Edward Norton reflexiona sobre el oficio de actor

Lleg¨® rodeado de una nube de agentes de seguridad y un par de imponentes guardaespaldas importados especialmente desde Estados Unidos. En cualquier caso, qued¨® muy claro a todos los presentes que nos encontr¨¢bamos ante una estrella de Hollywood. Una de las de verdad.

Edward Norton se prest¨® algo desganado al juego de las preguntas y respuestas con el cr¨ªtico cinematogr¨¢fico de Indiewire Eric Kohn. Sin afeitar y vestido con vaqueros y una camisa azul clara, el protagonista de American History X dio un repaso a su carrera y habl¨® de su amistad con Marlon Brando y Robert de Niro, su trabajo con Woody Allen o David Fincher, la esencia del oficio de actor o el futuro del s¨¦ptimo arte y las nuevas tecnolog¨ªas.

La noche anterior, el actor americano recib¨ªa en la Piazza Grande el aplauso del p¨²blico y el premio al conjunto de su carrera, pagado por una conocida marca de champagne. La ceremonia tuvo algo de surrealista, con un Edward Norton que daba la impresi¨®n de preferir estar en otra parte y que solt¨® perlas como la siguiente: ¡°Agradezco a los patrocinadores por pagarme estas vacaciones en Locarno¡±. Acto seguido, parti¨® del escenario como una exhalaci¨®n. Privilegios del estrellato intergal¨¢ctico.

Horas m¨¢s tarde volvimos a encontrar al protagonista de Everyone says I love you en la exclusiva fiesta de inauguraci¨®n de la 68 edici¨®n del Festival de Locarno, en una villa a orillas del Lago Maggiore. Acompa?ado de su pareja y su eterna nube de guardaespaldas no parec¨ªa muy dado a las relaciones sociales, aunque en la fiesta se encontraban celebridades como el inquietante Udo Kier o la estrella francesa Clotilde Courau, entre otros invitados del festival suizo.

Pero volviendo a la clase magistral, Norton comenz¨® teniendo una bronca con un fot¨®grafo al que pr¨¢cticamente empuj¨® fuera de su camino diciendo: ¡°Al¨¦jate de m¨ª. Si no eres capaz de hacer una buena foto en dos tomas con la tecnolog¨ªa de hoy, quiere decir que te has equivocado de oficio¡±. Acto seguido, comenz¨® a hablar de sus influencias y de sus recuerdos de Roma, ciudad abierta, de Rossellini, de la influencia de su madre, profesora de literatura inglesa, y de su temprano inter¨¦s en Woody Allen. Parafraseando a Coppola, record¨® que, ¡°lo mejor de hacer cine es colaborar con gente¡­pero lo peor de hacer cine es colaborar con gente¡±.

Edward Norton destac¨® la importancia de los ensayos (¡°Todos los grandes directores que conozco ensayan mucho. Ninguno improvisa¡±) y tambi¨¦n de conocer en profundidad la obra de un realizador antes de trabajar con ¨¦l. ¡°Me parece impensable trabajar con alguien si no entiendo su ritmo, su forma de ver las cosas¡±. Y puso como ejemplo su inter¨¦s en la obra de Spike Lee o Alejandro Gonz¨¢lez I?arritu. De hecho, Norton tuvo uno de sus raros momentos de honesto entusiasmo al hablar del realizador mexicano y Javier Bardem. ¡°Lo que han hecho en Biutiful me pareci¨® impresionante, dif¨ªcil de entender a pesar de mis a?os de experiencia como actor. Fue entonces cuando me puse en contacto con Alejandro y me puse a su disposici¨®n para cualquier proyecto que quisiera hacer¡±. Es as¨ª como nacer¨ªa Birdman.

¡°Alejandro es tan espa?ol, tan melodram¨¢tico. Y ya s¨¦ que es mexicano, no hace falta que me lo aclaren¡±, dijo entre risas. ¡°Pero me fascina su lado latino. Es un hombre de gran humor, de gran calidez. Su cine y su visi¨®n del mundo no tienen mucho que ver con c¨®mo es ¨¦l en su vida real¡±.

Norton reivindica huir del an¨¢lisis y dar rienda suelta al inconsciente. ¡°Como un piloto de carreras. Schumacher analiza cada metro de la pista y lo sabe todo de su coche, pero en el momento de conducir se deja llevar. Un actor es similar. Salir de lo anal¨ªtico es positivo, para entrar en otra fase m¨¢s sensible¡±.

Respecto a su colaboraci¨®n con colosos como Marlos Brando o Robert de Niro, Norton recuerda que a veces un actor est¨¢ ¡°a la expectativa¡± de ciertos registros. Hay cosas que espera del otro, y que, si no ocurren, decepcionan. ¡°Y eso es un error. No hay que dejarse influir por la imagen que tenemos de los actores, sino por lo que est¨¢n haciendo en el preciso momento en que est¨¢n delante de nosotros, y reaccionar en consecuencia.¡±

A la hora de las conclusiones, Edward Norton considera que la revoluci¨®n digital es positiva. ¡°La explosi¨®n de YouTube, Netflix y todo eso es genial. Est¨¢ creando oportunidades y dinamismo. Creo que cineastas como Rosselini o Fellini estar¨ªan fascinados con las posibilidades de hoy. El cine del futuro no saldr¨¢ de los estudios y las grandes corporaciones sino de estas comunidades cada vez m¨¢s interconectadas.