Alberto Garc¨ªa-Alix muestra la esencia de su mundo de motos y retratos
El Musac expone un centenar de fotograf¨ªas tomadas por el leon¨¦s en los ¨²ltimos 30 a?os
Le acaban de quitar la ceniza y un edema de las cuerdas vocales para acabar con esa ¡°voz de tenor de cucarachas¡± que arrastra hace tanto tiempo y a duras penas Alberto Garc¨ªa-Alix (Le¨®n, 1956) puede hablar sobre la exposici¨®n que ayer s¨¢bado se abri¨® al p¨²blico en el Museo de Arte Contempor¨¢neo de Castilla y Le¨®n (Musac). Pero coraje no le falta a este viejo motero, premio Nacional de Fotograf¨ªa 1999 y, sin dudarlo, ha roto la convalecencia y en menos de tres horas ha viajado desde Madrid a Le¨®n montado en su Harley negra para controlar los ¨²ltimos detalles de la primera gran exposici¨®n, Sombras del viento, que se le dedica en su ciudad natal.
Con el caso en la mano, su eterna chupa de cuero y un fular de seda blanco protegiendo su garganta, Garc¨ªa-Alix, recorre las salas por las que se extiende el centenar largo de fotograf¨ªas dedicadas a sus dos de sus grandes temas: el retrato y las motos. Es una exposici¨®n en la que se vincula el pasado y el presente del artista sobre un hilo narrativo que parte de dos publicaciones editadas en 1993: Bikers y Los malheridos, los bien amados, los traidores, dos trabajos que muestran como Garc¨ªa-Alix utiliza la fotograf¨ªa para comprender la realidad.
El comisario, Nicol¨¢s Combarro, ha querido construir una par¨¢bola con la obra m¨¢s esencial e ¨ªntima del artista a trav¨¦s de las m¨¢s de cien im¨¢genes realizadas entre 1983 y 2015. Cada rostro expuesto es un contundente trazo con el que se penetra en la identidad del artista ya que en 30 a?os de intenso trabajo su c¨¢mara ha retratado todo lo que le importaba. ¡°Todo aqu¨¦l que se vea en una fotograf¨ªa de Alberto Garc¨ªa-Alix tiene alguna vinculaci¨®n con ¨¦l¡±, asegura el comisario. ¡°Una gran parte son amigos que ha ido haciendo a lo largo de muchas noches y muchos viajes. Hay personas a las que no conoc¨ªa previamente, pero est¨¢n porque ellos lo han pedido y Alberto ha conectado con ellos. Nunca ha hecho una fotograf¨ªa por compromiso ni a alguien en el que no encontrara algo atrayente¡±.
La parte dedicada a los retratos consta de 60 fotograf¨ªas, siempre en blanco y negro (¡°el color no te permite imaginar¡±, dice el artista) realizadas durante los dos ¨²ltimos a?os. Se exponen, en gran formato, en las partes centrales de las dos salas del museo que ocupa la exposici¨®n. Junto a ellas, pero recogidas en vitrinas se pueden ver las fotograf¨ªas vintage procedentes de la colecci¨®n personal de Garc¨ªa-Alix y que son tambi¨¦n la parte m¨¢s popular de su obra (Elvis, Ceesepe, Enrique, ?ngel, Jhonny Thunders). Comparando unas im¨¢genes con las otras, se puede apreciar f¨¢cilmente, con el paso del tiempo, ha evolucionado casi hasta la abstracci¨®n de las formas y la transformaci¨®n radical de las composiciones. La obra reciente est¨¢ ocupada totalmente por el rostro (Francis, Micaela Barcel¨®), por un detalle de la mano (el dedo de Campano), la cabeza calva (Hortelano) o los varios autorretratos del fot¨®grafo. El comisario asegura que todos los retratados por Garc¨ªa-Alix son amigos. ¡°Es un im¨¢n para lo diferente y tiene una facilidad especial para la aproximaci¨®n humana. Se f¨ªan de ¨¦l porque de alguna manera saben que es sincero¡±.
?Qu¨¦ siente al contemplar todos esos retratos en los que algunos de los protagonistas han muerto?.¡±Siento melancol¨ªa, no tristeza. A los 60 se est¨¢ ya en la primera fila, pero no me obsesiono con la muerte. Prefiero pensar en el di¨¢logo con la c¨¢mara. Con ella hago una b¨²squeda constante, casi metaf¨ªsica. Siempre estoy buscando algo. Pueden ser notas que parecen flotar entre las nubes. Nunca se que es, pero, de repente algo surge que me hace gritar de alegr¨ªa¡±.
Campo de investigaci¨®n eterno
Y es en las motos donde Garc¨ªa-Alix parece haber encontrado su campo de investigaci¨®n eterno. En el apartado dedicado a ellas, la transformaci¨®n entre las im¨¢genes de los 80 y 90 y las de ahora es muy radical. En las im¨¢genes recientes no se ve nunca la m¨¢quina completa. Juega con su sombra y con las contorsiones que la luz pueda proyectar sobre la moto. As¨ª, lo que se muestra son retratos de formas no siempre identificables o primeros planos de cada uno de los elementos del veh¨ªculo: la rueda, un espejo retrovisor, un lateral del motor.
Cuenta que la primera c¨¢mara y su primera Ducati se las regal¨® su padre cuando cumpli¨® 13 a?os. Desde entonces ha hecho miles de fotos y se ha partido varias veces las piernas. En lo art¨ªstico reconoce haber aprendido a profundizar, a dialogar con lo que mira. ¡°Antes era pura intuici¨®n. Ahora soy mucho m¨¢s introspectivo¡±.
Exponer en su ciudad natal le hace ilusi¨®n, aunque reconoce que tiene aqu¨ª pocas ra¨ªces. Naci¨® en Le¨®n porque su padre, oftalm¨®logo de profesi¨®n, se instal¨® en la ciudad castellano leonesa a mediados de los cincuenta,al acabar su especializaci¨®n en Nueva York. Con 11 a?os, la familia se traslad¨® a Madrid y all¨ª ha estado la vivienda habitual del artista, aunque ha pasado largas temporadas en otras ciudades europeas. Aunque tiene un hermano gemelo, Alfredo, se considera el mayor de sus cinco hermanos. Culpa a sus padres y sobre todo a su madre, profesora de historia, de su gusto por la pintura y asegura que ah¨ª est¨¢n sus mayores referentes, m¨¢s que en los grandes maestros de la fotograf¨ªa. ¡°Miras a Vel¨¢zquez, a Goya o a otros muchos y ves composiciones geniales, resoluci¨®n de detalles de una manera perfecta. Por ejemplo, las manos. Como fot¨®grafo cuesta retratarlas y, si te fijas, en esos cuadros siempre est¨¢n perfectamente colocadas a la vez que te dicen todo sobre la personalidad del individuo. Para aprender a iluminar, nada mejor que fijarse en Rembrandt. Lo sab¨ªa todo sobre como manejar la luz¡±.
Su futuro seguir¨¢ f¨¦rreamente vinculado a las motos. No imagina la vida sin ellas ni un tema mejor. De ese amor incondicional habla en un bello texto escrito para acompa?ar los dos v¨ªdeos sobre los libros que dan origen a la exposici¨®n: ¡°Los a?os no pasan en balde¡ Pero bajo el casco, como si tuviera 18¡ ?La juventud est¨¢ loca! Eso creo que piensan los conductores de los coches cuando me ven bajo la lluvia. Mientras el cuerpo aguante, comer¨¦ mosquitos. La carretera de la vida, desde la moto, se me hace leve, intensa y divertida¡ Y as¨ª debe seguir.¡±
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