Visi¨®n de los vencidos
El colombiano Pablo Montoya, ¨²ltimo premio R¨®mulo Gallegos, narra la barbarie de la historia a trav¨¦s de las vidas de tres pintores del siglo XVI en un libro admirable
El colombiano Pablo Montoya (Barrancabermeja, 1963) es autor de una nutrida bibliograf¨ªa, de moderada proyecci¨®n, que abarca cuentos, ensayos, poes¨ªa y novela. Gracias al Premio R¨®mulo Gallegos de este a?o, otorgado a Tr¨ªptico de la infamia, su nombre ha pasado a primer plano. Y hay que celebrar que tan distinguido galard¨®n no haya sido, como en tantas ocasiones, la certificaci¨®n de un prestigio, sino una suerte de resarcimiento de un escritor tan tenaz como discreto. Su obra se nutre de la confluencia del arte (la m¨²sica, la fotograf¨ªa, la pintura) y la historia, adem¨¢s de la desaz¨®n de la violencia y la atenci¨®n al desaparecido mundo ind¨ªgena.
Tr¨ªptico de la infamia se presenta como una doliente indagaci¨®n en las oscuras biograf¨ªas de tres pintores protestantes del siglo XVI: Jacques Le Moyne, que particip¨® en el asentamiento hugonote en la Florida, admir¨® el cromatismo de los ind¨ªgenas y sobrevivi¨® al arrasamiento de la colonia por tropas espa?olas; Fran?ois Dubois, del que apenas hay noticias, un fantasma de la historia a quien se atribuye el cuadro de la Matanza de san Bartolom¨¦, y Th¨¦odore de Bry, que ilustrar¨ªa las atrocidades descritas por Bartolom¨¦ de las Casas en su Brev¨ªsima relaci¨®n de la destrucci¨®n de las Indias. Se trata, pues, de una novela hist¨®rica, con personajes perif¨¦ricos, a los que Pablo Montoya dota de una profunda consistencia no meramente hist¨®rica, sino con los requerimientos del presente, de modo que nos implica en el escrutinio sobre la actual intolerancia religiosa y el proceso que lleva al artista a denunciar el fanatismo.
La obra cumple con el designio del t¨ªtulo de ser un tr¨ªptico, pero cada parte tiene un tratamiento distinto, sin que se resienta la armoniosa prosa del autor, un lujo de precisi¨®n y belleza. El cap¨ªtulo dedicado a Le Moyne tiene un tratamiento de cr¨®nica, con un narrador omnisciente que logra sus mejores p¨¢ginas en el episodio en que el pintor y un ind¨ªgena se pintan mutuamente el cuerpo en una transacci¨®n art¨ªstica de colores y s¨ªmbolos, ¡°una representaci¨®n vital de lo inc¨®gnito¡± que busca oponerse al encuentro sanguinario de los dos mundos. El cap¨ªtulo sobre Dubois es una larga lamentaci¨®n humanista del pintor en su exilio de Ginebra, a?os despu¨¦s de huir de Par¨ªs, espantado por la masacre de hugonotes de la tristemente c¨¦lebre noche del 23 de agosto de 1572, en la que fue asesinada toda su familia y destruidos todos sus cuadros; pero su reflexi¨®n tambi¨¦n es una exploraci¨®n por la historia del arte hasta nuestros d¨ªas, con las sucesivas etapas del encantamiento y la sensualidad hasta caer en la desesperanza de pintar la masacre como una ¡°coreograf¨ªa de la abominaci¨®n¡±. La parte dedicada a De Bry se construye como una narraci¨®n polif¨®nica, donde el propio autor se inserta, concediendo un espacio singular a diversas figuras hist¨®ricas, algunas antes mencionadas, como Durero, Walter Raleigh o el soldado Staden, que vivi¨® en cautiverio en un poblado de Brasil, y cuyas experiencias registr¨® en el libro que divulgar¨ªa en Europa el canibalismo de los nativos; todo ello con una lib¨¦rrima estructura de estampas de ¨¦poca que enlazan el tiempo hist¨®rico y el presente, la biograf¨ªa y el ensayo, y resuenan como un ostinato que expande el desapacible mal de la historia, que para De Bry ¡°es la herida irreversible provocada por la propiedad privada, el Estado y la religi¨®n¡±. Pablo Montoya no se priva de mostrar la consternaci¨®n que sobrecogi¨® al gran orfebre y grabador en su lectura del libro de De las Casas, y en el apartado titulado ¡®Exterminio¡¯, pen¨²ltimo de la novela, ofrece una detallada descripci¨®n de los grabados inspirados en la Brev¨ªsima relaci¨®n¡ que inevitablemente traen a la memoria los horrores del siglo XX, a la vez que, con portentosa serenidad, refuta el delirio religioso que se aviene al crimen como un tr¨¢nsito para la salvaci¨®n.
Tr¨ªptico de la infamia es un libro admirable, que en ning¨²n momento, a pesar de la cruda exposici¨®n de la barbarie, se desv¨ªa del consuelo que procura la dimensi¨®n del arte frente a la tenebrosa realidad. Exige una lectura fervorosa, pero las 20 p¨¢ginas que componen ¡®Exterminio¡¯, dotadas de una admirable cordura y compasi¨®n, son tan extraordinarias que merecer¨ªan ser le¨ªdas por s¨ª mismas, y con frecuencia, para no olvidar que el encuentro con el Nuevo Mundo no fue ninguna haza?a: ¡°A la llegada de los conquistadores hab¨ªa aproximadamente ochenta millones de habitantes en Am¨¦rica. Cincuenta a?os despu¨¦s quedaban diez¡±.
Tr¨ªptico de la infamia. Pablo Montoya. Literatura Random House. Barcelona, 2015. 308 p¨¢ginas. 17,99 euros
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