Las bicicletas sustituyen a los esqu¨ªes
Las pistas de invierno se reinventan en verano como circuitos de descenso para ciclistas
Cuando la nieve abandona la estaci¨®n de Sierra Nevada (Granada), los deportistas cambian los esqu¨ªs por las bicicletas. Con casi tres kil¨®metros de longitud y a m¨¢s de 3.000 metros de altitud, la pista del Veleta se convierte durante la temporada de verano (de finales de junio a principios de septiembre) en un circuito de descenso para bicicletas todoterreno. Una imagen que se repite en los ¨²ltimos a?os en otras cuatro estaciones de esqu¨ª por Espa?a.
Fausto Mart¨ªn, de 30 a?os, un apasionado de las bicicletas, descubri¨® en Francia c¨®mo las pistas de esqu¨ª se convert¨ªan en verano en bike parks (instalaciones para bicicletas de monta?a). El pa¨ªs vecino fue, junto con Suiza, uno de los primeros en Europa en dar este nuevo uso a las estaciones invernales.
Mart¨ªn fue el encargado de la construcci¨®n del primer circuito de Sierra Nevada. ¡°Lo hicimos todo a mano¡±, recuerda. Para que los ciclistas puedan dejarse caer por lo que eran pistas de esqu¨ª, hace falta adecuar los caminos: limpiar las piedras, construir pasarelas y saltos de madera, moldear las curvas... La transformaci¨®n se produce en, m¨¢s o menos, un mes: desde que desaparece la nieve hasta el comienzo de la temporada de verano.
La de Sierra Nevada es una de las cinco estaciones ¡ªLa Molina, en el Pirineo catal¨¢n; Panticosa, en Huesca; Vallnord, en Andorra; y Manzaneda, en Ourense, son las otras cuatro¡ª que han decidido en la pen¨ªnsula construir bike parks para amortiguar el par¨®n del verano.
Para subir, los ciclistas cuelgan sus bicis en los remontes ¡ªpreviamente adaptados¡ª que, en invierno, trasportan a los esquiadores. Una vez arriba, comienza la emoci¨®n. Mirar hacia abajo, ver la distancia que se va a descender y notar un hormigueo en el est¨®mago supone todo uno. ¡°La sensaci¨®n de hacer la bajada con esqu¨ªs o bici es muy similar: velocidad y adrenalina¡±, afirma David L¨®pez, trabajador en las pistas granadinas.
Desde que la idea se introdujo en Espa?a, hace unos 10 a?os, la tendencia ha ido en aumento. En 2014, Sierra Nevada duplic¨® su n¨²mero de ciclistas con respecto a 2013: 3.570 frente a 1.270. ¡°Antes, en verano, esto se quedaba vac¨ªo. Desde que est¨¢ el bike park hay m¨¢s actividades en verano, como el trekking. Hay m¨¢s establecimientos abiertos y es com¨²n ver subir furgonetas con bicis¡±, explican miembros la Asociaci¨®n de Empresarios de Sierra Nevada.
Los muelles y las ruedas de las bicicletas todo terreno amortiguan los desniveles naturales de la monta?a. ¡°Pueden usarse otro tipo de bicis, pero est¨¢n menos adaptadas¡±, explica L¨®pez. Para paliar la temporalidad de sus negocios, los empresarios que trabajan en las instalaciones de invierno se han sumado tambi¨¦n a esta moda. ¡°Antes s¨®lo ofrec¨ªamos material de esqu¨ª. Ahora tenemos tambi¨¦n el equipo de descenso¡±, explica David R. P. Luj¨¢n, due?o de una tienda en la estaci¨®n. El alquiler de la bicicleta oscila entre los 45 y los 75 euros. ¡°Si pillas un paquete con la entrada, la bici y las protecciones, puede salirte por unos 100 euros¡±, a?ade.
Sierra Nevada duplic¨® em 2014 el n¨²mero de ciclistas con respecto a 2013: 3.570 frente a 1.270
V¨ªctor Tarodo, vicepresidente de la Asociaci¨®n Internacional de Mountain Bikes en Espa?a, destaca que este deporte se practica cada d¨ªa m¨¢s. De hecho, hay bike parks como el Iri Sarri en Navarra o el de Fenasosa en Alicante que no partieron de estaciones de esqu¨ª, sino que se crearon como circuitos para bicicletas de monta?a. ¡°Para lo que es Espa?a, donde estos cambios se producen siempre muy lento, ha crecido bastante¡±, destaca.
Sin embargo, el crecimiento no basta para que el descenso atraiga tanta gente como la nieve. ¡°El mill¨®n de visitantes que recibimos en invierno pasa a 30.000 en verano. En Europa hay estaciones de esqu¨ª que tienen m¨¢s p¨²blico en la temporada estival. Esto tiene que seguir creciendo para que las empresas no tengan que echar la persiana tras cinco meses de temporada¡±, concluye la asociaci¨®n empresarial de Sierra Nevada.
Babelia
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