Nadie quer¨ªa ni a Don ni a Walter
La cadena AMC se encontr¨® de rebote con dos de las historias que han marcado la televisi¨®n contempor¨¢nea
El nacimiento de una serie no es cosa sencilla. Antes de que una cadena se atreva a dar el visto bueno definitivo, el proyecto tiene que pasar por fases, despachos y pasillos hasta que los ejecutivos se deciden a dar el s¨ª. Pueden transcurrir meses o incluso a?os hasta que una serie empieza a tomar forma. Muchas se quedan en el camino, dentro de cajones de responsables de cadenas que, por diferentes motivos, no ven claro su desarrollo. Otras siguen adelante, y todo con el riesgo de que no pasen de los dos cap¨ªtulos en antena, una pesadilla que viven muchas ficciones cada a?o en el comienzo de la temporada televisiva de los canales en abierto de Estados Unidos.
Pero a veces la vida trae sorpresas. La cadena AMC se encontr¨® de rebote con dos de las historias por cap¨ªtulos que han marcado la televisi¨®n contempor¨¢nea. Y, gracias a esas carambolas, se situ¨® en el panorama seri¨¦filo, dando dos brillantes pu?etazos en la mesa.
Matthew Weiner, creador de Mad Men, explic¨® hace tiempo c¨®mo HBO hizo caso omiso del guion del episodio piloto que les envi¨®, un texto en el que hab¨ªa estado trabajando durante siete a?os y que le hab¨ªa servido para conseguir un puesto como guionista en Los Soprano. Sin embargo, cuando trat¨® de vender a HBO la historia protagonizada por Don Draper, la cadena ni siquiera le contest¨®. AMC, especializada en la emisi¨®n de pel¨ªculas antiguas, buscaba entonces una serie que la distinguiese frente al resto de canales, sin importarle los ¨ªndices de audiencia y con la meta del Emmy en el horizonte. El mantra era la calidad y la imagen de marca por encima de todo. Y entonces lleg¨® Mad Men.
Poco despu¨¦s fue el turno de Breaking Bad. Ahora no cabe duda de que es una de las ficciones televisivas m¨¢s grandes de todos los tiempos, pero en su momento nadie parec¨ªa dispuesto a apostar por ella. El periplo de Vince Gilligan, su creador, por los canales empez¨® con TNT, donde no terminaban de ver eso de que hubiera metanfetamina de por medio. HBO ¡ªde nuevo¡ª ni siquiera se dign¨® responder tras la reuni¨®n que mantuvieron. Showtime ya emit¨ªa en ese momento Weeds, protagonizada por un ama de casa traficante de droga. La negativa de FX vino por su apuesta por otra serie para ese a?o, la ya olvidada Dirt. Sin embargo, FX hab¨ªa comprado los derechos de Breaking Bad, por lo que al descartar producirla, Gilligan hab¨ªa empezado a asumir que el proyecto estaba muerto para siempre.
Pero, cosas de la vida, apareci¨® AMC, que luch¨® por ella, lleg¨® a un acuerdo con FX y Sony y tir¨® adelante con algo que no parec¨ªa encajar en su perfil de cadena, pero que con el tiempo se convirti¨® en un hito. TNT, HBO, Showtime y FX a¨²n deben de estar maldici¨¦ndose por haber dicho no a Walter White.
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