Kandinsky en Madrid: la matem¨¢tica de la emoci¨®n
CentroCentro Cibeles acoge la mayor exposici¨®n celebrada en Espa?a sobre uno de los padres de la abstracci¨®n
Paseando entre los kandinskys ¨Cvolc¨¢n de color en medio de tanta grisura de cielo y discurso- cabe pensar en cosas que no suelen ser materia de reflexi¨®n un lunes por la ma?ana. Cosas como que el arte nos sigue salvando, terco en su quietud en medio de tanta bulla. Y no solo a trav¨¦s de vectores como el poder evocador y el arrebato pl¨¢stico. Tambi¨¦n nos salva la l¨®gica. La l¨®gica estruendosa de Vassily Kandinsky (Mosc¨², 1866¨CPar¨ªs, 1944), ese edificio levantado durante los primeros 40 a?os del siglo XX a golpe de teor¨ªa y pr¨¢ctica, de manifiestos y cuadros, color y forma.
La l¨®gica de Kandinsky, alguien que en M¨²nich, Mosc¨² o Par¨ªs conmocion¨® el mundo del arte aplicando criterios objetivos para suscitar las m¨¢s profundas emociones, queda enmarcada para la posteridad en la exposici¨®n que sobre la trayectoria del artista y profesor franco-ruso-alem¨¢n albergan las salas del CentroCentro Cibeles de Madrid.
El centenar de obras ¨C¨®leos, tintas, gouaches, grabados¡- procedentes del Fondo Kandinsky del Museo Nacional de Arte Moderno-Centro Pompidou de Par¨ªs se despliega en cinco grandes salas sobre la base de una sobria escenograf¨ªa de fondos blancos, azules y negros. Los paisajes posimpresionistas primero, las fr¨ªas geometr¨ªas despu¨¦s, y los inquietantes elementos zoom¨®rficos por fin, asaltan y desasosiegan al visitante que se preste al juego, en lo que supone la mayor exposici¨®n celebrada en Espa?a sobre uno de los grandes t¨®tems de la abstracci¨®n y, por elevaci¨®n, de la Historia del arte. Kandinsky. Una retrospectiva, que antes pas¨® por Mil¨¢n, Milwaukee y Nashville, es un verdadero acontecimiento en la temporada de exposiciones. No se olvide que Espa?a tard¨® algo m¨¢s de lo conveniente -1978, en la Fundaci¨®n Juan March- en dar a conocer al maestro de la abstracci¨®n.
Un pu?ado de obras maestras
Improvisaci¨®n III, En el gris, Acento en rosa, Trama negra, Una fiesta privada¡ son algunas de las obras maestras de Kandinsky presentes en la exposici¨®n que ma?ana, martes, abrir¨¢ al p¨²blico CentroCentro Cibeles de Madrid. Esas cinco obras mayores y el centenar restante pertenecen al Fondo Kandinsky, propiedad del Centro Pompidou de Par¨ªs tras las sucesivas donaciones que ¨Cprimero por parte de la viuda del artista, Nina Kandinsky a mediados de los 70 y m¨¢s tarde, en 1982, con el desembarco del Legado Kandinsky- convirtieron al museo parisiense en el principal depositario mundial de la obra del artista; s¨®lo el Guggenheim de Nueva York y el Lenbachhaus de M¨²nich pueden competir con ¨¦l en volumen e importancia de obras.
La muestra viaja por M¨²nich, Mosc¨², Weimar y Par¨ªs, y simboliza en cierto modo la condici¨®n de v¨ªctima pol¨ªtica de un genio que, a la postre, habit¨® una constante huida hacia adelante por la fuerza de las cosas. Kandinsky acab¨® harto de los bur¨®cratas comunistas, para los que trabaj¨® con ah¨ªnco tras la revoluci¨®n de 1917, y posteriormente tuvo que huir de la bestia nazi, cuando esta desmantel¨® en 1933 el experimento de la Bauhaus en Weimar y Dessau. La frialdad del geometrismo puesto en marcha por el artista a su paso por la Bauhaus acab¨® dejando paso, en Par¨ªs, a una pintura luminosa poblada de elementos org¨¢nicos y zoom¨®rficos, con un toque surrealista. Cerca de los Arp, Mir¨® y Picasso vivi¨® Kandinsky, casi recluido con Nina en su casa de Neuilly, donde estaban casi todas las obras de esta exposici¨®n: su colecci¨®n personal. El padre de El Jinete Azul muri¨® all¨ª en 1944 tras un ataque cerebral.
