El funeral era una fiesta
El filme cierra la carrera de Resnais, donde el juego intelectual fue progresivamente equilibr¨¢ndose con el principio del placer

En sus dos ¨²ltimas pel¨ªculas, Alain Resnais parec¨ªa obsesionado en rodar su propio funeral, reformulado como afirmaci¨®n vitalista. Voz n¡¯avez encor¨¦ rien vu (2012) propon¨ªa una particular abolici¨®n del tiempo al mostrar c¨®mo un grupo de actores, reunidos por el deseo testamentario de un dramaturgo reci¨¦n fallecido, volv¨ªan a ser pose¨ªdos por sus personajes mientras contemplaban un nuevo montaje de la obra ¨CEurydice de Jean Anouilh- que hab¨ªan representado a?os atr¨¢s. En Amar, beber y cantar, Resnais volvi¨® al repertorio de Alan Ayckbourn ¨Cal que ya hab¨ªa adaptado en Smoking/No Smoking (1993) y Asuntos privados en lugares p¨²blicos (2006)- para construir esa sofisticada despedida que, finalmente, ha cumplido su funci¨®n de cerrar una carrera donde el juego intelectual fue progresivamente equilibr¨¢ndose con el principio del placer.
AMAR, BEBER Y CANTAR
Direcci¨®n: Alain Resnais.
Int¨¦rpretes: Sabine Az¨¦ma, Hippolyte Girardot, Sandrine Kiberlain, Andr¨¦ Dussolier, Caroline Sihol, Michel Vuillermoz, Alba Ga?a Kraghede Bellugi.
G¨¦nero: Comedia.
Francia, 2014.
Duraci¨®n: 108 minutos.
A un amante de los juegos de espejos como Resnais le sentaba como anillo al dedo una obra como Life of Riley de Ayckbourn, estrenada en 2010, pieza aparentemente ligera cuyos personajes se mueven alrededor de una figura central en fuera de campo: un enfermo de c¨¢ncer que ser¨¢ invitado a participar en la representaci¨®n teatral de una obra ¨Ctambi¨¦n exiliada al off del relato- que no es otra que Relatively Speaking, la comedia de malentendidos que, en 1965, le vali¨® el primer gran ¨¦xito al dramaturgo.
Amar, beber y cantar adapta Life of Riley subrayando su artificio, a trav¨¦s de estilizados decorados, dibujos del historietista Blutch en sustituci¨®n de planos de situaci¨®n y enf¨¢ticos apartes que descontextualizan a los actores de sus escenas. Riley, pre-difunto ausente, un vitalista condenado, es el agente provocador que desestabiliza, pero tambi¨¦n llena de energ¨ªa y sentido la vida de los espectrales amigos que le rodean. Llegada la hora del duelo, Resnais prefiere que quienes se quedan aprendan, precisamente, a amar, beber y cantar. A vivir, en suma.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.