Silencios y misterios en un caser¨ªo vasco
Asier Altuna concursa con ¡®Amama¡¯, un filme rodado en euskera
Asier Altuna vivi¨® hasta los 18 a?os en un caser¨ªo en plena naturaleza guipuzcoana. La gran familia, la recogida de hierbas, el verano, las limonadas, la abuela. Los recuerdos, los olores incluso, est¨¢n bien presentes en la memoria de este realizador, nacido en Bergara en 1969. Amama (abuela en euskera) traslada a la pantalla todo ese mundo de tierra y siembra, en un filme que no destila nostalgia pero s¨ª un canto a la sabidur¨ªa y misterios que rodean la vida en los caser¨ªos. Una vida que se acaba, asegura Altuna, pero que forma parte del colectivo imaginario de tantos vascos. Amama, rodada en euskera y que concursa en la secci¨®n oficial del Festival de Cine de San Sebasti¨¢n, refleja tambi¨¦n el choque generacional frente a los destinos de los moradores.
¡°A m¨ª el caser¨ªo me marc¨® mi forma de ser. Crecer en medio de esa potente naturaleza, el v¨ªnculo familiar tan fuerte y, sobre todo, el trabajo en la huerta te marcan¡±, asegura Altuna, que con Amama firma su tercer largometraje como realizador (Aupa Etxebeste, junto a Telmo Esnal, y Bertsolari). Altuna ha ido madurando a lo largo del tiempo todas esas im¨¢genes, muchas de su imaginario personal y otras tan reales como esa figura de la abuela elegante, sentada, callada y siempre la cocina. El realizador es uno de tantos que ha roto con la tradici¨®n del caser¨ªo y se ha instalado en la ciudad. ¡°El centro del mundo y ese universo tan cerrado desaparece¡±. En el filme, protagonizado por Kandido Uranga, Iraia El¨ªas, Amparo Badiola, Klara Badiola y otros, se narra el enfrentamiento entre dos mundos diferentes, el de un padre que se niega a romper con la tradici¨®n y el de la hija que busca su propia salida fuera de ese ambiente cerrado, rural y de pesada carga. ¡°Un caser¨ªo era un lugar muy bello de vivir pero cerrado, de donde era muy dif¨ªcil escapar. Las cargas que se viv¨ªan en el caser¨ªo son las mismas que se pueden vivir en las familias tradicionales, donde parece que sus miembros est¨¢n marcados por un destino del que casi no se habla. Todo eso misterio que uno sabe que est¨¢ ah¨ª¡±.
Altuna ha vuelto al pasado con un retrato muy fiel de una vida que se acaba, de unos hombres y mujeres marcados por el silencio, de aquellos que no necesitan de las palabras para comunicarse. El hecho de no rodar el filme consecutivamente,- se hizo a lo largo de julio y noviembre del a?o pasado- sirvi¨® no solo para captar la evoluci¨®n de los colores del bosque, sino tambi¨¦n para ir eliminando di¨¢logos. Despu¨¦s del rodaje de la primera parte, muchas de las nuevas secuencias fueron realizadas en silencio. ¡°Me interesa mucho la narrativa visual, creo que el lenguaje cinematogr¨¢fico va m¨¢s por ah¨ª. En este sentido, estoy muy satisfecho con lo que hemos conseguido¡±. As¨ª, en Amama hay un gran contraste entre una primera parte, narrada por la hija, en la que hay m¨²sica, voz en off, di¨¢logos y mucho movimiento de c¨¢mara, frente a la que se centra en el padre con un ritmo m¨¢s lento y pausado, planos fijos, sin movimiento, sin m¨²sica y sin palabras.
Ten¨ªa claro Altuna desde el primer momento que esa ruptura con el pasado, ese choque con las tradiciones ten¨ªa que estar protagonizado por una mujer, en un viaje hacia un mundo de sensibilidades m¨¢s femenino. ¡°Estamos viviendo un camino hacia la femenizaci¨®n, un cambio de valores que en el Pa¨ªs Vasco se nota mucho¡±. Una imagen poderosa de la pel¨ªcula est¨¢ centrada en esa amama (abuela) de arrugas profundas, largo pelo blanco y ojos verdes. El personaje de esta abuela est¨¢ protagonizada por Amparo Badiola, una mujer que nunca hab¨ªa hecho cine. Se la encontr¨® el director en un caf¨¦ de San Pedro y nada m¨¢s verla, tuvo claro que ten¨ªa que ser ella. Es el ideal de la abuela. Se atrevi¨® a acercarse a ella y proponerle el trabajo en el filme. ¡°Ella pens¨® en un primer momento que era una tomadura de pelo, que yo estaba loco, pero termin¨® apunt¨¢ndose a la aventura. Es una de las cosas de las que estoy m¨¢s orgulloso de la pel¨ªcula¡±.
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