Lobo Antunes, entre la letan¨ªa y el guirigay
El autor ha compuesto en 'Comisi¨®n de las l¨¢grimas' un libro inexpugnable. Pretende ser un mosaico de vivos colores ling¨¹¨ªsticos, pero deja al lector extenudado
Mija¨ªl Bajtin fue un cr¨ªtico literario ruso que a principios del siglo XX advirti¨® la peculiar textura ling¨¹¨ªstica del mundo moderno: vivimos en el interior de un pasadizo de voces en perpetuo conflicto, a trav¨¦s de las cuales se manifiestan la ideolog¨ªa y los intereses de cada grupo social, tambi¨¦n en permanente tensi¨®n. El g¨¦nero literario m¨¢s adecuado, seg¨²n Bajtin, para recoger esta polifon¨ªa era la novela, el tipo de novela que hab¨ªa escrito Dostoievski, a quien dedic¨® uno de sus principales estudios: leyendo sus novelas o¨ªmos la variedad dial¨®gica del mundo, y a trav¨¦s de su estilo (que en realidad es una ausencia de estilo) percibimos ese bazar de valores e intereses sociales que inaugura la modernidad. Pues bien, muchos de los libros de Ant¨®nio Lobo Antunes (Lisboa, 1942), y especialmente Comisi¨®n de las L¨¢grimas, son composiciones polif¨®nicas. O, para ser m¨¢s preciso, querr¨ªan serlo.
No todos los escritores est¨¢n dotados para percibir y recrear ese pasadizo de voces que describi¨® Bajtin. No s¨®lo hay que tener buen o¨ªdo y un talento parecido al de los imitadores de voces; es necesario adem¨¢s que el escritor sea capaz de renunciar a su propio estilo y de convertirse en una especie de ventr¨ªlocuo a trav¨¦s del cual se manifiestan los diferentes lenguajes que conforman la peculiar textura polif¨®nica del mundo. Por eso, escritores con personalidades ling¨¹¨ªsticas fuertes y autoritarias como Quevedo, por ejemplo, tan admirado por Lobo Antunes, son incapaces de escribir, si es que alguna vez tuvieron semejante intenci¨®n, ese tipo de novelas de las que hablaba Bajtin. Sencillamente, no est¨¢n capacitados para una renuncia tan dolorosa. Hay que ser muy l¨ªquido para escribir as¨ª, y Lobo Antunes es un escritor demasiado s¨®lido, con una voz tan potente que solapa cualquier otra que no sea la suya, reconocible desde la primera l¨ªnea.
Esta dificultad, que me pareci¨® patente en otros libros suyos como El orden natural de las cosas (1992) o Manual de inquisidores (1996), donde no hay una verdadera creaci¨®n de voces, sino una simple profusi¨®n de narradores, que escriben todos con la misma excelencia que Lobo Antunes, y una multiplicaci¨®n de perspectivas, algunas de ellas excesivamente maniqueas, la vuelvo a encontrar en su ¨²ltima obra, unas extensas memorias de ?frica contadas por Cristina desde un hospital psiqui¨¢trico de Lisboa, ciudad a la que regres¨® desde Angola siendo una ni?a y acompa?ada de su madre, una inmigrante portuguesa que trabaj¨® de corista y de algo m¨¢s en un cabar¨¦ de Luanda durante los a?os previos a la independencia del pa¨ªs, y de su padrastro, un resentido exsacerdote negro que aprovech¨® su mandato en una comisi¨®n oficial del primer Gobierno angole?o, llamada Comisi¨®n de las L¨¢grimas, para vengarse de toda la humillaci¨®n acumulada durante la etapa colonial.
Seg¨²n los expedientes de prensa, el libro parte de un sangriento suceso real ocurrido tras la independencia de Angola, pero no da ninguna informaci¨®n al respecto y abandona al lector a su suerte, supongo que para que se sienta entre sus p¨¢ginas tan perdido como en la vida misma, obligado a buscar en Google los datos que el autor le escamotea para poder darle al texto alg¨²n sentido.
Comisi¨®n de las L¨¢grimas es un libro deliberadamente inexpugnable, que se permite ser legible s¨®lo en ocasiones, aprovechando el inmerecido prestigio que tienen entre nosotros los textos dif¨ªciles y la interesada confusi¨®n entre complejidad y oscuridad. Su narradora es una esquizofr¨¦nica que oye voces y recuerda. Y el libro quiere reproducir con la m¨¢xima fidelidad, con una admirable fe en los principios est¨¦ticos del arte realista que supuestamente quiere superar por insuficientes, el flujo de la memoria (sin puntos y seguido, como mandan los c¨¢nones) de esta mente escindida que no s¨®lo habla con su propia voz, sino tambi¨¦n con la voz de su madre, de su padrastro y de otros personajes secundarios, cuyos relatos son interrumpidos por las voces que protagonizan tales relatos, o por sus ecos, que se repiten como letan¨ªas a lo largo de todo el libro.
La obra est¨¢ concebida como una composici¨®n cubista en la que las voces deb¨ªan mezclarse, las estructuras sint¨¢cticas dislocarse y los planos temporales superponerse con el fin de recoger todas las voces que han contado qu¨¦ es Portugal, qu¨¦ es Angola y c¨®mo fue su independencia.
Pero falla la ejecuci¨®n. Lo que querr¨ªa haber sido un mosaico de vivos colores ling¨¹¨ªsticos, un combate de voces e ideolog¨ªas, se queda en una larga letan¨ªa homogeneizada por el poderoso estilo de Lobo Antunes: 314 p¨¢ginas de prosa sincopada, construida a base de anacolutos voluntarios, de oraciones interrumpidas por otras oraciones que son abortadas a su vez por la que viene a continuaci¨®n o coordinadas con ella mediante comas, y que deja al lector extenuado, literalmente aplastado por el predominio inmisericorde de la forma, sin fuerzas para apreciar el contenido, si lo hay.
Comisi¨®n de las l¨¢grimas. Ant¨®nio Lobo Antunes. Traducci¨®n de Antonio S¨¢ez Delgado. Literatura Random House. Barcelona, 2015 314 p¨¢ginas. 21,90 euros
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