Agujetas

La tarde del martes, y con el mando a distancia a modo de vara de alcald¨ªa de uno mismo, tuvo un claro triunfador: las agujetas, o si se prefiere, la mialgia diferida, ese dolor muscular de aparici¨®n tard¨ªa con diferentes explicaciones sobre su origen aunque se olvidan de las agujetas solidarias, aquellas que se producen en el sof¨¢ y ante el televisor en una tarde en la que desde la sobremesa hasta bien entrada la noche, todo es deporte.

Una tarde que comenz¨® con la cuarta etapa de la Vuelta Ciclista a Espa?a con final en Vejer de la Frontera y el triunfo de un cl¨¢sico: Alejandro Valverde. En realidad, en la Vuelta Ciclista todo es cl¨¢sico, desde los corredores hasta esos comentaristas, Perico Delgado y Carlos de Andr¨¦s, a los que vemos y o¨ªmos desde hace 16 a?os. Menos cl¨¢sico aunque m¨¢s c¨®mico fue el intento de un chiclanero de llevarse la bicicleta de Benjamin King aprovechando la confusi¨®n de la ca¨ªda de una docena de corredores.

Sigui¨® la tarde con el Campeonato Mundial de atletismo en Pek¨ªn, en una jornada en la que arrasaron los kenianos, una et¨ªope, una cubana y una colombiana: algo est¨¢ cambiando en el atletismo mundial. Desde Bolt ya casi no hay un solo atleta que en la presentaci¨®n no haga alguna gracieta. Se ha perdido el pudor para satisfacci¨®n del espectador. Nombres como Rudisha o esa elegant¨ªsima Dibaba han posibilitado el surgimiento de estrellas como Nicholas Bett, oro en los 400 metros vallas y primer keniano que gana un oro en una distancia menor de los 800 metros.

Y la noche lleg¨® con el M¨®naco-Valencia. Pas¨® con muchos apuros el Valencia, tras deslumbrarnos Negrero con su gol, y se demostr¨® que incluso en lugares tan repletos de exquisitos defraudadores fiscales como el Principado, el f¨²tbol es capaz de convertir al aficionado en un energ¨²meno.