I?aki L¨®pez
Es interesante constatar que en medio del griter¨ªo de las tertulias de los s¨¢bados en televisi¨®n siempre haya una figura, la de I?aki L¨®pez, que no sale da?ada
Es interesante constatar que en medio del griter¨ªo de las tertulias de los s¨¢bados en televisi¨®n siempre haya una figura, la de I?aki L¨®pez, que es quien conduce las de La Sexta, que no sale da?ada. ?l es mediador entre los que gritan m¨¢s, para que bajen el tono, y luego conduce, con una suavidad incisiva que no se parece al tono agresivo de alguno de sus mozos de estoque, entrevistas que generalmente resultan can¨®nicas e interesantes.
Esa diferencia que existe entre los contertulios que se gritan argumentos de uno al otro lado del hemiciclo en que consiste el escenario parece dise?ada, pero uno debe imaginar que es propia de la naturaleza del presentador, no del imaginario del programa. I?aki L¨®pez exhibe, en sus intervenciones como periodista, es decir, cuando entrevista, respeto por los argumentos de sus entrevistados, y sus repreguntas excluyen esa agresividad (disimulada a veces, como en el caso de Marhuenda, de autocompasi¨®n) que parece haber prendido en el coraz¨®n de alguno de sus contertulios m¨¢s conspicuos y del periodismo de entrevistas en general.
L¨®pez muestra un inter¨¦s genuino por su invitado, de modo que en lugar de arrojarle denuestos le plantea cuestiones que generalmente son tambi¨¦n del inter¨¦s del que est¨¢ en casa. Ese rato de sosiego en que consisten sus conversaciones a veces es sobresaltado por Inda, por ejemplo, que insiste en hacer que el pobre I?aki parezca un invitado raro a su propio programa. El ¨²ltimo s¨¢bado L¨®pez se llev¨® a Pablo Iglesias e invit¨®, por plasma, a Juan Carlos Monedero. Ah¨ª volvi¨® a aparecer I?aki L¨®pez como un invitado, pues ambos amigos pol¨ªticos escenificaron una escena de sof¨¢ por plasma interpuesto que a ellos mismos alguna vez les debi¨® producir verg¨¹enza ajena, sobre todo cuando se saludaron como si hubiera siglos que no se ve¨ªan. ¡°??Pablito!!¡± ¡°????Juanqui!!!!¡±
Hasta de eso sali¨® indemne I?aki L¨®pez, que alg¨²n d¨ªa tendr¨ªa que despojarse del todo de los que gritan (o de los que hacen alarde de su autocompasi¨®n agresiva) para que su programa sobreviva a los que ahora creen que son sus se?as de identidad y ¨²nicamente son los que m¨¢s irritan al respetable.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.