¡°Los familiares no necesitamos saber cu¨¢ntos tiros le dieron a Federico¡±
Laura Garc¨ªa Lorca considera "morbosa" la campa?a para buscar los restos del poeta Ian Gibson y la alcaldesa de Alfacar se muestran favorables a una tercera excavaci¨®n
Si entre los restos que pudieran hallarse en la fosa de Alfacar se encontraran los huesos de un var¨®n con 1,68 de altura, un defecto en los pies y un cr¨¢neo m¨¢s grande de lo normal, se tratar¨ªa de Federico Garc¨ªa Lorca. As¨ª lo afirma Javier Navarro, arque¨®logo jefe del equipo que aguarda una decisi¨®n de la Junta de Andaluc¨ªa para emprender la tercera b¨²squeda del cad¨¢ver del poeta y los que junto a ¨¦l fueron fusilados en ese paraje de Granada. La familia Garc¨ªa Lorca, a trav¨¦s de Laura, sobrina del escritor, asegura que, si recibieran una llamada comunic¨¢ndoles que se han hallado los restos del poeta, sabr¨ªan qu¨¦ hacer: "Pedir que lo dejaran all¨ª. Es lo m¨¢s l¨®gico".
Si se diera con los restos de Lorca y de Di¨®scoro Galindo, el maestro cojo de Publiana, o de los banderilleros anarquistas Juan Arcoya y Francisco Galad¨ª, fusilados con ellos, comenzar¨ªa un engorroso tr¨¢mite. Una cosa es hallar restos y otra su exhumaci¨®n. Para eso debe dar consentimiento la familia. "Las exhumaciones deben promoverse por los familiares directos ¡ªpadres, hijos o hermanos¡ª, as¨ª como por las propias autoridades o las asociaciones memorial¨ªsticas, que pueden actuar por iniciativa propia", se?alan fuentes del Gobierno andaluz.
La rama existente de los Garc¨ªa Lorca llega hasta los sobrinos del poeta, que siguen neg¨¢ndose en bloque a la b¨²squeda. Laura Garc¨ªa Lorca, directora de la fundaci¨®n que cuida el legado del escritor, se muestra rotunda: "Respetamos el deseo de todo el mundo de buscar los restos de sus familiares, pero nosotros no vamos a emprender ninguna iniciativa por los nuestros. El hecho de que los de Federico Garc¨ªa Lorca est¨¦n mezclados con otros es simb¨®licamente mucho m¨¢s fuerte. Lo mataron como lo mataron. Esta es la historia; qued¨® en una fosa com¨²n, justo en ese lugar y no se debe distinguir de los dem¨¢s".
La fama y el car¨¢cter de leyenda que le sigue, seg¨²n su sobrina, recorre el mundo. "Diferenciarlo ah¨ª, justamente, nos parece una falta de respeto al resto de las v¨ªctimas. Si un d¨ªa se erige un monumento, su nombre debe figurar por orden alfab¨¦tico", a?ade. Y critica la actitud de quienes se empe?an en la b¨²squeda: "Morbo, fetichismo y oportunismo es lo que mueve todas esas acciones. Lo que se pueda averiguar no justifica remover los restos de las personas que junto a ¨¦l se encuentran. Los familiares no necesitamos saber detalles, cu¨¢ntos tiros le dieron a Federico. Para nosotros no hay dudas, ni es una informaci¨®n que nos afecte".
El Gobierno central respetar¨ªa sus deseos. Jos¨¦ Mar¨ªa Lassalle, secretario de Estado de Cultura, as¨ª lo confirma: "Respetar¨ªamos su voluntad, tanto si desean dejar los restos donde est¨¢n como si quieren enterrarlos en una ceremonia privada, o como si nos solicitaran llevarlos al pante¨®n de hombres ilustres. El Estado tiene una obligaci¨®n para quienes en su d¨ªa fueron v¨ªctimas de un caso semejante".
Sentimientos encontrados
En el lugar regado por la Fuente Grande de Aynadamar, entre los ¨¢speros riscos dulcificados con olivos que unen en un sinuoso paseo las localidades de V¨ªznar y Alfacar, los ciudadanos esperan otra nueva excavaci¨®n, aunque con sentimientos encontrados. No llevan con gusto ser la sangrienta morada del poeta y de otros tantos cientos de v¨ªctimas que perecieron entre los ecos de sus montes al principio de la Guerra Civil.
F¨¢tima G¨®mez, alcaldesa de Alfacar, del PSOE, as¨ª lo reconoce: "En Fuentevaqueros tuvieron la gloria de verle nacer, y aqu¨ª la desgracia de que lo asesinaran". Muy involucrada en las cuestiones de la reparaci¨®n a las v¨ªctimas, miembro de la Asociaci¨®n Granadina para la Recuperaci¨®n de la Memoria, lo ¨²nico que pide es rigor: "En este pueblo no vamos a permitir a cualquiera que se presente a buscar la fosa de Lorca que lo haga. Tenemos que mirar con lupa las acciones. Si se hacen con criterios cient¨ªficos fiables, no hay inconveniente". Entiende el inter¨¦s que despierta esa b¨²squeda. Respeta todas las posiciones y apoya a aquellos que quieran desenterrar a sus muertos: "Yo he tenido la suerte de no vivir esa desgracia, pero si un familiar m¨ªo estuviera en una fosa, no parar¨ªa hasta encontrarlo".
La pol¨¦mica sobre semejante s¨ªmbolo siempre ha despertado notables encontronazos. Emocionales y pol¨ªticos, pero tambi¨¦n acad¨¦micos. El hispanista Ian Gibson ha perseverado en la b¨²squeda de Lorca desde hace 50 a?os. Esta nueva incursi¨®n se realiza lejos de sus teor¨ªas pero, aun as¨ª, la apoya: "Sigo pensando que est¨¢ alrededor del olivo que hay a la entrada del parque, pero no he venido a este mundo a tener raz¨®n. Ojal¨¢ lo encuentren; incluso estoy dispuesto a colaborar con los fondos por medio de crowdfunding. Lo importante es que les dejen terminar la b¨²squeda".
Los huesos escondidos en el parque
Entre las pistas enterradas a lo largo de los ¨²ltimos a?os est¨¢ la de los huesos hallados en 1986. En 2008, a?o de la inauguraci¨®n del parque Federico Garc¨ªa Lorca, en Alfacar, el diario Ideal public¨® unas declaraciones del entonces vicepresidente segundo de la Diputaci¨®n de Granada, Antonio Ernesto Molina Linares: "Se sab¨ªa que al hacer all¨ª el parque era posible que a lo largo de las obras aparecieran restos, y as¨ª ocurri¨®".
Ian Gibson las tilda de aut¨¦ntico esc¨¢ndalo. Se trata, para el hispanista, "de afirmaciones de extrema gravedad". La entonces alcaldesa de Alfacar, Carmen V¨¦lez, dijo que "lo importante es que los huesos estuviesen a salvo". Gibson insiste en que los huesos deben ser recuperados y analizados para despejar dudas.
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