Ney Matogrosso: ¡°Brasil es m¨¢s carca que antes"
El m¨²sico, que prepara nuevos proyectos, defiende el impeachment de Dilma Rousseff
Ney Matogrosso (Bela Vista, 1941) se sienta en el borde del sof¨¢, con las piernas encogidas y medio cuerpo fuera, listo para caer en cualquier momento. La postura fr¨¢gil y t¨ªmida del m¨²sico de puertas para adentro es la otra cara de la personalidad que lo mantiene como uno de los cantantes favoritos de los brasile?os. Tras 40 a?os de carrera, Ney Matogrosso sigue desafiando a su p¨²blico con sus coreograf¨ªas femeninas y arranc¨¢ndose la ropa en el escenario, como hac¨ªa en plena dictadura (1964-85) con el grupo Secos e Molhados, que entr¨® en la l¨ªnea del tiempo del rock brasile?o gracias a la voz aguda y las actuaciones del joven Ney.
No se escucha nada en el sal¨®n del enorme ¨¢tico de un barrio rico de Rio de Janeiro, excepto los grititos de un mono hembra que salta de un lado a otro de una jaula gigante. El animal est¨¢ nervioso, no le gustan las mujeres. Solo le gusta Ney, y alg¨²n que otro conocido, el resto debe permanecer lejos. Garota, amada y mimada por el int¨¦rprete, representa, parad¨®jicamente, lo que Ney Matogrosso se esfuerza por combatir en todo momento: los celos. Lleg¨® a cantar que los celos son el ¡°perfume del amor¡±, pero la letra solo convert¨ªa en rom¨¢ntico uno de sus principales defectos. ¡°Los celos son un infierno, es algo horroroso. Me esfuerzo constantemente para superar este obst¨¢culo en mi vida¡±, dice el artista.
Ney Matogrosso sali¨® del armario de una patada en tiempos en que era m¨¢s que una transgresi¨®n. Al igual que Caetano Veloso, Ney es un ejemplo de lucha contra el conservadurismo social y la falta de libertades en Brasil. Aun as¨ª, y aunque muchos fans no se lo explican, las se?oras de cabello blanco y peinado de peluquer¨ªa todav¨ªa lo toquetean y halagan cuando lo ven paseando por las calles de su barrio. ¡°Una vez, una se empe?¨® enque quer¨ªa sacarme una fotograf¨ªa del pene durante un espect¨¢culo en el que me desnudaba completamente. Yo le dec¨ªa que no hab¨ªa entendido el concepto, que no era un strip-tease, que era una reivindicaci¨®n, pero la ve¨ªa con la c¨¢mara por todos los rincones del teatro intentando pillarme¡±, recuerda Ney entre risas. El secreto de ese ¨¦xito, incluso con las mujeres m¨¢s rancias que pierden los estribos cuando lo ven subir al escenario, ni siquiera ¨¦l sabe explicarlo.
Pregunta. Ha lanzado discos con canciones solo de Cartola, otro solo de Chico Buarque, otro solo de Tom Jobim, de ?ngela Maria, de Carmen Miranda... ?Por qu¨¦ ha elegido a estos artistas?
Respuesta. Empec¨¦ con un repertorio de Carmen Miranda, pero no me restring¨ª a ella, porque al buscar vi que hab¨ªa tantas canciones buenas que no necesitaba limitarme a ella. Pero lo mejor pasaba por ella, era la gran estrella del momento de la m¨²sica brasile?a. Yo soy int¨¦rprete, no soy compositor, y puedo darme el lujo de disfrutar de todo lo que ofrece la m¨²sica brasile?a. No creo que tenga que restringirme a un ¨²nico estilo.
P. ?Qu¨¦ se ha quedado en el caj¨®n y que le gustar¨ªa llevar adelante? Como el proyecto de cantar las canciones de Caetano Veloso.
