Chico Buarque se cuenta a s¨ª mismo
Un documental ¨ªntimo sobre el compositor brasile?o abre el Festival de Cine de Rio
Chico Buarque cuenta, en su casa de Ipanema, en R¨ªo de Janeiro, que cuando acab¨® su matrimonio de tres d¨¦cadas pensaba que iba a casarse otra vez al dar la vuelta a la esquina. Adorado como era no le hubiese sido dif¨ªcil, pero no lo hizo. Y ahora no se imagina conviviendo con alguien. ¡°Si un d¨ªa me fallan los amigos, el vino, o la novia¡ Perfecto, me quedo en casa. No tengo ning¨²n problema con la soledad¡±.
La escena es una de las muchas conversaciones que Chico tiene con su amigo y director de cine Miguel Faria Junior en el primer documental largo que se lleva a cabo sobre ¨¦l. Chico- Artista Brasileiro cuenta una trayectoria de 50 a?os marcada por el ¨¦xito, la necesidad de conquistar intelectualmente a su padre, el fracaso de su matrimonio, la represi¨®n de la dictadura y la b¨²squeda incesante de un hermano alem¨¢n fallecido antes de que el compositor supiese de su existencia.
Durante 30 horas de entrevistas, Chico, con la tranquilidad de quien ya ha hecho casi todo en la vida, apela a su memoria y acaba contando su propia historia. El artista abre las puertas, por primera vez y en la gran pantalla, a su intimidad, normalmente bajo llave. El m¨²sico confiesa que acudi¨® a sesiones de psicoan¨¢lisis para superar una fuerte crisis de creatividad. Quiz¨¢ porque, como dicen sus amigos, los enemigos de Chico viven en su interior. La aparici¨®n en su casa de tres de sus siete nietos pidiendo helado da pie al Chico abuelo, avasallado por la energ¨ªa de los chavales y sorprendido con los descubrimientos y talentos musicales de la nueva generaci¨®n de Buarques. El artista tambi¨¦n confirma, en varias ocasiones, lo que sus amigos sostienen: que es capaz de ahogarse con su propia risa.
La historia la completan im¨¢genes, guardadas en los archivos durante d¨¦cadas, de sus primeros conciertos, de su salida de Brasil en plena dictadura, de los musicales que escribi¨® despu¨¦s¡ Entre las rarezas, que funcionan mejor que la memoria, se encuentra la grabaci¨®n de la llegada de Chico al aeropuerto de Roma en 1968. Reci¨¦n aterrizado, un reportero le pregunta por su reciente detenci¨®n por el ej¨¦rcito de la dictadura en una manifestaci¨®n en Rio de Janeiro y le inquiere sobre si es un extremista. ¡°Hab¨ªa cientos de miles de personas en la marcha. Dudo mucho que haya cientos de miles de extremistas en Rio¡±, responde en perfecto italiano el autor.
Chico reconoce hoy haber perdido la batalla contra la censura. Consegu¨ªa que sus m¨²sicas pasasen el filtro cambiando algunas palabras como ¡°brasile?o¡± por ¡°batuqueiro¡±, pero escrib¨ªa con rabia y ¡°la rabia no ayuda a crear bien¡±.
La lectura de trechos de su ¨²ltima novela El hermano alem¨¢n, reci¨¦n publicada en Espa?a y las im¨¢genes del m¨²sico en Berl¨ªn investigando la vida de su hermano, tambi¨¦n cantante, sirven de hilo conductor a buena parte del filme. Tambi¨¦n deja clara la pel¨ªcula que el inter¨¦s de Chico por conocer a su hermano escond¨ªa debajo el ansia de acercarse a su inconquistable padre. Emociona ver al cantante acercarse corriendo a la c¨¢mara en una calle de Berl¨ªn y contar que acaba de enterarse de que su canci¨®n de 1966 A Banda, de su primer ¨¢lbum, hab¨ªa sido traducida tambi¨¦n al alem¨¢n. ¡°Mi hermano me conoci¨®!!¡±, dice, con la alegr¨ªa de un ni?o.
Faria, que dirigi¨® la cinebiograf¨ªa de Vinicius de Moraes, el documental m¨¢s visto del pa¨ªs, busca a los grandes de la m¨²sica brasile?a para que le ayuden en el relato. Ah¨ª acuden desde Maria Beth?nia, que elogia la feminidad de Chico, a los ya fallecidos reyes de la bossa nova Tom Jobim y Vinicius de Moraes, que elogiaron su excelencia. Vinicius, en otra de esas im¨¢genes desconocidas para gran parte de los brasile?os, asegura que la m¨²sica brasile?a es una enorme llanura, con algunas colinas y poqu¨ªsimas monta?as y que Chico Buarque era una de ellas. ¡°Escribe la letra, la m¨²sica¡ y todo lo hace bien¡±.
El documental de Chico Buarque, que llegar¨¢ a las salas de cine en noviembre, abre la decimos¨¦ptima edici¨®n del Festival de R¨ªo. La capital carioca ser¨¢ la meca del cine internacional hasta el 14 de octubre, con la exhibici¨®n de 250 pel¨ªculas de 60 pa¨ªses
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