Clase magistral con el profesor Coppola

Un calcet¨ªn rojo y otro amarillo como complementos a un traje gris. Al final, el experimentalismo era esto. En Francis Ford Coppola (Detroit, 1936) conviven varios seres humanos. El empresario tur¨ªstico genera suficiente dinero como para que el cineasta viaje en su jet privado de Abu Dhabi a Asturias y de ah¨ª a Barcelona. El productor se dedica a pel¨ªculas de g¨¦nero para que el defensor del Live Cinema, el cine en vivo, pueda marcarse sus digresiones. El creador que en cuanto sale a la calle le tocan ¡ªcon gaitas, silbando, con pasacalles¡ª la banda sonora de El padrino esconde a un experimentador que cree que el arte solo tiene sentido si se arriesga.

Debe de ser complejo vivir en Coppola, toda una carrera marcada por una saga de mafiosos italoamericanos, un tema que ni le interesaba en sus inicios: ¡°De joven yo quer¨ªa rodar pel¨ªculas experimentales, pel¨ªculas que no se hubieran hecho antes. Cosas como La conversaci¨®n. Y por eso mis compa?eros de la escuela de cine nos mudamos de Los ?ngeles a San Francisco. Pero hice dinero con El padrino. Ahora vivimos momentos dif¨ªciles para los creadores personales. Hollywood es solo una idea: hacer pel¨ªculas para ganar dinero. La pregunta es ?quieres hacerte rico? El concepto de que un artista gane mucho dinero es reciente, nace de las grabaciones, que generan derechos de autor. Cuando empez¨® el cine, se pod¨ªa experimentar con el lenguaje. Hoy no. Los productores no permiten que emerja el esp¨ªritu que cre¨® el lenguaje del cine. Prometeo rob¨® el fuego y fue encadenado por ello. Lo mismo le pasa al cine: est¨¢ encadenado porque todo se mueve por dinero¡±.

As¨ª arranc¨® ayer por la tarde la charla del premio Princesa de Asturias de las Artes con estudiantes (en realidad el p¨²blico muy heterog¨¦neo) en el caf¨¦ gijon¨¦s Dindurra, previo a su encuentro con p¨²blico en el adyacente teatro Jovellanos, al que tambi¨¦n acudi¨® la reina do?a Leticia. Coppola insisti¨® en que le preguntaran por el futuro del cine, que era de lo que ven¨ªa a hablar, y al final logr¨® meter su cu?a publicitaria: ¡°El futuro del cine no es el 3D, que ha tenido ya varias resurrecciones, sino otros campos como la escritura. La novela tiene 400 a?os y se ha reinventado constantemente. As¨ª que en el guion hay mucha innovaci¨®n posible. Otro campo de mejora lo ofrece el documental. Aunque se base en la realidad, usan t¨¦cnicas magn¨ªficas. Me fascin¨® ver c¨®mo mutaba Stories we tell,de Sarah Polley. Otra tendencia: los proyectores digitales albergan archivos que pueden variar de un d¨ªa a otro, son mutables, no como el celuloide. Pueden conectarse a la Red y que la gente los cambie. Es el cine en vivo. El cine se basa en planos, la televisi¨®n en eventos, la literatura en frases y el teatro en escenas. Debemos recuperar el poder de la representaci¨®n, del actor, perdido desde que se crearon la fotograf¨ªa y el montaje¡±. ?l ya lo ha hecho este verano en Oklahoma. ¡°El cine es el matrimonio entre actuaci¨®n y escritura. Los j¨®venes directores saben poco de la actuaci¨®n a no ser que provengan del teatro. No se sacan cosas del actor sino que surge de ellos. T¨² solo ayudas. Yo me encierro una semana solo con los actores para ir paso a paso convirti¨¦ndoles en los personajes".

