El c¨¢ncer juvenil, esa comedia

El mundo est¨¢ lleno de horrores. Terremotos, guerras o enfermedades terminales son fuentes demasiado habituales de l¨¢grimas. Sin embargo, por incre¨ªble que parezca, estas tragedias tambi¨¦n pueden suscitar una carcajada. Y reabrir un eterno debate: ?el humor ha de tener l¨ªmites? Roberto Benigni aclar¨® en La vida es bella que no pasa nada por re¨ªrse del Holocausto. Los dibujantes de Charlie Hebdo lo intentaron con Mahoma: su atrevimiento les cost¨® un precio dram¨¢tico sobre el que, por otro lado, volvieron a ironizar en sus vi?etas. Ahora, el cineasta Alfonso Gomez-Rejon abandera la alegr¨ªa frente a otro tab¨²: Yo, ¨¦l y Raquel narra, en forma de tragicomedia, un c¨¢ncer juvenil. La pel¨ªcula, que se estren¨® en el pasado festival de Sundance con una ovaci¨®n, el Gran Premio del Jurado y el del p¨²blico, llega hoy a Espa?a.

Para entender el filme, tal vez sirva m¨¢s el t¨ªtulo original: Yo y Earl y la chica que se est¨¢ muriendo. ¡°Yo¡± es Greg, un joven empe?ado en sacar adelante su existencia anodina en el instituto y rodar, junto con su amigo Earl, pel¨ªculas aficionadas que homenajeen a las obras de grandes maestros del cine. En el fondo, no hay nada que le interese a Greg m¨¢s que mirarse el ombligo. Ni siquiera la leucemia que padece su compa?era Rachel le importa lo m¨¢s m¨ªnimo. Aunque, forzado por su madre, finalmente acepta ir a hablarle una vez. Eso s¨ª, le deja bien claro a la chica que la obligaci¨®n es la ¨²nica raz¨®n de su visita. Una tarde, y hasta nunca. Sobra decir que su opini¨®n acaba cambiando.

¡°Es muy sano re¨ªrnos de todo. Ayuda a ofrecer otra perspectiva, a poner luz sobre la sombra¡±, defiende Gomez-Rejon (Laredo, EE UU, 1972) por tel¨¦fono. En su curr¨ªculo, el cineasta luc¨ªa varios cap¨ªtulos de las series Glee y American Horror Story, anuncios publicitarios para grandes marcas, as¨ª como su primer largometraje, el filme de terror Espera hasta que se haga de noche. B¨¢sicamente, nada que ver con lo que le esperaba: una pel¨ªcula de adolescentes que se alejara por completo de esa etiqueta. ¡°Tras leer el guion, la meta era hacer un filme sobre algo tan serio sin olvidar nunca la sonrisa. No quer¨ªa una pel¨ªcula que se volviera sentimental, hasta en los momentos m¨¢s dif¨ªciles hay algo de comedia¡±, asegura Gomez-Rejon.

Para ello, le ayud¨® el texto en el que se basa el filme. Yo, ¨¦l y Raquel era una novela superventas de Jesse Andrews, de la que el escritor acab¨® realizando tambi¨¦n la adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica. En 2012, el texto apareci¨® en una lista de los mejores guiones de Hollywood todav¨ªa por producir. De hecho, cuando Gomez-Rejon pudo leerlo, tuvo un flechazo. El mismo, sin embargo, que enamor¨® a muchos cineastas y agentes m¨¢s. ¡°Hab¨ªa otros directores, aunque nunca supe con qui¨¦n compet¨ªa¡±, asegura el creador, aunque s¨ª parece sugerir la presencia de contrincantes de renombres. Pasaron meses, y al fin lleg¨® una respuesta: el ambicionado guion era suyo.

En realidad, desde el primer instante en que ley¨® el texto, el director pens¨® que ¡°nadie m¨¢s¡± que ¨¦l pod¨ªa dirigirlo. Gomez-Rejon acababa entonces de perder a su padre y la historia de Greg parec¨ªa hablarle a su coraz¨®n: ¡°Quer¨ªa expresar mi amor por ¨¦l. Al principio no hab¨ªa casi palabras, pero he empezado un di¨¢logo sobre mi padre y estoy aprendiendo mucho sobre ¨¦l¡±. Tanto que el filme est¨¢ dedicado a la memoria de su progenitor y Gomez-Rejon se dice dolido por una cr¨ªtica que asegur¨® que el cineasta no se volcaba en la pantalla: ¡°La verdad es que s¨ª me estoy expresando much¨ªsimo¡±.

Aparte del homenaje a su padre, un m¨¦dico mexicano que viv¨ªa literalmente en la frontera ¨C¡°cruzaba la calle, un r¨ªo, y era EE UU¡±-, Yo, ¨¦l y Raquel encierra otro tributo. A trav¨¦s de las pel¨ªculas que Earl y Greg realizan, Gomez-Rejon le est¨¢ dando las gracias al s¨¦ptimo arte. ¡°Le agradezco a la vida el cine. Me salv¨®, ha sido todo para m¨ª. Hay momentos que no s¨¦ si hubiera podido superar si no hubiera encontrado la respuesta en otras pel¨ªculas¡±, suelta. Entre sus referencias, est¨¢n Los 400 golpes de Truffaut o el cine de Bu?uel ¨Cel homenaje al espa?ol acab¨® cortado en fase de montaje-, pero un amor supera a los dem¨¢s: Martin Scorsese.

Por ¨¦l, Gomez-Rejon se fue a Nueva York a estudiar cine y hacerse director. Aunque, primero, se convirti¨® en asistente de su ¨ªdolo. ¡°Hac¨ªa todo lo que quer¨ªa, incluso traer su caf¨¦ o su pizza. Estaba pegado a ¨¦l todo el tiempo, tambi¨¦n en el set: era el chicle invisible de Scorsese¡±, se r¨ªe. En realidad, el cineasta se fue encadenando a un maestro tras otro: trabaj¨® con De Niro, fue asistente de Nora Ephron y director de la segunda unidad en Babel, de Alejandro Gonz¨¢lez I?¨¢rritu.

Ahora ya es Alfonso Gomez-Rejon, el realizador de Yo, ¨¦l y Raquel, y los papeles por una vez se han invertido. ¡°Es un filme maravilloso¡±, ha dicho Scorsese. Como para llorar de la emoci¨®n. O echarse a re¨ªr.