R. A Caetano siempre lo tengo en el punto de mira, pero a¨²n no he disparado. A¨²n. Pero me interesan muchas cosas. Voy a hacer un espect¨¢culo en el que voy a cantar Carlos Gomes y Villa-Lobos y un actor va a recitar poemas de Gon?alves Dias, un poeta de Bah¨ªa del siglo XIX que empieza en una fase rom¨¢ntica y luego se deslumbra con Brasil, la naturaleza, los indios... La propuesta es llevarlo a seis capitales, grabarlo y luego seguir con otra cosa, porque tengo un repertorio de pop listo y falta poco para acabarlo.
P. ?No tiene pensado parar? ?No est¨¢ cansado?
R. Voy a parar cuando algo me impida continuar. No estoy m¨¢s cansado de lo habitual. El espect¨¢culo que estoy haciendo ahora es agotador, y cuando vi c¨®mo qued¨® y lo hice pens¨¦: ¡°?madre m¨ªa, qu¨¦ cosas se me ocurren!¡±. Pero ahora que est¨¢ hecho, lo aguanto. Y me gusta mucho hacerlo, todav¨ªa me gusta m¨¢s hacer un espect¨¢culo que grabarlo. Lo ¨²nico aburrido son los viajes, porque pierdo mucho tiempo.
P. Hay un abismo brutal entre el Ney Matogrosso exhibicionista y osado en el escenario y el Ney Matogrosso t¨ªmido y reservado del d¨ªa a d¨ªa. ?C¨®mo se relaciona un Ney con el otro?
R. Durante mucho tiempo pens¨¦ que era esquizofr¨¦nico, que ten¨ªa doble personalidad. Hasta que me di cuenta de que, con el tiempo, uno se fue acercando al otro. Al principio, miraba las fotos y no me reconoc¨ªa, pensaba que no era yo. Era una locura. Pero poco a poco fui entendiendo que era realmente yo, que no era esquizofr¨¦nico, que mi trabajo es as¨ª, todo extrovertido, y que fuera del escenario no ten¨ªa ninguna necesidad de manifestarme. Absolutamente ninguna.
Al comienzo miraba las fotograf¨ªas y no me reconoc¨ªa, no cre¨ªa que era yo.?
P. ?Y c¨®mo se lo explica? ?Por qu¨¦ al cerrar la puerta esa necesidad de expresarse, de reivindicar, pierde fuerza?
R. No es que deje de ser reivindicativo. Soy una persona que exige derechos, me reivindico todo el tiempo, pero no necesito exponerme. Soy una persona consciente del mundo en el que vivo, de la realidad de la vida, de la realidad de los gobiernos, de las iglesias... no soy tonto. La ¨²nica v¨ªa que tengo para expresar todo lo que pienso sobre mi pa¨ªs y el mundo es en las entrevistas que doy, mientras que en el escenario desaf¨ªo todas las reglas. Soy osado, atrevido, s¨ª, porque tengo que serlo, porque Brasil est¨¢ m¨¢s carca que antes.
P. ?Por qu¨¦ cree, usted que ha enfrentado una dictadura, que es as¨ª?
R. Porque lo es. El R¨ªo de Janeiro de los a?os 60 era una ciudad donde, de jueves a s¨¢bado, se pod¨ªa andar por la calle hasta las cinco de la ma?ana que estaba abarrotada. Cuando aparec¨ªa una reinona por la calle, la gente la aplaud¨ªa. Eso me fascinaba, lo encontraba muy divertido. Yo era del Estado de Mato Grosso, donde solo hab¨ªa un gay que andaba por la calle y solo faltaba que lo apedrearan. De manera general, Brasil era m¨¢s tolerante con todas las diferencias, y se fue volviendo intolerante. Quien instituy¨® la violencia en Brasil fue la dictadura militar y la gente pas¨® a ser violenta. Hoy en d¨ªa todo el mundo tiene la violencia metida dentro, no se puede ni dar una opini¨®n. En las redes sociales, la gente se te tira encima furiosa. Yo no tengo red social porque no me interesa lo que piensa la gente, porque la gente est¨¢ loca, es muy radical. ?C¨®mo podemos ser un pa¨ªs con un pensamiento radical? Pero eso se ve en todas partes. En la pol¨ªtica, estamos al borde de una guerra civil por culpa de esta gente rid¨ªcula.