El tema de la pel¨ªcula

Francis Ford Coppola dej¨® m¨¢s perlas para el recuerdo: ¡°Cualquier proyecto creativo tiene una idea grande detr¨¢s, el tema. Debes tenerlo muy claro desde el inicio. En La conversaci¨®n era la privacidad. En El padrino, la sucesi¨®n. Solo una palabra. El director toma millones de decisiones al d¨ªa. De vez en cuando llega una pregunta a la que no tienes respuesta y debes volver a la idea. En La conversaci¨®n me ense?aron un mont¨®n de abrigos para el protagonista, estilo al del teniente Colombo¡­ Y yo eleg¨ª uno transparente, recordando mi tema¡±.

Tambi¨¦n habl¨® de las plataformas digitales: ¡°Durante a?os hablamos de la tele y el cine como algo separado. Pues hoy en d¨ªa son casi lo mismo. En el cine ya no hay latas, sino archivos digitales. Desde peque?o me interesa la tecnolog¨ªa. Y ya adivin¨¦ que habr¨ªa un momento en que las redes sociales acabar¨ªan perdiendo inter¨¦s, como efectivamente ocurre hoy. Al final las empresas digitales necesitan contenidos nuevos. El cine siempre ha estado en venta y en tres a?os Yahoo, Google y Apple comprar¨¢n los estudios. Pienso en las series y creo que todo es cine: dure un minuto, 100, o un mes¡±.

Tambi¨¦n regal¨® sentencias contundentes: ¡°La idea de hacer un trabajo creativo sin l¨ªmites es ciencia ficci¨®n¡±; ¡°El cine es conflicto, est¨¢s moldeando una piedra con las manos y habr¨¢ grandes cat¨¢strofes¡±; ¡°Acabo de leer hace tres semanas Don Quijote. Me ha costado, pero ha sido muy divertido¡±; ¡°Tenemos una crisis de salud mental en el mundo occidental¡±; ¡°Los artistas son el radar de la Humanidad¡±. ¡°El cine es el arte de nuestro tiempo e ilumina nuestra vida contempor¨¢nea¡±. Dicho lo cual, se fue a saludar a la reina.

Cinco pel¨ªculas del director

El padrino (1972). La cr¨ªtica y los innumerables premios avalan que El padrino es una de las mejores pel¨ªculas de la historia del cine. Protagonizada por Marlon Brando, la historia de la familia Corleone retrata el mundo de la mafia de Nueva York, donde la corrupci¨®n, la intriga, la venganza y el poder se dan cita.

La conversaci¨®n (1974). De tem¨¢tica mafiosa tambi¨¦n es La conversaci¨®n, otra de las grandes obras de Coppola, protagonizada por Gene Hackman. La historia de un esp¨ªa solitario que vende los secretos m¨¢s ¨ªntimos de los dem¨¢s lleg¨® a tener tres candidaturas a los Oscar.

El padrino II (1974). La segunda entrega de la serie protagonizada por Robert de Niro, Marlon Brando y Al Pacino traslada parte de su acci¨®n a Cuba, al borde de la revoluci¨®n. Esta parte de la trilog¨ªa recibi¨® seis oscars incluyendo a la mejor pel¨ªcula, mejor director y mejor actor de reparto.

Apocalypse Now (1979). Ambientada en la guerra de Vietnam, Apocalypse Now adapta el cl¨¢sico El coraz¨®n de las tinieblas, de Joseph Conrad. Su rodaje en la selva de Filipinas fue uno de los m¨¢s duros de la historia. El protagonista, Martin Sheen, sufri¨® un infarto y el director perdi¨® 30 kilos.

La ley de la calle (1983). El filme obtuvo la Concha de Oro a la mejor pel¨ªcula en el Festival de San Sebasti¨¢n. Situada en los a?os cincuenta, en Tulsa (Oklahoma) es una versi¨®n de una novela de Susan E. Hinton. Est¨¢ considerada una de las joyas del g¨¦nero experimental de Coppola, que protagoniza Matt Dillon.