El viaje propuesto por la comisaria Angela Lampe, responsable de las colecciones modernas del Centro Pompidou, es escrupulosamente cronol¨®gico y abarca lo que podr¨ªamos llamar el todo Kandinsky: M¨²nich (1896-1914), Mosc¨² (1914-1921), los a?os de la Bauhaus (1921-1933) y Par¨ªs (1933-1944, a?o de su muerte). Es la vida de un hombre de lejan¨ªas, siempre dispuesto, llegado el momento, a marcharse como lleg¨®, aferrado a la ¨²nica patria para ¨¦l posible, el arte, al¨¦rgico cual pelo de gato al dogma art¨ªstico y pol¨ªtico y a cualquier atisbo nacionalista.
As¨ª lo interpreta Angela Lampe. Recostada en un sof¨¢ del hotel que le sirve de hogar estos d¨ªas en Madrid, la responsable de la exposici¨®n habla de la triple ciudadan¨ªa de Kandinsky como ant¨ªdoto de certidumbres, y como elemento clave en su devenir personal y creativo: ¡°Para ¨¦l el arte es un ideal humanista, el arte no es de ning¨²n lugar, no tiene fronteras, y eso en ¨¦l guarda un doble sentido. Su deseo es traspasar esas fronteras y por eso fusiona pintura y m¨²sica, y por eso bebe de las tres culturas, rusa, alemana, francesa¡ su patria era solo el arte, el arte del mundo, y todo eso quedar¨¢ luego reflejado en el almanaque Der Blaue Reiter, una publicaci¨®n absolutamente innovadora en la que se muestra por primera vez el arte moderno occidental junto a las artes populares orientales, las m¨¢scaras chinas o indonesias, los dibujos infantiles, Matisse, Picasso¡ Es una especie de posmodernismo avant la lettre¡±.
Despu¨¦s de estudiar Derecho y Econom¨ªa durante 10 a?os en su Mosc¨² natal, Vassily Kandinsky se trasladaba a M¨²nich en 1896 para acometer, de forma bastante tard¨ªa, sus estudios de arte. En una ciudad que se hab¨ªa convertido en puro sarpullido creativo y que ya hab¨ªa empezado a abandonar el simbolismo para lanzarse al renovador Jugendstil modernista, Kandinsky desplegar¨ªa no solo su arte¡ sino tambi¨¦n su ciencia.
Triplemente influido por las artes tradicionales y populares de su Rusia natal, el descubrimiento de Monet y la escucha del Lohengrin de Richard Wagner, el artista iba a echar los cimientos intelectuales y pict¨®ricos de la abstracci¨®n. De lo espiritual en el arte (1912), un texto seminal de menos de 100 p¨¢ginas que deber¨ªa ser materia obligatoria en cualquier instituto de secundaria, deja claro el tema: no importa el qu¨¦, no hay asunto, no hay soluciones formales absolutas, s¨®lo el efecto ps¨ªquico de las formas y de los colores en quien contempla la obra de arte importa, algo as¨ª como entre usted en el cuadro, navegue, d¨¦jese llevar, decida c¨®mo quiere usted que ese cuadro sea. Hasta entonces sagrados principios referenciales de la pintura ¨Ccomo el del embeleso naturalista y su consecuencia, la imitaci¨®n- quedan aparcados en v¨ªa muerta. La abstracci¨®n ha nacido de forma oficial. Kandinsky, que no propone caprichos ni poes¨ªas baratas de verso libre, aplica sistemas y criterios objetivos a su pintura. La matem¨¢tica de las emociones es posible. El ¨²nico objetivo es conmover. ?l lo consigue: ¡°Todo viene de un concepto que le obsesiona, el de la necesidad interior. En su caso esa necesidad viene de la forma, del interior, es decir, si en ese cuadro hay un c¨ªrculo es preciso que ese c¨ªrculo sea amarillo y no de otro color, de manera que acabar¨¢ provocando emociones, vibraciones. En la abstracci¨®n de Kandinsky todo es muy controlado y muy sistem¨¢tico, todo es muy riguroso, y ah¨ª tienen mucho que ver, creo yo, sus estudios de Derecho y Econ¨®micas. El objetivo ¨²ltimo era no s¨®lo transmitir, sino persuadir¡±, explica Angela Lampe, una de las grandes especialistas mundiales en Kandinsky y los dem¨¢s artistas del grupo Der Blaue Reiter (El Jinete Azul), y que ahora prepara la gran retrospectiva que sobre Paul Klee organizar¨¢ el a?o pr¨®ximo el Centro Pompidou de Par¨ªs.
Kandinsky. Una retrospectiva. Exposici¨®n organizada por CentroCentro Cibeles, Centro Pompidou y Arthemisia Group. Del 20 de octubre al 28 de febrero.
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