Arturo Ripstein: ¡°Despu¨¦s de 50 a?os filmar es lo ¨²nico que me da sentido¡±

Arturo Ripstein (Ciudad de M¨¦xico, 1943) cumple medio siglo haciendo cine. Comenz¨® su larga carrera a los 21 a?os, cuando Alfredo, su padre, le produjo Tiempo de morir, un western escrito por Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez y Carlos Fuentes. Su trayectoria fue reconocida ayer en la Mostra de Venecia, donde tambi¨¦n se exhibi¨® fuera de competici¨®n su nueva pel¨ªcula, La calle de la amargura, basada en un s¨®rdido asesinato cometido en 2009. El director de casi 30 largometrajes ha logrado convertir su apellido en un sin¨®nimo de cine en M¨¦xico. Su hijo Gabriel ha debutado este a?o tras la c¨¢mara con 600 millas, premiada como la mejor ¨®pera prima en Berl¨ªn.

Pregunta. Alfonso Cuar¨®n dijo en Venecia que se considera parte de la vieja ola del cine mexicano. ?D¨®nde lo deja eso a usted?

Respuesta. Soy la viej¨ªsima ola. He sido lo suficientemente contumaz para salir adelante en esta industria tan compleja, atroz y divertida. Soy de los ancianos del cine.

P. ?Se ve como maestro de esa generaci¨®n?

R. No, para nada. Soy un aprendiz. No lo digo en broma. Todo el tiempo trato de documentar mi deber y ver c¨®mo se hacen las cosas nuevas. No ceso de maravillarme con lo que aprendo.

P. ?Qu¨¦ piensa de los ?scares que ganaron I?¨¢rritu y Cuar¨®n?

R. Se dice que el cine mexicano ya gan¨® ?scares. No, para nada. No descalifico el talento de los que han ganado. Es un asunto de deslindar fronteras. No hacen cine mexicano. Cuando I?¨¢rritu, Del Toro o Cuar¨®n regresen a M¨¦xico a hacer cine har¨¢n cine mexicano sin ning¨²n problema. Las pel¨ªculas son de donde se filman y de la lengua en que se hablan.

P. Cumple 50 a?os en el cine. Le he escuchado decir que la experiencia est¨¢ sobrevalorada.

R. Es una forma del anquilosamiento. Es la demostraci¨®n de ciertas astucias que has desarrollado a lo largo de los a?os, y que no siempre son ben¨¦ficas para el trabajo. Es saber c¨®mo se hace y no querer hacerlo de forma distinta. Siempre trato de hacer mi experiencia a un lado en cada pel¨ªcula que hago. ?C¨®mo llegar a ciertas cosas? No lo s¨¦. Siempre es un camino espinoso, ondulante, complejo y lleno de obst¨¢culos. Eso es lo divertido.

P. ?Ha relajado su forma de trabajar?

R. Ahora s¨¦ exigir de otro modo, con menos palabras y con menos gestos adustos. De ser un joven impetuoso al que le tengo una cierta conmiseraci¨®n a un viejo cineasta uno se serena, pero no del todo.

P. Su primera pel¨ªcula fue escrita por Garc¨ªa M¨¢rquez y Carlos Fuentes. ?C¨®mo fue trabajar con ellos?

R. A ellos les gustaba mucho el cine. Garc¨ªa M¨¢rquez en alg¨²n momento de su vida pretend¨ªa ser cineasta. Afortunadamente, para sus lectores, se frustr¨® ese proyecto. Al ser hijo de productor, vi que los guionistas trabajaban a destajo. No quise trabajar con un guionista lleno de ma?anas y soluciones previsibles. Prefer¨ª trabajar con escritores. En mi inexperiencia absoluta en ese momento, yo los instaba a que escribieran lo que ellos quisieran, pero los llevaba de la mano al decirles qu¨¦ es lo que necesitaba que se viera en pantalla. Era fascinante porque era otra forma de enfrentar el cine.

P. Tambi¨¦n trabaj¨® con Jos¨¦ Emilio Pacheco, que le ayud¨® a escribir el gui¨®n de El castillo de la pureza.

R. El evento, un hombre que encerr¨® a su familia por 15 a?os, dio dos obras literarias. Sergio Maga?a tuvo una obra de teatro lind¨ªsima que se llamaba Los motivos del Lobo. Luis Spota escribi¨® su novela?La carcajada del gato, que estaba muy bien. Nosotros nos basamos en hechos reales. Fuimos a la hemeroteca a ver c¨®mo hab¨ªa consignado la prensa el evento.

P. En La calle de la amargura vuelve a la nota roja.

R. Nunca la he dejado. Siempre me ha gustado. He le¨ªdo much¨ªsimos libros sobre casos policiacos. Los casos criminales est¨¢n muy bien estructurados porque est¨¢ el comienzo del evento, el desarrollo del evento y el final del evento.

P. ?Qu¨¦ le llam¨® la atenci¨®n del asesinato de dos luchadores enanos?

R. El mundo de la lucha libre siempre me ha fascinado, me parece apasionante. Cuando era chiquit¨ªn mis pap¨¢s me llevaban a verla. Y de pronto ver esta nota que era tan singular, tan extra?a y delirante me pareci¨® notable. Uno lee en M¨¦xico esas notas sin cesar. ?Cu¨¢l es la que te mueve las tripas? Hay que estar muy atento a eso. Pero no se trata de ilustrar el acontecimiento, sino de crear un mundo al margen de lo que los peri¨®dicos dicen. La realidad suele ser cambiante, voluble, fr¨¢gil e inaprensible. En cambio, la verosimilitud aspira a la eternidad. Yo aspiro a eso.

P. Rod¨® la pel¨ªcula en la zona roja del Centro de la ciudad ?Despu¨¦s de 50 a?os de trayectoria le sigue gustando rodar en medio del caos?

R. Despu¨¦s de 50 a?os me sigue gustando filmar¡­ Es lo ¨²nico que s¨¦ hacer, que me importa y que me da sentido.

P. El Gobierno mexicano ha ayudado a lanzar FilminLatino, que pone parte de su obra en l¨ªnea. ?Ya se acostumbr¨® a ver sus pel¨ªculas en ordenador?

R. Ni siquiera me he acostumbrado a verlas en una pantalla de cine. Mis primeros trabajos los vi hace cincuenta a?os en moviolas, que ten¨ªan las pantallas muy peque?itas.

P. Profundo carmes¨ª es la pel¨ªcula m¨¢s vista en toda la plataforma.

R.?Me da un gusto enorme. Las costumbres de los espectadores han cambiado radicalmente. Yo he visto a gente viendo pel¨ªculas en el tel¨¦fono, cosa que me escandaliza. No lo recomiendo, de ninguna manera.