P. ?Qu¨¦ gente rid¨ªcula?
R. Del Gobierno rid¨ªculo que nos gobierna. Tienen que ir a la c¨¢rcel. No se puede dejar en el poder a un Gobierno que saquea el pa¨ªs. El juez Sergio Moro [que dirige la investigaci¨®n judicial de los casos de corrupci¨®n en la petrolera estatal Petrobras] est¨¢ dignificando la justicia en Brasil. Porque quien roba es un ladr¨®n, y los ladrones tienen que ir a la c¨¢rcel, no solo los pobres. No digo que antes no hubiera robado nadie, pero ellos [el Partido de los Trabajadores] llegaron con tanta avidez que fueron descarados. Hay que pararlo, no pueden robar m¨¢s. Siempre he dicho lo que pienso, si no me priv¨¦ de dar mi opini¨®n en la dictadura, ?por qu¨¦ voy a privarme ahora? Ahora que me aguanten, ?no dicen que estamos en una democracia? A ver si es verdad.
P. ?Est¨¢ a favor del impeachment de la presidenta Dilma Rousseff?
R. S¨ª. Si se demuestra que es culpable, debe dejar el Gobierno.
P. Volviendo a la m¨²sica... ?Qu¨¦ rumbo sigue la m¨²sica brasile?a? ?A qui¨¦n admira actualmente?
R. A Criolo, y tambi¨¦n a Tono, un grupo de R¨ªo de Janeiro. Hay gente haciendo cosas interesantes. Oigo decir que la m¨²sica est¨¢ en crisis, pero no es una crisis creativa, es por los obst¨¢culos que hay que superar para llegar a la radio. Hoy en d¨ªa tienes que pagar para que pongan tu m¨²sica en la radio, antes grababas un disco y lo escuchabas en todas las emisoras del pa¨ªs.
Oigo decir que hay una crisis en la m¨²sica, pero no es una crisis creativa, es una crisis por los obst¨¢culos que enfrentas para tocar en las radios.
P. ?Habr¨¢ una nueva generaci¨®n de Chicos, Caetanos, Marias Beth?nia, Neys... alguien que represente este momento en Brasil?
R. No lo s¨¦. Si llegamos a la conclusi¨®n que vivir es un tr¨¢nsito, las cosas se transforman con mucha rapidez, y no s¨¦ ad¨®nde van a parar. Todo puede pasar. En Brasil no paran de surgir artistas constantemente, algunos vienen y van, pero es una cantera de artistas, es algo maravilloso. Quiz¨¢s es lo que puede salvar a Brasil, porque cuando esta mentalidad art¨ªstica se extienda ser¨¢ de todos.
P. Brasil celebra los 100 a?os de la samba. ?Qu¨¦ conquistas importantes se han producido desde entonces? ?Qu¨¦ significa para los brasile?os este patrimonio?
R. La samba estaba restringida a los negros y se expandi¨®, y hoy en d¨ªa es la m¨²sica que representa a Brasil. Es interesante observar que en muchos pa¨ªses la m¨²sica que representa a los blancos es la m¨²sica de los negros. Quiz¨¢ lo que m¨¢s me gusta de Brasil es este mestizaje. La mezcla es muy sana, aunque aqu¨ª tenemos mucho racismo. Dicen que no hay, pero s¨ª que hay, est¨¢ institucionalizado. En las c¨¢rceles brasile?as, el 80% de los presidiarios son negros pobres. A todos les gusta la mezcla del Carnaval, ?pero por qu¨¦ no les gusta el resto del a?o?
P. ?Qu¨¦ opina sobre la ola conservadora y el resurgimiento religioso que domina parte de los debates en el pa¨ªs?
R. Brasil es un pa¨ªs laico, pero dejaron que la religi¨®n se infiltrara. Creo que lo que va a pasar es que se van a comer los ojos los unos a los otros. Pero el pueblo tiene que moverse. Ya no hay derechas o izquierdas, hemos sobrepasado la ideolog¨ªa pol¨ªtica. Se trata de maleantes y el pueblo tiene derecho a echarlos.
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