El renacer de la comedia en dos minutos

Amy Schumer es la mujer de moda de la televisi¨®n. La humorista, nominada al Emmy y con la pel¨ªcula Y de repente t¨² en cartelera, no presenta un programa de gran audiencia ni protagoniza una de las series de las que todos hablan, pero su discurso feminista le ha servido para insuflar de vida a un formato que parec¨ªa terminal: la comedia corta del sketch. La tercera temporada de Inside Amy Schumer se ha convertido en adalid contra la misoginia y la falta de paridad en el mundo del espect¨¢culo y del humor. Las risas son el arma de la cr¨ªtica.

Schumer ha pulsado en las teclas para hacer triunfar al formato. Tiene algo que decir, sabe aprovechar la estructura y logra trascender del canal de cable Comedy Central?(que tambi¨¦n lo emite en Espa?a), con influencia viral y en Hollywood. Su voz protagoniza el resurgir de la comedia en dos minutos pero hay muchas m¨¢s. El a?o que Saturday Night Live cumple 40 a?os y previo al regreso de Mr. Show?¡ªprograma de culto de David Cross (Arrested Development) y Bob Odenkirk (Better Call Saul)¡ª el humor fragmentado prosigue con su evoluci¨®n constante: "Siempre fue un formato irregular. De 10 o 12 sketches, dos son buenos. En la era de lo viral, debes enganchar desde el segundo 10, la fragmentaci¨®n es brutal?y el p¨²blico ve solo lo m¨¢s compartido. Aun as¨ª, sigue valor¨¢ndose lo transgresor e innovador. Debe renovarse al minuto", explica el guionista de Ocho apellidos vascos Borja Cobeaga.

Obama y su asesor de enfados Luther, de 'Key and Peele'. / COMEDY CENTRAL

Esta semana finaliza otro representante del g¨¦nero que deja huella. Key and Peele, protagonizado por el d¨²o afroamericano de mismo nombre, demuestra que ya no hace falta hacer re¨ªr a todos para triunfar. La televisi¨®n por cable da voz a la comedia m¨¢s segmentada y de nichos. "Lo importante es encontrar tu especializaci¨®n y tener una voz diferente", cree Cobeaga, que puso el germen de Vaya Semanita:?"Ese fue el error de adaptar el formato vasco a toda Espa?a. Quer¨ªamos ser gen¨¦ricos y lo que funcionaba eran precisamente el tema identitario, un terreno virgen". Key y Peele usaron otra estrategia para abrirse hueco: fueron los primeros en capturar la imitaci¨®n del presidente Obama, al lado de un traductor de enfados.

Tras a?os de club en club con sus escabrosos mon¨®logos, Schumer, l¨ªder de esta ola de la que forman parte?Kroll Show o Comedy Bang Bang, ha hecho del feminismo su se?a de identidad. No busca reescribir la historia del sketch pero aprovecha la libertad que le concede no tener trama ni protagonistas para transformar su programa en laboratorio del humor con hilo reivindicativo. Una vez que ha captado a su p¨²blico ¡ªmayoritariamente femenino¡ª se atrevi¨®, por ejemplo, con un episodio que recrea plano a plano 12 hombres sin piedad, para responder la pregunta del mill¨®n: ?Es Schumer sexy para la televisi¨®n?

Parodia de '12 hombres sin piedad' en 'Inside Amy Schumer'. / COMEDY CENTRAL

Desde los tiempos de los Monty Python, el sketch es lugar f¨¦rtil para experimentar. El mejor ejemplo actual es Portlandia (emitido en Espa?a en Canal+), con la que Fred Armisen y Carrie Browstein se adentran?en la progresista Portland (Oreg¨®n). "Su audiencia no exist¨ªa hace cinco a?os. Y ese mismo p¨²blico es objeto de sus bromas: la juventud burguesa hipster", apunta Adolfo Valor, antiguo guionista de Homo Zapping, uno de los programas espa?oles de sketches que huy¨® de las grandes personalidad imperantes del g¨¦nero (Martes y 13, Los Morancos o Jos¨¦ Mota). Hoy el sketch est¨¢ "hu¨¦rfano" en Espa?a. "Los mon¨®logos son m¨¢s baratos y el formato quema r¨¢pido. Hacen faltan voces j¨®venes, y ahora est¨¢n en Youtube. Solos con una c¨¢mara", se?ala.

Pero el arte del sketch se remonta al menos a los cincuenta. Your Show of Shows de Sid Caesar, deudor de las variedades, dio su primer trabajo a Mel Brooks o Woody Allen, aunque fueron los brit¨¢nicos los que desarrollaron su diversidad. Entre otras innovaciones, los Monty Python incluyeron animaci¨®n y renunciaron al final, que sustitu¨ªan por conexiones surrealistas o un pollo de pl¨¢stico. "Siempre es lo m¨¢s dif¨ªcil de escribir", apunta Cobeaga que reconoce que todas sus piezas?acaban desinfl¨¢ndose. De su humor beben tambi¨¦n los miembros de La hora chanante, que, como en el mundo anglosaj¨®n, eran tanto estrellas como guionistas, situaci¨®n poco habitual en Espa?a.

'Portlandia' pone un p¨¢jaro en todo. / IFC

All¨ª las grandes estrellas son adem¨¢s sus mejores guionistas. Despu¨¦s de una ascensi¨®n mete¨®rica con la pel¨ªcula Y de repente t¨², que escribe, Schumer probar¨¢ su talento en octubre al presentar Saturday Night Live, santo grial del formato, al que todos los c¨®micos aspiran y para el que se preparan en las diversas escuelas de improvisaci¨®n de Norteam¨¦rica. SNL, sin embargo, fracas¨® en su adaptaci¨®n espa?ola: "No entendieron que necesitaba personalidad. Quisieron hacer algo gen¨¦rico que gustara a todos. Hab¨ªa grandes actores pero no casaban. No ten¨ªan autor¨ªa de lo escrito y se notaba", explica Cobeaga. "La producci¨®n industrial europea no funciona. Ellos se reinventan cada a?o. El sketch no debe ser algo ortop¨¦dico montado por la cadena, sino algo que nace de los autores", responde Valor: "Llegu¨¦ a escribir en Madrid para actores de Euskadi. No funciona".

?Schumer Y Fey despiden a Louis-Dreyfus en su ¨²ltimo d¨ªa f****ble. / COMEDY CENTRAL

"El objetivo es transmitir con una voz personal los chistes que haces con tus amigos o en la mesa de guionistas. Es muy colaborativo y acabas contando cosas ¨ªntimas", resume Cobeaga. En caso de no saber que hacer, bromea Valor, "se puede tirar del clich¨¦ del anuncio. El sketch da libertad y es agradecido. Si uno no funciona, todav¨ªa quedan otros seis".