¡°Necesitamos m¨¢s hombres y mujeres desobedientes¡±
La creadora norteamericana, disc¨ªpula de Ana?s Nin, lucha desde hace 50 a?os por que las mujeres vean reconocido su papel en la historia del arte
Judy Chicago es una artista peleona y desobediente que nunca se resign¨® a aceptar la marginaci¨®n de las mujeres en el mundo del arte. Su obra cumbre, The Dinner Party, instalaci¨®n tan celebrada como denostada por parte de la cr¨ªtica, reivindica el papel de 39 grandes mujeres como Virginia Woolf o Leonor de Aquitania a trav¨¦s de una mesa de 39 platos con formas que recuerdan a una vulva. Impulsora del arte feminista en la d¨¦cada de los setenta, disc¨ªpula de Ana?s Nin, sus cuadros, collages, fotograf¨ªas e instalaciones han experimentado un notable proceso de reivindicaci¨®n en los ¨²ltimos cinco a?os, algo de lo que se muestra hondamente orgullosa. En su d¨¦cada de los setenta (tiene 76 a?os), por fin, llega el ansiado reconocimiento. Es una de las firmas de The World Goes Pop, muestra que re¨²ne en estos d¨ªas en la Tate Modern de Londres a las mujeres artistas del pop art. Y en el Azkuna Zentroa de Bilbao se exhibe hasta el 10 de enero de 2016 ?Por qu¨¦ no Judy Chicago?, muestra que recorre sus 50 a?os de trayectoria y que no obvia su eterno caballo de batalla: la lucha por el reconocimiento de las mujeres artistas. En una de las salas del centro de arte vizca¨ªno, flanqueada por su marido, el fot¨®grafo Donald Woodman, del que nunca se separa para las entrevistas, contesta a las preguntas con su marcado acento de, c¨®mo no, Chicago, su ciudad natal.
El feminismo no es solo la igualdad de derechos para las mujeres. El feminismo es desafiar el paradigma predominante¡±
Pregunta. Usted est¨¢ considerada como una impulsora del arte feminista, ?qu¨¦ es lo que convierte una obra de arte en una obra de arte feminista?
Respuesta. No tiene por qu¨¦ estar centrada en la mujer, ni tiene por qu¨¦ estar hecha por mujeres. Debe contener un reconocimiento del g¨¦nero, debe estar filtrada por una lente que ve el mundo de un modo m¨¢s hol¨ªstico. El feminismo no es solo la igualdad de derechos para las mujeres. El feminismo es desafiar el paradigma predominante, el paradigma de la dominaci¨®n.
P. Y, como feminista, ?cu¨¢les cree que deber¨ªan ser ahora las prioridades del movimiento?
R. Traducir los cambios de conciencia en cambios institucionales. Porque ah¨ª es donde no se ha producido un cambio suficiente. Y tambi¨¦n, transformar el planeta de modo que las ni?as en Pakist¨¢n no tengan que tener miedo de ir a la escuela, porque les van a arrojar ¨¢cido a la cara o las van a matar. Hay tanto trabajo por hacer, y somos tan afortunadas en el Oeste... Tenemos derechos que damos por sentados y olvidamos c¨®mo los conseguimos.
P. Usted sostiene que las mujeres han sido borradas de la historia del arte, ?c¨®mo se produce ese borrado?
R. Ese borrado no es consciente. Y no dir¨¦ que las cosas no han cambiado: se ven m¨¢s trabajos de mujeres, de artistas de minor¨ªas, pero, sobre todo, en centros regionales. En los grandes centros, que son los que entran en la historia del arte, ha habido muy poco cambio. ?C¨®mo se produce? "Oh, s¨ª, esta persona deber¨ªa estar en la colecci¨®n, pero no hay suficiente dinero"; "No estoy interesado en su trabajo"; o "No encaja en nuestro calendario" son expresiones que cubren mucho territorio. Hay un lenguaje codificado en el mundo del arte.
El discurso pol¨ªtico se ha convertido en teatro pol¨ªtico¡±
P. En esta exposici¨®n que trae a Bilbao se ven dibujos de Fragments from the Delta of Venus and other Femerotica en que¡
R. Es un trabajo basado en la obra de Ana?s Nin, que fue mi mentora. A principios de 2000 le¨ª unos escritos sobre Ana?s que me enfurecieron. Adem¨¢s, hac¨ªa tiempo que yo estaba interesada en crear una imaginer¨ªa paralela a la del falo de tiempos de los griegos, que habla de la sexualidad activa del hombre. No hab¨ªa una iconograf¨ªa visual comparable en la sexualidad femenina. Yo no hab¨ªa le¨ªdo esos relatos er¨®ticos que escribi¨®, Delta de Venus. Lo que s¨ª recuerdo es que cuando fueron publicados, ella estaba muy preocupada por si las historias ten¨ªan una mirada femenina o no. Esos cuentos contienen algunos de los m¨¢s tempranos ejemplos de er¨®tica femenina. Pens¨¦ que pod¨ªa rendir homenaje a Ana?s, responder a esos crueles escritos sobre ella escribiendo algo distinto, y tambi¨¦n dar un nuevo paso en mi largamente cultivado inter¨¦s en crear im¨¢genes de la sexualidad femenina.
P. ?Hay algo espec¨ªficamente distinto en el erotismo desde el punto de vista femenino?
R. Una de mis im¨¢genes favoritas de Fragmentos del delta de Venus es una boca de mujer y un falo que se convierte en una fresa. ?Cu¨¢ntas im¨¢genes hemos visto en los museos de cuerpos o pechos femeninos que son peras, frutas, y otros deliciosos manjares? En el taller, el impresor se mostr¨® muy inc¨®modo con esa imagen. No estaba acostumbrado a una representaci¨®n del cuerpo del hombre como deliciosa fruta.
