¡°Hay m¨¢s inter¨¦s por la econom¨ªa que por el sexo¡±
Referente en el mundo de las ideas y uno de los cr¨ªticos de arte m¨¢s relevantes, Groys cree que los humanos ya no son capaces de entregarse a la contemplaci¨®n
Considerado uno de los representantes clave del panorama filos¨®fico internacional, adem¨¢s de uno de los cr¨ªticos de arte m¨¢s relevantes de nuestro tiempo, el pensador rusoalem¨¢n Boris Groys es tambi¨¦n un importante te¨®rico de los medios. Nacido en Berl¨ªn Oriental en 1947, Groys curs¨® estudios de L¨®gica, Filosof¨ªa y Matem¨¢ticas en la Universidad de Leningrado. Ha publicado trabajos en los que discute a fondo el legado de pensadores como Derrida, Deleuze, Baudrillard o, muy especialmente, Walter Benjamin. Sus primeros escritos tuvieron por objeto a los artistas de la vanguardia rusa, as¨ª como los distintos movimientos art¨ªsticos del siglo XX. En estudios posteriores ha reflexionado sobre la situaci¨®n del arte contempor¨¢neo, centr¨¢ndose en asuntos como la legitimidad del arte p¨²blico o el impacto que tienen los medios en la era de la tecnolog¨ªa.
Adem¨¢s de sus trabajos sobre teor¨ªa del arte y los medios, Boris Groys ha comisariado importantes proyectos art¨ªsticos. Entre sus libros destacan t¨ªtulos como Bajo sospecha: una fenomenolog¨ªa de los medios, Sobre lo nuevo: ensayo de una econom¨ªa cultural, la pol¨¦mica Obra de arte total Stalin, La posdata comunista o El poder del arte. Su libro m¨¢s reciente, Volverse p¨²blico (Caja Negra, 2014), incluye un total de 12 ensayos en los que efect¨²a un recorrido por los temas centrales de su pensamiento.
Pregunta. Seg¨²n usted, el arte contempor¨¢neo se debe examinar desde la perspectiva del productor, no del consumidor.
Respuesta. Es decir, desde el punto de vista po¨¦tico, no est¨¦tico. La perspectiva est¨¦tica es la del espectador, pero el espectador ya no es importante. De hecho, si se mira la agenda de la vanguardia y el kitsch, se ve que la figura del espectador informado desaparece, solo es importante el artista. En la sociedad contempor¨¢nea nadie es capaz de contemplaci¨®n. Hoy d¨ªa, todo el mundo es artista, todo el mundo quiere decir algo, escribir algo, colgar algo en Internet. Todo el mundo est¨¢ interesado en hacer cosas, pero nadie tiene tiempo ni inter¨¦s por mirarlas. Es un cambio completo.
P. ?Cu¨¢l es su posici¨®n respecto a la vanguardia?
¡°Al final lo que decide la fama no es el lenguaje y la interpretaci¨®n, sino el dinero y la comercializaci¨®n¡±
R. La vanguardia ha muerto, no porque sus propuestas sean imposibles, sino porque se ha quedado sin seguidores. Todo el mundo cree que puede hacer las cosas por s¨ª mismo. La vanguardia es posible, pero no tiene quien la siga.
P. ?Y la literatura?
R. Todo lo que tiene que ver con las artes de la persuasi¨®n ha muerto. Nadie est¨¢ interesado en ser persuadido por nada. Por otra parte, toda literatura tiene una base nacional, y todo lo que tiene que ver con el nacionalismo es reaccionario y b¨¢sicamente carece de inter¨¦s. De modo que lo ¨²nico interesante es la informaci¨®n a escala global y el lenguaje no puede ser global. Ni siquiera el ingl¨¦s. Los objetos son globales. El iPhone es global. El lenguaje no.
P. ?En qu¨¦ sentido Marx sigue siendo relevante hoy?
R. La civilizaci¨®n contempor¨¢nea es inconscientemente marxista. La mirada contempor¨¢nea es m¨¢s marxista que freudiana. Aunque no lo parezca, hay m¨¢s inter¨¦s por la econom¨ªa que por el sexo. Tengo la firme convicci¨®n de que Marx como escritor escap¨® a su propia visi¨®n. Hemos sido testigos del fracaso del proyecto comunista en todas partes, pero eso nos ha hecho m¨¢s marxistas que antes. Vemos el predominio de la econom¨ªa con m¨¢s claridad que nunca.
P. ?Qu¨¦ signific¨® Duchamp para el mundo del arte?
R. Yo siempre comparo a Duchamp con Kierkegaard, quien dijo que lo interesante de Jesucristo es que parece un hombre cualquiera porque carece de rasgos visuales que prueben que es Dios. Duchamp hace del arte algo absoluto al privar al objeto art¨ªstico de los rasgos visuales que lo identifiquen como tal. Despu¨¦s de Duchamp el arte es algo absoluto; la idea del ready made es un concepto cristiano. Jesucristo es un ready made. Con Duchamp el arte se hizo absoluto porque no se legitima a s¨ª mismo mediante ninguna etiqueta espec¨ªfica.
P. Caracteriza a Google como el lenguaje m¨¢s all¨¢ de la gram¨¢tica y a Internet como un basurero del lenguaje.
R. Creo que el mundo es como Foucault anunci¨® que ser¨ªa, en el sentido de que todos estamos bajo control, permanentemente vigilados. Escrib¨ª un libro titulado Bajo sospecha en el que denunciaba esta situaci¨®n y la gente dijo que yo ten¨ªa una visi¨®n muy sombr¨ªa de las cosas, pero a medida que va pasando el tiempo para m¨ª est¨¢ cada vez m¨¢s claro que Internet es fundamentalmente un instrumento de observaci¨®n y vigilancia de la gente y que todos estamos atrapados dentro de esa m¨¢quina, permanentemente expuestos a la mirada del otro.
P. ?C¨®mo definir hoy al artista?
R. Todos estamos expuestos a la mirada del otro. No nos gusta la idea, pero es as¨ª. El artista busca defenderse de la mirada del otro, evitar que los dem¨¢s te miren. El arte contempor¨¢neo es todo protecci¨®n: autoprotecci¨®n, protecci¨®n de la mirada del otro, protecci¨®n frente a Google. La mirada del otro siempre entra?a el mal. El arte nos ayuda a protegernos del mal de ojo que es la mirada del otro.
P. ?Qu¨¦ opini¨®n le merecen artistas como Jeff Koons o Damien Hirst?
R. Los dos tienen mucho talento, pero han creado una especie de marca de serie que no es m¨¢s que un producto comercial. Esa marca hace que me parezcan poco interesantes. Es posible analizar marcas como Prada, Vuitton o Gucci. Hay gente que lo hace, sobre todo en EE?UU, pero al final lo que decide la fama no es el lenguaje y la interpretaci¨®n, sino el dinero y la comercializaci¨®n. De modo que b¨¢sicamente carece de sentido escribir acerca de ello. Te puede gustar, se puede comprar, se puede vender, pero carece de sentido escribir acerca de ello porque no cambia nada el curso, el destino y la situaci¨®n del mundo del arte. Empec¨¦ escribiendo acerca de artistas rusos que nunca expusieron y no ten¨ªan ning¨²n p¨²blico. En la Uni¨®n Sovi¨¦tica no exist¨ªa un mercado del arte. Tal vez sea una experiencia socialista sovi¨¦tica no tomarse muy en serio el mercado del arte porque entonces no lo hab¨ªa. Sea como fuere, el mercado del arte no me interesa.
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