M¨²sculo hueco
Empieza este relato Andrea Jeftanovic, autora, entre otros, de 'Escenario de guerra' 'Geograf¨ªa de la lengua' y 'Conversaciones con Isidora Aguirre'
Entr¨¦ a la carrera de los trasplantes hace a?os y, por ahora, voy de perdedor. El primer coraz¨®n, de una ni?a de siete a?os, ten¨ªa arritmia, me tuvo con una descompensaci¨®n general en el hospital. El segundo, de un hombre cincuent¨®n, fue un fracaso, no hab¨ªa c¨®mo hacer calzar mis v¨¢lvulas delgadas con las suyas demasiado c¨®ncavas. Cuando s¨¦ de alguna muerte en el peri¨®dico me fijo en la causa y el tiempo para saber si el ¨®rgano necesitar¨¢ t¨¦cnicas de ventilaci¨®n artificial y drogas espec¨ªficas. Donde otros ven historia de amor y tristezas, yo veo un m¨²sculo hueco.
Hasta esta madrugada en la que ha sonado el busca por tercera vez. Dicen que a la tercera va la vencida. No conf¨ªo demasiado. Mi combustible est¨¢ adulterado por el alcohol y los filtros de aire ennegrecidos por el tabaco. Adem¨¢s, mi exmujer dice que con la sangre tan fr¨ªa es imposible que arranque un motor¡quiz¨¢ tenga raz¨®n. Me dispongo a salir. Suena el tel¨¦fono. Es ella. ?A las tres de la ma?ana? "Mario¡" susurra con voz rota. "Ven r¨¢pido al hospital. Nuestro hijo ha tenido un accidente".
No hubo supervivientes. Mi hijo siempre fue imprudente y temerario, por eso mi escu¨¢lido coraz¨®n siempre supo que esta noche podr¨ªa llegar. Sin embargo, del informe policial y de la autopsia de lo poco que quedo de ¨¦l, se dedujo que estaba sobrio y que no hab¨ªa tenido m¨¢s que la mala suerte de cruzarse en la carretera con Mart¨ªn, 38 a?os, ebrio, ¡°asesino¡±-gritaba Sandra entre l¨¢grimas y alaridos-, y donante de ¨®rganos. Rabia, dolor y el latido atroz e inexorable de un busca en mi bolsillo.
El monstruo que hab¨ªa segado la vida de mi hijo segu¨ªa vivo gracias al ¨®rgano que podr¨ªa salvar la m¨ªa. Conectado a ese halo ¨²ltimo que se le concede incomprensiblemente a la peor cala?a, el tal Mart¨ªn se hab¨ªa convertido en mi tabla de salvaci¨®n. Si mor¨ªa. El nombre de un m¨¦dico reson¨® por megafon¨ªa y la ¨²ltima bata blanca sali¨® corriendo de la UCI. Sandra bloque¨® la puerta antes de que se cerrase y se acerc¨® al asesino de nuestro hijo. Pude o¨ªr un ag¨®nico pitido. Luego vino el silencio.
En cuanto despert¨¦ de la anestesia sent¨ª que hab¨ªa cometido un error. Me dej¨¦ convencer y me aferr¨¦ a una vida que ya me importaba poco. Nadie quiere sobrevivir a sus hijos, pero es que yo, adem¨¢s, ni siquiera hab¨ªa estado en su entierro. Lo primero que hice al salir del hospital fue visitar su tumba. Hab¨ªa muchas flores. Ninguna m¨ªa. El coraz¨®n se descontrol¨® y parec¨ªa querer estallar. Era la evidencia de dos culpabilidades, la de Mart¨ªn y la m¨ªa. No percib¨ª a Sandra hasta que estuvo a mi lado.
Sandra me abraz¨® y rompimos a llorar, silenciosa y amargamente. Y por primera vez en a?os, volvimos a sentirnos unidos, por aquel terrible dolor. Nueve meses despu¨¦s naciste t¨², pero tu madre no pudo soportar las complicaciones del parto: "Haz que sea feliz", fueron sus ¨²ltimas palabras mientras te acunaba en su pecho. No pod¨ªa hacer otra cosa que empezar de cero: lo vend¨ª todo y nos trasladamos a Buenos Aires. As¨ª que solo nos tenemos el uno al otro, y por eso te llamas Jes¨²s, como tu hermano.
El p¨¢rrafo inicial es de la escritora Andrea Jeftanovic y los siguientes, por orden, son de: Susi Bonilla, Marina Su¨¢rez, Joaqu¨ªn Lorente, Javier Palanca y Daniel Morales.
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Cada lunes un escritor empezar¨¢ un relato que los lectores de EL PA?S pueden continuar. Ese texto a?adido se elegir¨¢ entre los enviados por los lectores y as¨ª cada d¨ªa hasta el viernes, cuando un ¨²ltimo texto cerrar¨¢ el cuento. En la edici¨®n impresa del domingo se publicar¨¢ el relato completo, con los cr¨¦ditos respectivos de cada autor. Se trata de elaborar un relato coral, un juego literario m¨¢s conocido en el argot creativo como cad¨¢ver exquisito.
Los textos de los lectores deben tener un m¨¢ximo de 500 caracteres. Los participantes deben registrarse. Las aportaciones se recibir¨¢n hasta las 13.00 (hora peninsular espa?ola) de cada d¨ªa. Entonces, la secci¨®n de Cultura elegir¨¢ tres propuestas para que los lectores de EL PA?S voten en la web la mejor continuaci¨®n del cuento. El horario de votaciones de los lectores ser¨¢ entre las 16.00 y las 19.00 (hora peninsular espa?ola). Despu¨¦s se publicar¨¢ el p¨¢rrafo m¨¢s votado en la edici¨®n digital y volver¨¢ a comenzar el per¨ªodo de env¨ªo de propuestas.
Babelia
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