A los que dudan
Tiene la feliz idea de colocar el arquetipo de la inmadura ang¨¦lica a la deriva en un inestable contexto de comedia del patetismo
¡°Amo a la gente que duda / La gente que escucha demasiado / El batir de su coraz¨®n / Me gusta la gente que habla / Y que se contradice¡± cantaba Anne Sylvestre en su tema Les gents qui doutent, grabado en 1977. La canci¨®n es interpretada por la protagonista de Las sillas musicales frente a un grupo de alumnos que no muestra demasiado apego a la tradici¨®n de la chanson francesa. La canci¨®n de Anne Sylvestre era una declaraci¨®n de principios, que la cineasta debutante Marie Belhomme parece compartir y que bien podr¨ªa compartir tambi¨¦n su actriz principal, Isabelle Carr¨¦, que, en T¨ªmidos an¨®nimos (2010), ya hab¨ªa encarnado ese arquetipo por el que parece sentir tanta afinidad cierto cine franc¨¦s: la inmadura ang¨¦lica a la deriva, en busca de esquivos asideros sentimentales.
Las sillas musicales
Direcci¨®n: Marie Belhomme.
Int¨¦rpretes: Isabelle Carr¨¦, Arnaud Dul¨¦ry, Emmanuelle Hiron, Carmen Maura, Nina Meurisse, Laurent Quere, Philippe Rebot.
G¨¦nero: comedia. Francia, 2015.
Duraci¨®n: 83 minutos.
Las sillas musicales tiene la feliz idea de colocar ese arquetipo en un inestable contexto de comedia del patetismo: aqu¨ª hay, por ejemplo, una residencia de ancianos, comandado por una deliciosa Carmen Maura, que responde al nombre de ¡°Porca Miseria¡± y un repertorio de disfraces ¨Cde Darth Vader a un osito de peluche, pasando por una banana¨C que conspiran contra la idealizaci¨®n de la pobre Perrine, animadora de fiestas enamorada de un tipo en coma.
Babelia
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