Ai Weiwei quiere jugar con tus Legos
El fabricante se niega a aceptar un pedido de sus piezas al atribuirle un fin ¡°pol¨ªtico¡± y el artista disidente chino pide entonces al p¨²blico que le done las suyas
Ai Weiwei quiere jugar con los bloques de Lego de sus amigos. Despu¨¦s de una muy p¨²blica disputa con la casa fabricante, que se ha negado a entregarle un pedido de piezas que el artista disidente chino quer¨ªa usar para una exposici¨®n en Australia, Ai ha solicitado a sus admiradores que le donen las que tengan por casa. La respuesta ha sido tan abrumadora que, asegura, est¨¢ convencido de que podr¨¢ reunir las suficientes para completar su proyecto.
El esc¨¢ndalo hab¨ªa estallado este fin de semana cuando Ai, que desde agosto reside en Berl¨ªn, denunci¨® a trav¨¦s de Twitter que la multinacional especializada en piezas de construcci¨®n para ni?os se hab¨ªa negado a servirle un pedido ¡°sustancial¡±, con el argumento de que Lego ¡°no puede aprobar el uso de sus bloques en obras pol¨ªticas¡±.
El polifac¨¦tico artista, tan c¨¦lebre en el exterior por creaciones como el dise?o del estadio ol¨ªmpico de Pek¨ªn -tambi¨¦n conocido como ¡°El Nido¡±- como por sus encontronazos contra el r¨¦gimen comunista chino, no dud¨® en denunciar la situaci¨®n p¨²blicamente como ¡°un acto de censura¡±. Como tampoco dud¨® en se?alar que la empresa responsable de los parques tem¨¢ticos de la marca, la brit¨¢nica Merlin, acababa de firmar un contrato para instalar uno de sus parques en Shangh¨¢i, durante la visita del presidente chino, Xi Jinping, a Londres.
De inmediato, los admiradores de Ai empezaron a enviarle mensajes en los que le ofrec¨ªan donarle sus bloques de construcci¨®n, muchos de ellos con comentarios de denuncia contra la multinacional. ¡°Eso es lo que pasa cuando antepones el dinero y una mala pol¨ªtica a las personas y a la verdad¡±, escrib¨ªa uno de sus ¡°seguidores¡±.
Este lunes, el escultor, dise?ador y cantante anunci¨® que organizar¨ªa puntos de recolecci¨®n en diferentes ciudades del planeta para que la gente pudiera depositar sus piezas del juguete. Con ellas pensaba construir, aseguraba, una instalaci¨®n dedicada a la libertad de expresi¨®n.
¡°En respuesta al rechazo de Lego y a la abrumadora respuesta del p¨²blico, Ai Weiwei ha decidido crear una nueva obra que defienda la libertad de expresi¨®n y el arte pol¨ªtico¡±, indicaba la cuenta de Instagram del artista. ¡°El Estudio Ai Weiwei anunciar¨¢ la descripci¨®n del proyecto y los puntos para depositar las piezas en diferentes ciudades. Es la primera fase de los pr¨®ximos proyectos¡±.
En uno de sus mensajes mostraba la fotograf¨ªa de un autom¨®vil rojo aparcado frente a su vivienda pekinesa sobre cuyo techo alguien volcaba piezas del juego. ¡°El primer contenedor¡±, anunciaba.
Horas despu¨¦s, en una rueda de prensa en Berl¨ªn se?alaba que cree que recibir¨¢ suficientes ofertas de piezas de sus admiradores como para completar la obra. ¡°Internet es un poco como una iglesia moderna. Vas a ver al cura, le cuentas tus problemas y todos los feligreses pueden participar y quiz¨¢, entre todos, se puede lograr una soluci¨®n¡±, declaraba el artista. Ai asegur¨® que cuando recibi¨® la negativa de Lego se sinti¨® ¡°at¨®nito. Era un encargo perfectamente respetable¡±.
Ai ya hab¨ªa utilizado piezas de Lego en otras instalaciones previas. El a?o pasado las emple¨® para crear 175 retratos gigantes de disidentes presos o exiliados en una exposici¨®n en la prisi¨®n de Alcatraz, en San Francisco (EE. UU.), y en esta ocasi¨®n quer¨ªa hacer algo similar en Melbourne (Australia).
El portavoz de Lego Roar Rude Trangbaek declar¨® a AFP que la compa?¨ªa se abstiene ¡°a nivel global de implicarse de manera activa o de apoyar el uso de bloques de Lego en proyectos o contextos de naturaleza pol¨ªtica. No es un principio nuevo¡±.
El artista no es, ni mucho menos, ajeno a la controversia, aunque generalmente sus peleas tienen como objetivo el r¨¦gimen chino. En 2011, mientras desarrollaba un proyecto para publicar los nombres de los ni?os muertos en el terremoto de Sichuan de 2008 -y denunciar la mala calidad de la construcci¨®n de las escuelas p¨²blicas donde fallecieron-, Ai fue detenido durante 81 d¨ªas, tras lo que se le incaut¨® el pasaporte. Finalmente este verano pudo salir del pa¨ªs por primera vez en 4 a?os.
El Ministerio chino de Asuntos Exteriores no ha querido pronunciarse sobre la nueva pol¨¦mica en torno a su ciudadano. Su argumento es que la disputa no tiene car¨¢cter ¡°diplom¨¢tico¡±.
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