La estrella nacida de la contundencia
La actriz Ad¨¨le Haenel estrena ¡®Les combattants¡¯, un drama con el que gan¨® el C¨¦sar
Ad¨¨le Haenel es dura. Ha sabido llevar la vida en los rodajes desde que con 13 a?os, en 2002, protagonizara Los diablos. Ahora, a los 26, ha creado una coraza a su alrededor. Tiene una belleza extra?a para el cine, m¨¢s a¨²n para el franc¨¦s, habituado a otros f¨ªsicos. Tiene tambi¨¦n dos C¨¦sars ¨Ca mejor actriz por la pel¨ªcula que ahora estrena, Les combattants, y mejor secundaria, por Suzanne- y fue candidata a otros dos. Tiene, y tuvo, mucho coraje, al dedicar en 2014 el galard¨®n de Suzanne a su pareja, la directora C¨¦line Sciamma (Girlhood), que le hab¨ªa dado su primer gran papel en Water lilies (2007). Mezcl¨® vida p¨²blica y privada, y sali¨® indemne, fortalecida, de una ceremonia que en realidad estaba mcine arcada por otras Ad¨¨les, La vida de Ad¨¨le y su protagonista, Ad¨¨le Exarchopoulos.
As¨ª que solo alguien como Haenel pod¨ªa sacar adelante un personaje como el de la protagonista de Les combattants, una chica obsesionada con formar parte de los cuerpos de ¨¦lite del ej¨¦rcito franc¨¦s, y que arrastra en su camino a un joven carpintero, enamorado hasta las cejas de ella. Su director, Thomas Cailley, que ha debutado con esta soberbia pel¨ªcula, asegura que cuando la vio entrar en la prueba, ¡°con esa forma de andar especial, y su comportamiento, opuesto al del resto de las actrices¡±, supo que all¨ª estaba su int¨¦rprete. En Francia Haenel es una estrella, y uno lo entiende perfectamente cuando se pone delante de su mirada, fiera y curiosa. ¡°No s¨¦ hasta qu¨¦ punto el personaje lo he basado en m¨ª, pero tuve muy cuenta lo que me dijo Thomas: ¡®Divi¨¦rtete¡¯. Y como espectadora mi primera relaci¨®n con las im¨¢genes fueron los dibujos animados de Tex Avery, as¨ª que acerqu¨¦ mi personaje a esos movimientos: us¨¦ mi cuerpo de una manera exagerada, casi sobreactuada¡±. Haenel para, sorbe caf¨¦ y entra a deg¨¹ello: ¡°Por otro lado, estaba un poco cansada de lo que parec¨ªa que el cine franc¨¦s demandaba de mi carrera, de c¨®mo debe comportarse una actriz. Estaba harta, en realidad. As¨ª que buscaba un pu?etazo en la cara, y lo encontr¨¦ en este proyecto¡±.
Les combattants hace que Haenel corra, nade, pelee, que su Madeleine, siempre brusca, prefiera sobrevivir antes que amar, en contraposici¨®n a Arnaud, un chico que se toma la vida con cierta parsimonia seg¨²n le va llegando. ¡°Conozco varias chicas cercanas al car¨¢cter de Madeleine. Pero se ven pocas as¨ª en el cine actual, ?verdad? Habl¨¦ con Thomas lo suficiente para entenderla, aunque me dio cierta libertad. A veces hablar demasiado no lleva a ninguna parte, tienes que probar ante la c¨¢mara y as¨ª crear en prueba error tu personaje. Normalmente prefiero probar antes que charlar¡±.
La pel¨ªcula es m¨¢s que un drama amoroso marcado por las teor¨ªas apocal¨ªpticas que asuelan la vida actual, es tambi¨¦n una sutil disecci¨®n de la Francia de hoy en d¨ªa, y de qu¨¦ rol se da a las mujeres y cu¨¢l a los hombres. ¡°En la ficci¨®n podr¨ªamos pensar que Madeleine se comporta de forma¡ hombruna. Falso, porque la pel¨ªcula va m¨¢s lejos, y falso tambi¨¦n para la realidad, repleta de m¨¢s matices que lo que suele aparecer en pantalla. Creo en un arte que no proteja a la sociedad, sino que refleje c¨®mo es, que no dulcifique lo mostrado. La primera vez que le¨ª el guion me hizo re¨ªr. La segunda entend¨ª que bajo ese humor estaba lleno de ideas intrigantes e interesantes. Quiero seguir probando por ah¨ª¡±. Y por eso, despu¨¦s ha trabajado con Andr¨¦ T¨¦chin¨¦ y Guy Maddin, pesos pesados del cine autoral. ¡°Sigo en la lucha, en que el cine franc¨¦s se abra, en que nuevos creadores lleguen m¨¢s lejos con sus historias, que no nos quedemos con t¨®picos y guiones simples, que contribuyamos a cuestionarnos qui¨¦nes somos y qu¨¦ queremos. Los h¨¦roes pueden surgir de la clase media, o sus poderes nacer de la educaci¨®n, y no volar o proceder de otro planeta. As¨ª no es la vida real¡±.
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