Vuelta alrededor de Svetlana Alexi¨¦vich

Un escueto ¡°?Fant¨¢stico!¡± fue todo lo que dijo al tel¨¦fono Svetlana Alexievich luego de recibir la noticia por tel¨¦fono de que fue galardonada, seg¨²n comenta Sara Danius, la secretaria permanente de la Academia Sueca quien fue la que se comunic¨® con ella. La ganadora bielorrusa del Premio Nobel de Literatura ha sido el gran tema del que hablan las redes sociales desde el jueves 7 en que fue premiada.

El diario The Guardian coloc¨® el mismo d¨ªa una excelente muestra fotogr¨¢fica sobre Svetlana Alexievich donde destaca la foto, en polo marr¨®n, de la autora abriendo la puerta apenas los periodistas en Minsk supieron del premio. Tambi¨¦n hay una foto muy significativa de Sevtalana en Kabul, en traje de periodista, recogiendo declaraciones para su libro Los Chicos de Zinc sobre la guerra de Afganistan.

Otro dato del que nos enteramos leyendo The Guardian es que Alexievich no es ajena al cine. Uno de los mon¨®logos de su c¨¦lebre libro Voces de Chernobil, el ¨²nico traducido al castellano por el momento, fue la base para un cortometraje titulado ¡°The Door¡± y realizado por la irlandesa Juanita Wilson. El cortometraje tuvo mucho ¨¦xito y fue nominado incluso al premio Oscar. En Youtube puede verse el corto.

Uno de los m¨¢s felices con el premio debe ser el periodista de The New Yorker Philip Gourevitch, quien un a?o antes escribi¨® en la revista un art¨ªculo titulado ¡°La no ficci¨®n merece un Nobel¡± movido por ver a Svetlana Alexievich entre las quinielas del Nobel de Ladbrokes (ese a?o ganar¨ªa Patrick Modiano). Ah¨ª celebra que Aleixievich est¨¦ tercera en las apuestas y dice que hace d¨¦cadas que la no ficci¨®n dej¨® de ser una ¡°ciudadana de segunda clase¡± en la literatura (la frase es del periodista Gay Talese). Dice que la no ficci¨®n implica que el autor est¨¢ ligado a los hechos documentados, pero que no puede realizarse una obra si no se tiene una imaginaci¨®n tan poderosa como la que se necesita para escribir novelas o poemas.

Svetlana Alexievich estuvo en M¨¦xico invitada por la Casa Refugio Citlalt¨¦petl para la inauguraci¨®n de una Casa Refugio en Puebla. Asisti¨® tambi¨¦n el premio Nobel nigeriano Wole Soyinka. Pedro ?ngel Palou en Letras Libres recuerda esa visita ¡°Comparada con la exuberancia f¨ªsica y verbal de Soyinka, Alexi¨¦vich asombraba particularmente por su reserva. Era una mujer peque?a, pero de complexi¨®n fuerte, como una pieza de granito que a¨²n no ha sido tallada. Hablaba quedo, pero sus frases en ingl¨¦s eran precisas¡± dice y describe su trabajo coral como una suerte de montaje cinematogr¨¢fico.

Finalmente, es muy interesante leer los comentarios en The New York Times sobre el premio Nobel a Alexievich. M¨¢s de 200 personas se dividieron entre los que felicitaron que el Nobel diese a conocer a una nueva autora para leer, y los que est¨¢n muy molestos porque piensan que el premio literario se ha convertido en un nuevo Nobel de la Paz. ¡°Hay que agradecerle a Putin este Nobel¡± dijo alguien profundamente decepcionado.