El Instituto Cervantes invita a seguir los pasos de Pablo Neruda en Par¨ªs

Pablo Neruda era embajador en Par¨ªs cuando en 1971 recibi¨® la noticia de que le hab¨ªan concedido el Nobel de Literatura. El galard¨®n le cost¨® perder la apuesta con uno de los consejeros de su Embajada, el tambi¨¦n escritor Jorge Edwards. Neruda tuvo que pagar una comida en un buen restaurante de Par¨ªs, un castigo que al poeta, diplom¨¢tico y gourmet chileno no le supo, de seguro, nada mal. Esta es una de las an¨¦cdotas que rescata ahora el Instituto Cervantes de Par¨ªs para presentar la ¨²ltima ruta sugerida para seguir en esta ciudad los pasos de una figura insigne de la cultura hispana y universal. La instituci¨®n propone un recorrido sencillo que abre los ojos al visitante m¨¢s all¨¢ de la visi¨®n de la imponente arquitectura de la capital francesa.

¡°Como tantos otros intelectuales, Neruda ten¨ªa Par¨ªs en la cabeza antes de venir. Pero aqu¨ª tom¨® conciencia de lo americano¡±, explica el director del Cervantes de Par¨ªs, Juan Manuel Bonet. Esta capital est¨¢ en realidad sembrada de huellas de figuras imprescindibles de la cultura que entrecruzan sus caminos. Neruda, que aterriz¨® en esta ciudad en 1927 por vez primera, vivi¨® en Par¨ªs con Rafael Alberti y su esposa Mar¨ªa Teresa Le¨®n; exactamente en el n¨²mero 31 del Quai de l¡¯Horloge, uno de los puntos que sugiere la nueva ruta del Cervantes. Antes del verano, el Cervantes organiz¨® una exposici¨®n de la vasta biblioteca del expresidente espa?ol Juan Negr¨ªn, que vivi¨® aqu¨ª su largo exilio. Una de las joyas descubiertas para la ocasi¨®n era precisamente el libro Espa?a en el coraz¨®n, de Neruda, editado en 1938 por Ediciones Literarias del Comisariado. Fue uno de los libros que escribi¨® en esta ciudad.

La ruta Cervantes de Neruda es sencilla de realizar. Basta con entrar en la web del instituto y seguir las instrucciones con el mapa que se ofrece. Es una manera de acercarse al rico mundo de Neruda, cuya primera misi¨®n diplom¨¢tica en Francia, como c¨®nsul en 1939, fue la de poner a salvo a 2.000 exiliados espa?oles, embarc¨¢ndoles en el Winnipeg rumbo a Valpara¨ªso. Fue una acci¨®n no exenta de problemas en un pa¨ªs como Francia, que maltrataba a los republicanos espa?oles. La Embajada chilena en Par¨ªs no ve¨ªa con buenos ojos tanto apoyo a la Espa?a derrotada. As¨ª lo explica Felipe Tupper, diplom¨¢tico y escritor chileno y autor de la ruta parisina del poeta.

En Madrid, ciudad en la que hay tambi¨¦n huellas indelebles de Pablo Neruda, el poeta chileno conoci¨® antes de la Guerra Civil a Federico Garc¨ªa Lorca, Rafael Alberti y Manuel Altolaguirre, entre otros. En Par¨ªs conoci¨® a Pablo Picasso y mantuvo una estrecha relaci¨®n con otros intelectuales de la ¨¦poca. Su compromiso pol¨ªtico se acrecent¨® tras la contienda espa?ola y con C¨¦sar Vallejo cre¨® una acci¨®n de ayuda a escritores. El apoyo que prest¨® a la campa?a pol¨ªtica de Salvador Allende le vali¨® la Embajada en Par¨ªs, una vez que este accedi¨® a la presidencia del pa¨ªs.

La Embajada chilena en Par¨ªs, muy pr¨®xima al palacio de los Inv¨¢lidos, es un punto importante de la ruta de Neruda. No solo trabaj¨® aqu¨ª dos veces primero como c¨®nsul (a?o 1939) y despu¨¦s como embajador (1971-1973). ¡°Era un lugar que frecuentaba cada vez que ven¨ªa¡±, explica el embajador chileno, Patricio Hales, que conoci¨® personalmente al poeta y cuenta sabrosas an¨¦cdotas sobre un hombre obsesionado por los objetos para el que comer era ¡°una actividad esencial¡±. Hasta tres restaurantes hay en la ruta que sugieren el Cervantes y esta misi¨®n diplom¨¢tica, que va a dejar sus puertas abiertas los domingos para que los turistas culturales puedan visitarla.

Carlos Fuentes, C¨¦sar Vallejo, Dal¨ª, Diego Rivera, Frida Kahlo, Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, Julio Cort¨¢zar, Octavio Paz o Mario Vargas Llosa tambi¨¦n tienen sus rutas parisinas. El Instituto Cervantes inici¨® la serie en 2010. Todos los ¨²ltimos domingos de mes, adem¨¢s, ofrece la posibilidad de hacer una ruta guiada. Basta con inscribirse con un poco de tiempo. ¡°Es importante para organizarnos. A la ruta de Vargas Llosa se apuntaron 150 personas¡±, explica Raquel Caleya, gestora cultural del Cervantes de Par¨ªs y responsable de las rutas.