La despujolizaci¨®n, a medio cocinar

La despujolizaci¨®n empez¨® hace un a?o, con la confesi¨®n de Jordi Pujol de haber ocultado durante su mandato y 34 a?os un notable fraude familiar a Hacienda. Es una tarea a media cocci¨®n. Sus resultados tardar¨¢n en calibrarse. A diferencia de la despetainizaci¨®n, la deses?talinizaci¨®n o la desnazificaci¨®n, no hay aqu¨ª examen de un dictador (al contrario, de alguien que fue valiente antifranquista y pag¨® por ello con la c¨¢rcel), ni pendencias de guerra, ni de cr¨ªmenes. El delito de lesa patria se refiere al enga?o perpetrado a sus conciudadanos. A diferencia de los otros modelos de personajes-pa¨ªs, Pujol fue quien inici¨® en vida ¡ªal confesar¡ª, el desmontaje de su propio mito. Bastantes de sus monaguillos convergentes le lapidaron con crueldad filial. Pero tras el primer adem¨¢n de falso esc¨¢ndalo de sus intelectuales org¨¢nicos, ninguno ha repensado su adicci¨®n: peor, gallean. Y el legatario pol¨ªtico, el jefe de la semiextinta Converg¨¨ncia, Artur Mas ¡ªque estos d¨ªas debe lidiar las presuntas corrupciones digamos que heredadas¡ª, a¨²n no ha reconsiderado su encomi¨¢stica frase: ¡°Por su categor¨ªa moral [Pujol es] un aut¨¦ntico gigante¡±.

De modo que la despujolizaci¨®n es en el nivel pol¨ªtico leve, aunque mucho elector enga?ado (pronto veremos cu¨¢ntos) haya decidido que no le volver¨¢n a robar la cartera a cuenta de la bandera. La depuraci¨®n ha avanzado m¨¢s en los juzgados y en los libros. Entre los textos documentalistas, el de Pere R¨ªos sobre el episodio Banca Catalana explica al detalle las tripas del banco que sirvi¨® a Pujol como plataforma para encumbrarse, comprar lealtades y difundir su mensaje mesi¨¢nico. El desv¨ªo de fondos, las irregularidades contables, la apropiaci¨®n por unos pocos consejeros de beneficios de la entidad, la caja b y una loca pol¨ªtica expansiva que fue ¡°el detonante definitivo de la quiebra¡±, la mayor de la ¨¦poca, jalonan el relato: demasiado expl¨ªcitamente vinculado al de los fiscales del caso, pero cuyos datos esenciales no han sido desmentidos. La puntillosa narraci¨®n de R¨ªos desmiente la actual leyenda urbana seg¨²n la cual todo el mal de Pujol proviene de los manejos de sus hijos (seis de los siete est¨¢n sometidos a procesos judiciales). No. Los negocios turbios son marca (anterior) de la casa del padre y maestro m¨¢gico.

La puntillosa narraci¨®n de R¨ªos desmiente la actual leyenda urbana seg¨²n la cual todo el mal de Pujol proviene de los manejos de sus hijos

Tambi¨¦n el texto de Maiol Roger (de sugerente t¨ªtulo: La gran familia) ilustra algunas corrupciones en sentido m¨¢s cl¨¢sico, como los distintos sistemas de recaudaci¨®n, por la v¨ªa directa o el pase del cepillo posterior a las adjudicaciones oficiales, todo siempre en modo, de momento, presunto. Y lo hace, escueto y descarnado, al ¨¢gil comp¨¢s de las peleas entre los cortesanos del ca¨ªdo.

Pero Pujol no es solo ese rosario de rincones oscuros. Precisamente porque el degradado pol¨ªtico exhibi¨® gran ¡°envergadura¡± y buena hoja de servicios democr¨¢tica y catalana, su ca¨ªda ha sido m¨¢s estrepitosa, sostiene Llu¨ªs Bassets. Su texto es el primer gran intento laico (pues reconoce sin ambages habilidades a la vez que denota de?satinos) de desmitificaci¨®n del l¨ªder catalanista conservador, como testimonia su subt¨ªtulo (¡°ascenso y ca¨ªda del mito¡±). Entre lo m¨¢s sugerente destaca su an¨¢lisis de los breves folios de la confesi¨®n pujoliana, que signific¨® la¡°perestroika del nacionalismo¡±, supuso la estaci¨®n final de la Familia en el partido que invent¨®, constituy¨® ¡°el libro negro del pujolismo¡± y marc¨® un hito: nunca antes hab¨ªa habido ¡°tanta distancia¡± entre dos t¨¦rminos hasta entonces identificados, Pujol y Catalu?a. Y al desmenuzar la ¡°gran verg¨¹enza¡± pujoliana, Bassets rompe otros mitos: el del ¡°excepcionalismo catal¨¢n¡± (pues ya ¡°somos iguales que todos en todo¡±), el del correlativo ¡°supremacismo¡± (superiores a fuerza de diferentes) y el del presunto ¡°expolio¡± ajeno. Pero la despujolizaci¨®n de Bassets no pretende, a diferencia de los publicistas retr¨®grados, la descatalanizaci¨®n de Catalu?a, sino que invoca un catalanismo comprometido con Espa?a, ?realista y pactista¡­ como el del h¨¦roe antes de aparecer como villano.

M¨¢s vitriolo, porque incluye la iron¨ªa, la mordacidad y el desd¨¦n propios de la f¨¢bula novelesca, es el viejo t¨ªtulo (me lo ense?¨® hace 15 a?os y, confieso, le recomend¨¦ retoques prudentes) de Margarita Rivi¨¨re (Clave K), publicado al fin horas antes de morir este a?o, tras la reiterada negativa de editores a¨²n m¨¢s prudentes de darlo a la imprenta. La K-(atalu?a) de Rivi¨¨re es un retablo social esperp¨¦ntico, la denuncia de truculencias dinerarias y una caricatura de las ca?er¨ªas y las formas desp¨®tico-familiares del poder ejercido por un amo, obviamente Jordi Pujol, que se lee como una novela policiaca. Nunca m¨¢s apropiado: la realidad imita a la ficci¨®n.

Banca Catalana: caso abierto. Pere R¨ªos. Pen¨ªnsula. Barcelona, 2015. 272 p¨¢ginas. 17 euros.

Jordi Pujol, la gran familia. Maiol Roger. Angle Editorial. Barcelona, 2015. 280 p¨¢ginas. 17 euros.

La gran vergonya. Llu¨ªs Bassets. Columna. Barcelona, 2014. 200 p¨¢ginas. 16,90 euros.

Clave K. Margarita Rivi¨¨re. Icaria. Barcelona, 2015. 304 p¨¢ginas. 18 euros.