, Amado Nervo y Juan Ram¨®n, entre otros¡ª ya han cumplido su obra: ahora, ¡°salud¨¦mosla respetuosamente¡±. Lo nuevo empez¨® con la arribada del futurismo y con el ¡°humorismo entre retoz¨®n y arbitrario¡± de Apollinaire. Y pronto confluyeron todas las artes por el mismo camino de creaci¨®n pura: Ravel o Satie en la m¨²sica, los cubistas en la pintura. Y ha llegado, al fin, el movimiento Dad¨¢ que ha sido la primera ¡°exaltaci¨®n de la imagen¡±, libre, aut¨®noma, arbitraria, con un prop¨®sito ¡°que hoy denominariamos bolchevique¡±.
Entre nosotros, Ram¨®n G¨®mez de la Serna y Rafael Cansinos Assens han propiciado todo lo nuevo; al poco, la llegada a Europa del poeta chileno Vicente Huidobro ha implantado el ¡°creacionismo¡±: para ¨¦l, la ¡°imagen es la c¨¦lula del organismo vivo que aspira a ser el poema creacionista¡±.
Debemos la transcripci¨®n de este importante texto ¡ªcuya existencia se conoc¨ªa hace mucho¡ª a Elena Diego, hija del poeta y alma de la activa Fundaci¨®n que vela por su memoria, y a Juan Manuel D¨ªaz de Guere?u, que ha escrito la presentaci¨®n, lo ha anotado con precisi¨®n y ha exhumado los textos de la pol¨¦mica local a la que arriba se ha aludido. Incluso un poeta notable como Jos¨¦ del R¨ªo S¨¢inz (que luego estar¨ªa en la antolog¨ªa de Diego en 1934) no quiso faltar al coro de la cuchufletas monta?esas.
La poes¨ªa nueva (La conferencia y la pol¨¦mica, 1919). Gerardo Diego. Edici¨®n de Juan Manuel D¨ªaz de Guere?u. Fundaci¨®n Gerardo Diego-Publicaciones de la Residencia de Estudiantes. Madrid, 2015. 190 p¨¢ginas. 18 euros.
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