¡®Indie¡¯, ¡®electro¡¯ y ¡®tecno¡¯: todo en uno
La segunda edici¨®n del Festival Medusa Sunbeach de Cullera ofreci¨® 90 conciertos
"?Todas las malditas manos en el aire!". Esto es un festival y aqu¨ª "se viene a gritar". La tarde del s¨¢bado en Cullera (Valencia) empez¨® a todo volumen junto a la playa. El p¨²blico gritaba incluso desde la cola de acceso al recinto, abarrotada. La gente entraba corriendo porque el que chillaba era el disc jockey estadounidense Steve Aoki, uno de los invitados principales a la segunda edici¨®n del Medusa SunBeach. Un grupo de siete amigos disfrazados de pl¨¢tano quer¨ªa marcha, y la tuvieron. Aoki la ofreci¨® con su tradicional espect¨¢culo de lanzamiento de tartas al p¨²blico y su m¨²sica electr¨®nica y comercial. Al valenciano Pablo Milan¨¦s, de 23 a?os, una de ellas le dej¨® la cara blanca, pero eso no le impidi¨® que siguiera la fiesta. Despu¨¦s vendr¨ªa el pogo (ese ritual de baile de movimientos fren¨¦ticos). All¨ª estaban los pl¨¢tanos formando un gran c¨ªrculo con el p¨²blico y saltando como locos cuando estall¨® la canci¨®n. Desde el jueves por la noche, a los festivaleros le esperaban cuatro d¨ªas de desenfreno casi sin interrupci¨®n. Electr¨®nica, indie, tecno y remember: todo en un ¨²nico espacio.
El segundo a?o del Medusa SunBeach ha ofrecido un cartel de 90 artistas durante tres d¨ªas de conciertos. Por ellos han pasado cerca de 67.000 personas, aunque la organizaci¨®n no precis¨® cuantas de ellas asistieron m¨¢s de un d¨ªa. Para el? portavoz Andreu Piqueras, la virtud del festival reside en su variedad: "Tener cuatro estilos musicales nos hace llegar a m¨¢s gente. Adem¨¢s, el escenario remember atrae a un p¨²blico m¨¢s adulto, no tan habitual de festivales". Como la valenciana Montse Navarro, de 36 a?os y madre de dos hijos, que se acerc¨® la noche del s¨¢bado con unos amigos para disfrutar de uno de los disc jockeys del ¨¢rea tecno, Rafa Siles.
La zona indie, reclamo de gafas de pasta y camisas de lunares, tuvo sus momentos estelares. El grupo Vetusta Morla fue para muchos de los presentes el mejor. El sexteto lleg¨® a Cullera como cabeza de cartel del ambiente pop-rock. Horas antes del concierto, el percusionista de la banda, Jorge Rodr¨ªguez, contaba tras un ensayo la apretada agenda del grupo. El verano de Vetusta sabe a festivales; pronto se marchar¨¢n a Latinoam¨¦rica para continuar promocionando su ¨²ltimo ¨¢lbum, que lleva por t¨ªtulo el nombre de la primera canci¨®n que tocaron, La Deriva. Despu¨¦s vinieron los juegos de luces en un directo donde triunfaron especialmente sus canciones de discos anteriores, como Los D¨ªas raros y Copenhague. Pero no todo fue Vetusta; Lori Meyers enamor¨® la noche del s¨¢bado, y la cantante Zahara, Ni?os Mutantes y Arizona Baby fueron otros de los grupos alternativos con m¨¢s afluencia.
El grupo de amigos de los pl¨¢tanos pasaba del indie a la electr¨®nica, pero tambi¨¦n valor¨® la apuesta de la organizaci¨®n por incluir a artistas locales. Guillermo Montol¨ªo apreci¨® la evoluci¨®n del Medusa con respecto a la primera edici¨®n: "Es impresionante que haya artistas que vengan del festival Tomorrowland. La apertura de Aoki fue brutal. Dimitri Vegas & Like Mike lo petaron, pero el mejor fue Diplo con su show de trap y dubstep", dijo mientras sus amigos no dejaban de hacerse fotos.
Y entre actuaci¨®n y actuaci¨®n, un acto de locura. "No hay huevos", se dec¨ªan dos amigos. Diez minutos m¨¢s tarde, los dos estaban sentados en una camilla a la espera de hacerse un piercing en uno de los stands m¨¢s curiosos. Marcos Garc¨ªa, de 40 a?os, se lo hizo en la lengua. Su compa?ero Mat¨ªas Fern¨¢ndez, de 45, se horad¨® un segundo agujero en la nariz. "Es m¨¢s barato. Nos ha costado 20 euros y fuera vale 40. Adem¨¢s, en este estado, duele menos", bromeaban con la copa en la mano.
Ruta del Bakalao
Garc¨ªa y Fern¨¢ndez pasaron dos d¨ªas del festival en la carpa de la m¨²sica remember atra¨ªdos por la m¨²sica de m¨¢quina de hace 20 a?os. "Hemos venido porque nos recuerda a la Ruta del Bakalao y han venido los cracks que tocaban en las discotecas como Chocolate, Barraca o Spook". Eran las las m¨ªticas discotecas de m¨²sica electr¨®nica de los a?os noventa del Levante valenciano. La ruta, conocida tambi¨¦n como destroy por el abuso de drogas, supon¨ªa el recorrido sin interrupci¨®n por diferentes salas de este estilo musical.
"Pero el bakalao ya no existe, sino que ha evolucionado", explic¨® el disc jockey Miguel Serna, uno de los artistas m¨¢s populares que tocaba en ese tipo de discotecas entre 1998 y 2000. El ¨¢rea remember del festival era m¨¢s que eso: "La idea es recordar estilos y ritmos antiguos que se transforman en otras versiones. La m¨²sica cambia con el tiempo y del bakalao quedan variaciones que van desde la m¨²sica m¨¢s ca?era o energ¨¦tica, al EDM o al hardcore". Por eso en el cartel de esta carpa tambi¨¦n tuvieron cabida artistas m¨¢s recientes, como DJ Marta o Javi Boss.
Con todo, del escenario remember sorprend¨ªa que estuviera lleno de gente joven. Incluso hab¨ªa dos chicos de 17 a?os que hab¨ªan tenido que entrar con la autorizaci¨®n de sus padres. Lo que les atrajo, contaban, fue la publicidad del Medusa en Facebook. Aunque viven en Cullera, la primera experiencia en un festival les llev¨® a quedarse en el camping del recinto. Quer¨ªan "sentirlo de verdad". Al borde de las cuatro de la madrugada del s¨¢bado, los chicos comentaron cansados que lo hab¨ªan pasado genial, con la pena de quienes ve¨ªan que la fiesta acababa. "Pero aguantaremos hasta el amanecer", dijo uno. La ¨²nica pega fue la tienda de campa?a: "Alguien debi¨® de caerse encima y le hizo una raja enorme, pero qu¨¦ m¨¢s da ya", bromearon con una sonrisa de resignaci¨®n.
Babelia
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