Un secuestro sentimental

Dime de qu¨¦ no puedes hablar y te dir¨¦ de qu¨¦ tienes miedo. En Bajo terapia,su ¨®pera prima, el autor santafesino Mat¨ªas del Federico dramatiza un encuentro terap¨¦utico grupal a puerta cerrada entre tres parejas desconocidas entre s¨ª, pacientes todas ellas de una psic¨®loga que no acude a la cita pero que, sorpresa, les ha dejado en su consulta ocho sobres numerados, con instrucciones para que aborden colectivamente sus problemas de convivencia, sexuales y paternofiliales.

Mientras sus protagonistas comienzan a confiarse sus tribulaciones respectivas, Bajo terapia parece avanzar por el camino de Maridos y mujeres o de Un dios salvaje, pero Del Federico pronto convierte la funci¨®n en un vodevil mental, en el que se van desvelando con humor las frustraciones, desencuentros ¨ªntimos, enga?os y conductas violentas de cada cual. El Roberto de Juan Carlos Vellido es un carablanca feroz, capaz de romperle el tabique nasal a quien le tosa; el Esteban de Gorka Otxoa, un augusto inc¨®modo, presto a sacar los pies del tiesto; y el Daniel de Fele Mart¨ªnez, un contraugusto ciclot¨ªmico, que ora se al¨ªa, ora se enfrenta con ambos.

Laura (Melani Olivares), esposa de Daniel, es la fiscal que conduce los interrogatorios; Carla, novia de Esteban (Manuela Velasco), la chica que le r¨ªe las gracias sin comprometerse con ¨¦l, y Marta (Carmen Ruiz), un cuco que sale de su reloj solo a las horas en punto. Como David Serrano, autor de la versi¨®n, ha traducido los giros argentinos a un castellano expresivo y preciso, y Daniel Veronese, su director, sabe sacar lo mejor del bien escogido reparto, la funci¨®n va como un tiro, que al final se desv¨ªa noventa grados, para dar en un blanco inesperado.

Bien escrito y mejor dirigido, a este espect¨¢culo cabe ponerle pegas menores: el giro bufo que el autor le imprime a Marta resulta forzado (tendr¨ªa m¨¢s cr¨¦dito si le ahorrara el siguiente comentario sobre Esteban: ¡°?Es que me lo imagino, leyendo y masturb¨¢ndose!¡±), pero el sorpresivo ep¨ªlogo serio, alumbrado con f¨®rceps, funciona satisfactoriamente por la convicci¨®n emocionante con la que lo defienden todos y cada uno de sus int¨¦rpretes. Destacables los volantazos que Gorka Otxoa y Fele Mart¨ªnez le dan al cabo a sus criaturas, la firmeza d¨²ctil de la Laura de Melani Olivares, la contenci¨®n de Carmen Ruiz, la oblicuidad del Roberto de Juan Carlos Vellido y el encanto de Manuela Velasco, aunque, cuando Carla airea su secreto conyugal, el vuelco an¨ªmico que experimenta deber¨ªa producirse con mayor aceleraci¨®n.

Bajo terapia, cuyo punto de partida argumental es un calco del de Toc-Toc, re¨²ne todos los requisitos para tirarse como m¨ªnimo una temporada entera en Madrid, en el caso de que alg¨²n empresario avispado se anime a programarla en un teatro comercial.