P. Mientras algunos se?alan que sus obras rompen tab¨²s y est¨¢n profundamente comprometidas, otros las califican de semipornogr¨¢ficas. ?Le resulta extra?o que, casi 40 a?os despu¨¦s de empezar a trabajar en ellas, todav¨ªa generen este tipo de controversia?
Coordenadas
Un libro. "A language, older than words [un lenguaje m¨¢s antiguo que las palabras], de Derrick Jensen. Describe el mundo en el que vivimos y habla de la posibilidad de cambiarlo".
Una idea. "Si toda la gente de este planeta disfrutara de los derechos humanos b¨¢sicos, el mundo ser¨ªa enteramente distinto".
Una certeza. "Que voy a morir. ?No puedo creer que haya vivido tanto tiempo!".
R. La controversia que mi trabajo genera tiene su parte positiva y su parte negativa. Significa que estos temas siguen vigentes. Yo estoy muy contenta de que The Dinner Party haya tenido una audiencia tan grande, pero ?por qu¨¦ resulta tan revelador que tantas mujeres hicieran grandes contribuciones hist¨®ricas?
P. Usted se presenta a s¨ª misma como una mujer desobediente.
R. S¨ª, eso es cosa de Arakis [Xabier Arakistain, comisario de la muestra de Azkuna Zentroa], que identific¨® dos contantes en mi trabajo: el d¨¦ficit de mujeres en el arte y la cultura, y el d¨¦ficit de perspectiva femenina, de experiencias de mujeres expresadas art¨ªsticamente. Yo me convert¨ª en desobediente porque rechac¨¦ aceptar todo esto. Necesitamos m¨¢s hombres y mujeres desobedientes en este mundo.
P. Hay movimientos sociales que est¨¢n reivindicando la desobediencia como motor de cambio, ?se siente usted identificada?
R. ?Por supuesto! ?Soy yo menos desobediente a los 76 que a los 30? No. De hecho, ahora que he sobrevivido a que se digan las peores cosas de m¨ª y de mi arte, ?qu¨¦ m¨¢s me da? ?Adelante, di que mi trabajo es horrible, no ser¨¢s el primero ni ser¨¢s el ¨²ltimo, me da igual! En cierto modo, esto me ha hecho m¨¢s libre. ?Qu¨¦ ha pasado en los ¨²ltimos cinco a?os? Viendo c¨®mo mi trabajo mueve a la gente, se puede decir que solo ha hecho que la desobediencia sea m¨¢s atractiva. Occupy Wall Street, la primavera ¨¢rabe, que desafortunadamente no acab¨® en primavera, sino en algo muy oscuro, las protestas de Tiananmen.... Mi coraz¨®n est¨¢ con esa gente, sigo siendo la hija de mi padre.
P. Su padre fue v¨ªctima del macartismo, ?queda algo del macartismo hoy en d¨ªa?
R. El macartismo solo fue una muestra m¨¢s de comportamiento reaccionario. Hemos visto muchos ejemplos de terrorismo intelectual a lo largo de la historia. ?Qu¨¦ pasa con los periodistas en Egipto? ?Qu¨¦ pasa con Ai Weiwei en China? Vemos muchos ejemplos del Estado actuando de forma terrorista. ?No los tienen aqu¨ª? El macartismo fue una verg¨¹enza para Am¨¦rica. Mi padre fue una v¨ªctima y a m¨ª me intentaron hacer creer que gente como ¨¦l era terrible. De hecho, le voy a decir algo que es clave para entenderme. A veces me preguntan c¨®mo afront¨¦ algunos de los obst¨¢culos y cr¨ªticas que encontr¨¦ a lo largo de mi carrera. Mi padre muri¨® cuando yo ten¨ªa 13 a?os, y en ese momento hab¨ªa un bombardeo de propaganda anticomunista, incluso en los c¨®mics para ni?os. Tuve que decidir si hac¨ªa caso de mi experiencia con mi padre, un hombre maravilloso con una pasi¨®n por la justicia y una esperanza de cambio, o me cre¨ªa lo que dec¨ªan los dem¨¢s. Tuve que decirlo a los 13. Que todo el mundo creyera algo no quer¨ªa decir que fuera cierto.
P. ?Y c¨®mo ve en estos momentos a la sociedad estadounidense?
R. Es obscena. El discurso pol¨ªtico se ha convertido en teatro pol¨ªtico. Como en Europa con Berlusconi. El dinero ha entrado en el mundo del arte. Cuando yo era joven no se hac¨ªa arte para ganar dinero. Hoy, el valor del arte se mide por lo que genera en las subastas. ?Deben de estar de co?a, no? ?El valor del arte reside en su significado!
P. ?El dinero lo contamina todo?
R. Ha contaminado el proceso pol¨ªtico, el mundo del arte¡ Los j¨®venes ya no saben por qu¨¦ se dedican al arte. Luego vas a los supermercados y ves que hay tantas cosas... Y mientras tanto, mucha gente en el planeta que no tiene nada. Es obsceno y doloroso.
P. ?Alguno de los candidatos a las elecciones norteamericanas puede hacer una contribuci¨®n que signifique algo para usted?
R. Idealmente querr¨ªa ver a una mujer ser presidenta de Estados Unidos. ?Creo que Hillary Clinton va a poder cambiar las cosas? Lo dudo. Pero yo votar¨¦ por ella. No tenemos alternativas reales en la escena. Aqu¨ª, en Espa?a, parece que ustedes s¨ª que tienen m¨¢s alternativas.
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