Colombia expone el olvido

En un momento en el que la memoria se ha vuelto una obsesi¨®n para Colombia, ansiosa como anda por poner punto y aparte a un conflicto con la guerrilla de las FARC de m¨¢s de 50 a?os y siete millones de v¨ªctimas, la apuesta por lo ef¨ªmero y el olvido, la gran cr¨ªtica, por otra parte, que siempre ha recibido el pa¨ªs, marca una de las propuestas m¨¢s interesantes del momento art¨ªstico. Enfrentarse a la relaci¨®n con el pasado, a sabiendas que nunca se podr¨¢ recuperar tal como fue, es el eje sobre el que se ha construido un particular Museo Ef¨ªmero del Olvido.

¡°La memoria se convirti¨® en un recept¨¢culo de todo, como si solo fu¨¦semos a pasar a otro estado si empezamos a recoger todo. Tenemos una angustia generalizada. La intenci¨®n era dar otra dimensi¨®n a la memoria, ampliar las formas en que podemos pensarla¡±, explica una de las comisarias de la muestra, Cristina Lleras, que durante a?os trabaj¨® al frente de la curadur¨ªa del Museo Nacional. ¡°Se trata de una atenci¨®n entre olvido y recuerdo y no solo una acumulaci¨®n de testimonios que luego nadie sabe interpretar o qu¨¦ hacer con ellos. El olvido, pensado como el que necesitas para recordar, puede ser ¨²til¡±.

La muestra

Los proyectos del Sal¨®n Regional de Artistas de Zona Centro (Bogot¨¢, Boyac¨¢ y Cundinamarca) se exponen en la Universidad Nacional y en la localidad de Duitama.

La muestra se estructura por ejes como Historia como ficci¨®n, Testimonio, Traiciones a la memoria o Reescritura del pasado.

Hasta el 5 de septiembre se celebrar¨¢n en la UN el ciclo de charlas Olv¨ªdate. Conversar sobre el olvido y el ciclo documental No olvides ma?ana lo que puedes olvidar hoy, donde se estrenar¨¢ el filme La siberia

En www.ef¨ªmero.org se puede acceder a cinco proyectos exclusivos de Internet

El Museo Ef¨ªmero del Olvido abri¨® sus puertas el pasado 5 de agosto y desaparecer¨¢, al menos tal y como est¨¢ concebido, el 5 de septiembre. Hasta entonces, 46 proyectos del Sal¨®n Regional de Artistas Zona Centro, que engloba creadores, en su mayor¨ªa j¨®venes, de los departamentos de Bogot¨¢, Cundinamarca y Boyac¨¢, se muestran en la Universidad Nacional, en Bogot¨¢ y en la ciudad de Duitama, en Boyac¨¢. Cada uno de ellos plantea la relaci¨®n con el pasado y el futuro de una manera diferente, con formatos heterog¨¦neos. Mientras que algunos resultan pedag¨®gicos, con otros se tiene la sensaci¨®n de que lo mejor transcurri¨® durante el proceso de la obra.

En realidad, el museo se vuelve un tanto sospechoso porque, ?d¨®nde se encuentra? Al entrar en el campus de la Universidad Nacional, con su caracter¨ªstica forma de b¨²ho, ese gui?o eterno a la sabidur¨ªa que tan bien se percibe desde el aire, uno no es consciente de lo que puede llegar a encontrar. Apenas hay indicaciones para acceder a la muestra, el visitante deber¨¢ esforzarse para identificar las obras, distribuidas en distintos edificios del campus.

La ocupaci¨®n del espacio no es casual. La Universidad Nacional, otrora epicentro contestatario de la capital y, por ende, del pa¨ªs, es una especie de c¨¢psula del tiempo, un paseo, en cierto modo, por la historia reciente de Colombia. Los edificios datan de los a?os cincuenta, sesenta¡­ Entre ellos destaca el de Ciencias Humanas, de Rogelio Salmona, uno de los grandes exponentes de la arquitectura latinoamericana. En su plazoleta se encuentra Historias de jard¨ªn, una obra de la artista Luz ?ngela Lizarazo, dibujos en el suelo a partir del dise?o de unas rejas, elaborados con alpiste y otras semillas para p¨¢jaros, por lo que durante el transcurso de la muestra la obra se ir¨¢ distorsionando.

Adem¨¢s de instalaciones ef¨ªmeras, la muestra, estructurada a partir de siete ejes ¡ªPromesas del desarrollo, Residuos del futuro, Mitolog¨ªas de origen, testimonio, Historia como ficci¨®n, Traiciones de la memoria, Reescritura del pasado e Instante¡ª incluye reflexiones y alteraciones de la historia, como en Lenin viene, donde Andr¨¦s Caycedo, a partir de postales de su abuelo, anuncia la visita del pr¨®cer sovi¨¦tico a Bogot¨¢ el pr¨®ximo 25 de diciembre. Los pasquines de Lenin se encuentran en el recibidor de la Biblioteca, junto a la Historia Nacional del Olvido, la instalaci¨®n con la que el Grupo Nietzsche ha intervenido los libros de historia m¨¢s buscados en Colombia. ¡°El pasado raramente nos deja satisfechos; estas propuestas nos permiten preguntarnos por el pasado que queremos¡±, ha escrito Lleras junto a Mar¨ªa Soledad Garc¨ªa, la otra comisaria de la muestra.

Cuando todo se esfume el 5 de septiembre ser¨¢ imposible hacer una evaluaci¨®n emp¨ªrica de la repercusi¨®n que ha tenido. Muchas obras habr¨¢n desaparecido y resulta imposible un conteo de visitantes al tratarse de un espacio como este. Nada que preocupe a Lleras, la impulsora del proyecto. ¡°Se trata tambi¨¦n de un juego, de retar esa idea de que un museo solo puede existir si tienes un edificio gigante y te gastaste millones de d¨®lares, euros o pesos. Se trata de ver los museos desde la otra orilla, la del olvido¡±.