La fuerza arrolladora de Basquiat
De grafitero a pintor estrella, el Guggenheim de Bilbao ofrece un repaso a la corta e intensa trayectoria del artista neoyorquino con obras cargadas de potente expresividad e ingenio
El sorprendente y lucrativo mercado del arte contempor¨¢neo encontr¨® a principios de los a?os ochenta a un joven grafitero, Jean-Michel Basquiat (1960-1988), que reun¨ªa todas las condiciones para convertirse en un rey y en un santo, como a ¨¦l le gustaba imaginarse. A los 21 a?os tuvo su primera exposici¨®n individual en la Annina Nosei Gallery de Nueva York, que le lanz¨® a la fama internacional de la noche a la ma?ana, al vender todas las obras expuestas de un joven que pas¨® de ser un perfecto desconocido a reclamar la portada de la revista dominical de The New York Times y mostrarse acompa?ando a famosos como David Bowie, Madonna o Andy Warhol, para terminar prematuramente su vida a los 27 a?os cuando se convirti¨® en un m¨¢rtir de su propio ¨¦xito, al fallecer como consecuencia de una aguada intoxicaci¨®n por drogas.
Fue un artista ecl¨¦ctico, con una capacidad asombrosa para asimilar y mezclar lo mejor del arte, la poes¨ªa y la m¨²sica que se produc¨ªa en los a?os que le toc¨® vivir
Al contrario de lo que muchos de sus ex¨¦getas proponen, Jean-Michel Basquiat no fue un innovador que abri¨® nuevos caminos para el arte, ya que su obra carece de un prop¨®sito est¨¦tico definido; el m¨¦rito que le cabe, por el contrario, es el de haber sabido comprender y resumir en su obra la mayor¨ªa de las aportaciones que surgieron en los a?os sesenta, sobre las que ¨¦l cierra la puerta, intentando que nadie tenga que volver a decir nada m¨¢s sobre ellas, y, efectivamente, despu¨¦s de su prematura muerte en 1988 el mundo del arte dio un nuevo giro y muchos de los temas pl¨¢sticos que hab¨ªan sido utilizados por Basquiat dejaron de tener inter¨¦s.
Basquiat fue un artista ecl¨¦ctico, con una capacidad asombrosa para asimilar y mezclar lo mejor del arte, la poes¨ªa y la m¨²sica que se produc¨ªa en los a?os que le toc¨® vivir. Su obra posee una fuerza innegable, cargada de expresi¨®n, vitalidad, emotividad, ingenio y desparpajo. Su escuela fue la calle, la baja cultura de su Brooklyn natal que supo ensartar con las refinadas formas del expresionismo abstracto, el arte conceptual y el povera, creando obras desinhibidas y divertidas, en unos momentos en los que las tendencias "cultas" se est¨¢n anquilosando en aburridas "academias posmodernas" y el negocio del arte intentaba superar el agotamiento de tanta modernidad est¨¦ril abriendo las puertas a j¨®venes que buscan su identidad racial y reniegan del colonialismo a trav¨¦s de unas obras que presentan con cierta violencia formal otras historias transculturales.
No fue un innovador que abri¨® nuevos caminos para el arte, su obra carece de un prop¨®sito est¨¦tico definido
Apoy¨¢ndose en el jazz y el rock, en las experiencias del textualismo conceptual de los grafiteros y en los materiales ocasionales de desecho que se encuentran por las calles, realiz¨® unas obras que son analizadas tem¨¢ticamente en esta exposici¨®n. Pero, por encima de los temas, que son siempre circunstanciales, lo que interesa del trabajo de Basquiat es su radicalidad visual basada en la fuerza pl¨¢stica de sus propuestas.
Jean-Michel Basquiat: Ahora es el momento. Museo Guggenheim. Bilbao. Hasta el 1 de noviembre.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.