Valioso rescate del olvido

El principal valor de El Gobierno vasco en el exilio. Cr¨®nica de una esperanza, la serie que ayer empez¨® a emitir ETB, en el 79? aniversario de la constituci¨®n del primer Ejecutivo vasco de la historia, en plena Guerra Civil, radica en haber rescatado del olvido la gesta de un equipo plural de pol¨ªticos ¡ªPNV, PSOE, PCE, ANV y republicanos¡ª que, en condiciones muy dif¨ªciles, simboliz¨® la legitimidad democr¨¢tica frente a la dictadura. Resisti¨® hasta 1979, cuando Euskadi recuper¨® las instituciones auton¨®micas.

Coordinada por Ander Landaburu y dirigida por Antonio Crist¨®bal, que ha contado como guionistas con prestigiosos historiadores (Jos¨¦ Luis de la Granja, Ludger Mees, Santiago de Pablo...), la serie narra con rigor las vicisitudes en que se vio envuelto el Gobierno aut¨®nomo desde su constituci¨®n en 1936 hasta su disoluci¨®n con la democracia: sus medidas, incluida la emisi¨®n de moneda, hasta la ca¨ªda de Bilbao en 1937; la participaci¨®n del Batall¨®n Gernika en la liberaci¨®n de Burdeos; la huida del lehendakari Jos¨¦ Antonio Aguirre de los nazis; su colaboraci¨®n con los servicios secretos aliados en la II Guerra Mundial; su participaci¨®n en el Congreso de la Haya y en la construcci¨®n europea...

La serie aporta nueva luz al controvertido Pacto de Santo?a, la rendici¨®n de los batallones nacionalistas a las tropas italianas, tras la ca¨ªda de Bilbao, al revelar que el lehendakari Aguirre discrep¨® de la decisi¨®n del presidente del PNV, Juan Ajuriaguerra, de cesar la guerra tras caer Bilbao. Aguirre se reafirm¨® al trasladar la sede del Gobierno vasco a Barcelona hasta el final de la guerra y convertirse en figura clave de la pol¨ªtica en el exilio. De tal modo que el presidente de las Cortes, Mart¨ªnez Barrio, le ofreci¨® la presidencia del Gobierno republicano. Aguirre, subraya la serie, tuvo claro que el futuro del Gobierno vasco pasaba por la legalidad democr¨¢tica espa?ola, entonces republicana.

La serie tiene carga emotiva. No elude el carisma de Aguirre, pero no cae en la hagiograf¨ªa ni en el sectarismo. Predomina el rigor hist¨®rico.