Carmen querid¨ªsima, hasta pronto

La noticia me ha ca¨ªdo como un rayo; hace tres d¨ªas estuve despachando, comiendo, cenando con ella y todo el tiempo tuve el siniestro presentimiento de que ser¨ªa la ¨²ltima vez que la ver¨ªa. Estaba siempre muy l¨²cida, llena de proyectos, realistas y delirantes. Como si fuera a vivir siempre. Pero su f¨ªsico estaba realmente en ruinas y era imposible no preguntarse cu¨¢nto tiempo m¨¢s esa ruina f¨ªsica seguir¨ªa sosteniendo a esa maravillosa cabeza y esa energ¨ªa ind¨®mita.

Carmen Balcells revolucion¨® la vida cultural espa?ola al cambiar dr¨¢sticamente las relaciones entre los editores y los autores de nuestra lengua. Gracias a ella los escritores de lengua espa?ola comenzamos a firmar contratos dignos y a ver nuestros derechos respetados. De otra parte, ella indujo y hasta oblig¨® a los editores de Espa?a y de Am¨¦rica Latina a volverse modernos y ambiciosos, a operar en el amplio marco de toda la lengua y a sacudirse la visi¨®n peque?a y provinciana que ten¨ªan.

Adem¨¢s, fue mucho m¨¢s que una agente o representante de los autores que tuvimos el privilegio de estar con ella. Nos cuid¨®, nos mim¨®, nos ri?¨®, nos jal¨® las orejas y nos llen¨® de comprensi¨®n y de cari?o en todo lo que hac¨ªamos, no s¨®lo en aquello que escrib¨ªamos. Era inteligente, era audaz, era generosa hasta la locura, era buena y su partida deja en todos los que la conocimos y la quisimos un vac¨ªo que nunca nadie podr¨¢ llenar. Carmen querid¨ªsima, hasta pronto.