Los fantasmas de Laurie Anderson
La artista y viuda de Lou Reed compite en la Mostra con 'Heart of a Dog' El filme es un diario ¨ªntimo sobre su concepci¨®n de la muerte
Ah¨ª est¨¢ la artista Laurie Anderson (Glen Ellyn, EE UU, 1947), sentada en la terraza con vista al mar, en el Lido veneciano, bebiendo un t¨¦ con leche. El viento helado del norte vuelve t¨ªmidos los rayos del sol. Toma la taza con la dos manos, como para calentarse. Ah¨ª est¨¢ Laurie Anderson, en vaqueros y camisa a cuadros de franela, serena y liberada del dolor, tras la muerte de su marido, Lou Reed, ocurrida en 2013. Ah¨ª est¨¢ Laurie Anderson, compitiendo por el Le¨®n de Oro con su nueva incursi¨®n cinematogr¨¢fica: Heart of a Dog, dedicada al fallecimiento de su perra, Lolabelle. Un diario muy ¨ªntimo para superar un tema duro de digerir, como suele ser la p¨¦rdida de quienes amanos y que cuando ya no est¨¢n entre los vivos se convierten en fantasmas. La direcci¨®n de Anderson es inimitable: abundan las met¨¢foras y evita caer en formulaciones simplistas: mezcla animaci¨®n, im¨¢genes, efectos visuales y v¨ªdeos caseros de la infancia con su voz omnipresente en off y su m¨²sica, del viol¨ªn a la electr¨®nica. El material reunido por Anderson fluye en una estructura visual y sonora muy estimulante. La cinta fue muy bien acogida entre quienes madrugaron el mi¨¦rcoles para verla.
La pel¨ªcula debi¨® ser el medio para explicar el sentido de la vida. Sin embargo, Anderson quiso cambiar de registro y m¨¢s bien ha contado la experiencia personal tras el fallecimiento de su querida Lolabelle, su madre y, por ¨²ltimo, su marido, Lou Reed. ¡°Finalmente he podido llevar al cine una idea que rondaba en mi cabeza desde hace mucho tiempo: he querido contar por qu¨¦ la muerte puede ser hermosa, dolorosa y al mismo tiempo espectacular. He llegado a creer que la muerte es la realizaci¨®n del amor¡±. Anderson se inspira en el Libro tibetano de los muertos, seg¨²n el cual la muerte dura 43 d¨ªas y despu¨¦s de tal periodo surge la reencarnaci¨®n. El resultado es el diario m¨¢s complicado de su vida. ¡°Es un filme ¨ªntimo y dif¨ªcil. Quiero dejar claro que, no hay por qu¨¦ estar triste si no hay un verdadero motivo para estarlo. Hay gente que s¨ª tiene motivos para estar triste, como los pr¨®fugos que est¨¢n llegando a Europa. Pero si no reconoces la tristeza no puedes superarla. No es bueno estar siempre triste y con la cara larga. Es por eso que tambi¨¦n utilizo el humor para hablar de un tema que te toca tan fuerte¡±.
Laurie Anderson hab¨ªa conocido el rumor de la muerte cuando era una chiquilla de 12 a?os. En una de las escenas, el filme retrata una adolescente vivaz, que intentaba ser siempre el centro de la atenci¨®n. En esas estaba, haciendo piruetas en una piscina, cuando algo sali¨® mal. Despert¨® en el hospital. Los m¨¦dicos le dijeron que no volver¨ªa a caminar nunca m¨¢s. ¡°De noche, me pon¨ªa muy triste al escuchar el llanto de los ni?os agonizantes. Y las enfermeras no les consolaban¡±, narra la voz en off de Anderson. La cinta est¨¢ llena de reflexiones filos¨®ficas y frases lapidarias. ¡°El poder de la palabra es tan importante como el de las im¨¢genes. Trato de crear im¨¢genes atrav¨¦s de las palabras y representaciones. Quiero provocar una reacci¨®n m¨¢s que explicar algo¡±.
Hay mucha poes¨ªa visiva en Heart of a Dog, un proyecto muy coherente con la producci¨®n art¨ªstica de Anderson, que inici¨® tocando el viol¨ªn, para m¨¢s adelante graduarse en escultura en la Columbia University de Nueva York, la ciudad donde se convirti¨® en una figura pionera de la escena art¨ªstica, a partir de los setenta y ochenta. La cinta inicia con una secuencia de un sue?o recreado, en el cual Anderson describe su apego casi maternal con la peluda Lolabelle. Todo aparece ilustrado con dibujos creados por la pionera del performance art. Y conforme avanza la narraci¨®n, confiesa los extra?os conflictos que prov¨® tras la muerte de su madre. ¡°No sab¨ªa c¨®mo decirle que la quer¨ªa. Hay que pensar muy bien lo que decimos antes de que un ser querido nos deje, a pesar de los remordimientos. La despedida de mi madre fue dur¨ªsima: era una persona muy formal¡± ?Y qu¨¦ le dijo a Reed antes de que falleciera? Por un momento la conversaci¨®n se ve casi saboteada por el silencio. Luego responde: ¡°Mientras mor¨ªa, lo ten¨ªa entre mis brazos. Logr¨¦ caminar con ¨¦l hasta el fin de sus d¨ªas. Y pens¨¦ que la muerte es la realizaci¨®n del amor¡±.
Anderson y Reed se conocieron cuando ambos eran ya mayores y artistas reconocidos. El flechazo fue inst¨¢neo: sucedi¨® en un concierto, en Alemania, en 1992. Desde entonces no se separaron m¨¢s, hasta la muerte de Reed, 21 a?os m¨¢s tarde. Fueron amigos, amantes, colegas¡ La ¡°liberaci¨®n del amor¡± de la que Anderson habla en el filme es un homenaje a su querido Lou. Cuando aparecen los cr¨¦ditos finales se escucha de fondo Time Turing Around, un modo s¨²til de reafirmar la historia personal y que el fantasma de Lou Reed est¨¢ m¨¢s vivo que nunca.
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