Luminosa derrota

Cuando comenc¨¦ a leer la nueva novela de Ricardo Men¨¦ndez Salm¨®n, Ni?os en el tiempo, no hacia ni dos d¨ªas que hab¨ªa terminado de leer una novela del escritor italiano Giorgio Faletti en donde el narrador dice lo siguiente: "Elena me hab¨ªa dicho siempre que los hijos son las ¨²nicas personas que pueden hacernos aceptar la idea de la muerte, porque ning¨²n padre ni madre quiere sobrevivir a aquellos a quienes trajo al mundo". Esta reflexi¨®n en Faletti es aleatoria (y sorprendentemente azaroso el hecho de que su protagonista se llame igual que la del escritor asturiano), no as¨ª en la novela de Men¨¦ndez Salm¨®n, donde la muerte de un hijo se convierte en el eje desolador de toda su historia. En la rese?a que escrib¨ª, en este mismo suplemento, sobre La luz es m¨¢s antigua que el amor (2010), propon¨ªa la interpretaci¨®n de que con ese libro, Ricardo Men¨¦ndez Salm¨®n abandonaba la arquitectura metaf¨®rica que caracterizaba a su Trilog¨ªa del maly se adentraba en un nuevo camino, m¨¢s incierto pero tambi¨¦n m¨¢s revelador de las dotes del novelista inconforme y talentoso que es.

Ni?os en el tiempo divide su trama en tres cap¨ªtulos, correspondiendo cada uno de ellos a tres etapas diferentes del protagonista. Antares y Elena se separan cuando su hijo muere. Antares es escritor y en la escritura tiene una aliada para neutralizar su inmenso dolor. Elena no tiene m¨¢s que el vac¨ªo que ha dejado su hijo. El matrimonio apela a estrategias que los ayude a sobrevivir (que no a superar) la ausencia del hijo. Fallan tales maniobras y el matrimonio se deshace. En el segundo cap¨ªtulo tenemos el relato de la ni?ez de Jes¨²s, la novela que escribe Antares para intentar no olvidar que si su hijo no tendr¨¢ m¨¢s una infancia, Jes¨²s no la tuvo nunca, nadie escribi¨® sobre ella. Antares, con el recuerdo de su hijo, fabula esa vida inexistente. Acomete una ficci¨®n reparadora, como si alguien tuviera que llenar ese misterioso vac¨ªo. En el tercer cap¨ªtulo encontramos a Antares en Creta. Un hombre solitario, sin nombre, que ha dejado de escribir y de pertenecer a la sociedad literaria, replegado sobre s¨ª mismo y sobre su convicci¨®n de que la literatura poco o nada tiene que ver con la felicidad.

Cierto aire de desanexi¨®n con un todo se aprecia en esta novela si la comparamos con la unidad narrativa que mostraba la Trilog¨ªa del mal. Pero precisamente en ello estribaba la apuesta de Men¨¦ndez Salm¨®n, en apartarse de la reflexi¨®n monogr¨¢fica concentrada en un prop¨®sito metaf¨®rico y fragmentarizar su discurso narrativo. Sobre esta novela planea la atm¨®sfera de dolor y orfandad (supongo que cuando alguien pierde un hijo, tambi¨¦n queda hu¨¦rfano, a falta de una palabra mejor que designe aquella tr¨¢gica circunstancia). Pero tambi¨¦n planea la incertidumbre sobre qu¨¦ puede hacer la escritura para curar la terrible herida que deja la p¨¦rdida de un hijo.

Leo esta novela, su pulcr¨ªsima escritura, la sintaxis medida para el tono maravillosamente contenido dada la materia doliente que la inspira, y no puedo evitar recordar la historia de aflicci¨®n incurable que soport¨® durante a?os el poeta franc¨¦s Stephane Mallarm¨¦ durante la enfermedad y posterior muerte de su hijo de ocho a?os Anatol. La referencia es simplemente humana, y por ello el lector puede ejercer su pleno derecho a rechazarla. Lo que tal vez el lector si podr¨ªa tener en cuenta es la relaci¨®n que podr¨ªa encontrar entre la vida de la infancia de Jes¨²s que Men¨¦ndez Salm¨®n lleva a cabo y la vida de la Virgen Mar¨ªa que urdi¨® con parecida felicidad est¨¦tica Gustavo Mart¨ªn Garzo en su ya can¨®nica novela en castellano sobre el tema mariano.

Ni?os en el tiempo es un canto a la victoria de la ficci¨®n cuando se la narra de su luminosa derrota.

Ni?os en el tiempo. Ricardo Men¨¦ndez Salm¨®n. Seix Barral. Barcelona, 2014. 224 p¨¢ginas. 17,50 euros.