La doble vida de Edwyn Collins
Un documental cuenta la recuperaci¨®n tras un doble derrame cerebral de la estrella del pop
Cuando Edwyn Collins y su esposa sal¨ªan en coche del Royal Free Hospital londinense sol¨ªan poner la radio. Aquel invierno de 2005, mientras ¨¦l se recuperaba de una doble hemorragia cerebral, triunfaba la canci¨®n Nine Million Bicycles. Al que hab¨ªa sido la estrella del pop brit¨¢nico m¨¢s c¨®micamente ¨¢cida de los ochenta la canci¨®n le parec¨ªa maravillosa. "?Yo odiaba ese tema! Hortera y lleno de clich¨¦s: creo que ¨¦l dec¨ªa que le encantaba para hacerme rabiar", confiesa Grace Maxwell.
La mujer del l¨ªder de la banda Orange Juice, que luego se convertir¨ªa en una estrella mundial gracias a himnos como A Girl Like You, se preguntaba d¨®nde estaba aquel antiguo Edwyn Collins (Edinburgo, 1959) que habr¨ªa puesto todo su sarcasmo al servicio de la mofa de una canci¨®n que dice: "Hay nueve millones de bicicletas en Pek¨ªn, eso es un hecho, algo que no podemos negar, como el hecho de que te amar¨¦ hasta que muera". Pero despu¨¦s de sufrir el doble derrame cerebral que lo mantuvo diez d¨ªas en coma y seis meses hospitalizado, su esposo hac¨ªa de forma sentida comentarios que en otra ¨¦poca habr¨ªan sido ir¨®nicos. Maxwell describe ese cambio en Falling and Laughing. The Restoration of Edwyn Collins, el libro con el que document¨® el proceso: "Antes de que pudi¨¦ramos a?orar su inteligencia, su fabuloso sarcasmo, su alt¨ªsimamente desarrollado sentido del absurdo (?d¨®nde habr¨¢n ido?, ?volver¨¢n?) ten¨ªamos que lidiar con cuestiones de simple identidad".
Estoy buscando la verdad, alg¨²n dulce d¨ªa la alcanzaremos
En las primeras semanas, Collins s¨®lo pod¨ªa decir cuatro cosas: "S¨ª", "No", "Grace Maxwell" y "Las posibilidades son infinitas". El festival de documental musical In-Edit Beefeater estrena estos d¨ªas un filme que emplea como t¨ªtulo y promesa esta ¨²ltima frase. The Possibilities Are Endless, dirigido por Edward Lovelace y James Hall, explora de forma l¨ªrica esa recuperaci¨®n de la memoria y el habla, esa reconstrucci¨®n del yo. Maxwell confiesa que echa un poco de menos al antiguo Edwyn, "tan magn¨¦tico", pero ¨¦l no se cela de su antiguo yo y mantiene una relaci¨®n cordial con ¨¦l. "Dentro de mi cabeza no me siento tan diferente. S¨ª, dec¨ªa esa frase todo el rato en el hospital", explica, aunque su mujer no est¨¢ tan de acuerdo: "Supongo que era una frase bonita dadas las circunstancias, pero cuando la escuchas repetida 80 veces en un solo d¨ªa pierde el encanto".
En agosto de 2005, Collins pudo regresar a casa. En noviembre, pint¨® su primer p¨¢jaro: el cantante hab¨ªa trabajado como artista gr¨¢fico en el Departamento de parques de Glasgow y fue su esposa quien lo empuj¨® al dibujo de nuevo. Durante ese tiempo volvi¨® a componer t¨ªmidamente tarareando nuevos versos de una sencillez que antes habr¨ªa descartado ("Estoy buscando la verdad, alg¨²n dulce d¨ªa la alcanzaremos") pero que dieron lugar a nuevos ¨¢lbumes como Losing Sleep, de 2010. En ese disco colaboraron nombres como Johnny Marr (The Smiths) o Franz Ferdinand, cuyo cantante Alex Kapranos puso la voz a la narraci¨®n del documental de 2007 Edwyn Collins: Home Again.
Cayendo y riendo
Maxwell y Collins se conocieron en 1980, cuando Orange Juice triunfaban con la canci¨®n Falling and Laughing. El cr¨ªtico musical Simon Reynolds defini¨® ese ¨¦xito como "un tratado ir¨®nico sobre la absurdidad de ser esclavo de las humillaciones rom¨¢nticas". Lo hizo en Rip It Up and Start Again, su ensayo (titulado como otra canci¨®n de Collins) que analizaba la ¨¦poca del post-punk. Ambos t¨ªtulos parecen ahora prof¨¦ticos: "Cayendo y riendo" y "R¨¢sgalo y empieza de nuevo". De hecho, la pareja se ha mudado de Londres a la localidad costera de Helmsdale, en la Escocia rural, y no han perdido el humor en estos tiempos dif¨ªciles: "Despu¨¦s de 30 a?os Edwyn y yo parloteamos en una especie de jerga secreta. Siempre ha sido as¨ª y era importante para m¨ª hablarle de ese modo incluso cuando no me pod¨ªa responder. Discutimos un mont¨®n. Para nosotros, eso es saludable". "Bueno, saludable, saludable¡. Cuando est¨¢bamos en el hospital mi sobrino pregunt¨® si el T¨ªo Edwyn recuperar¨ªa su humor¡ Supongo que por suerte ha sido as¨ª". "?Qu¨¦ puedo hacer, sino aprender a re¨ªrme de m¨ª mismo?", cantaba en Falling and Laughing.
Collins sufri¨® el primer derrame mientras cocinaba para su familia
Maxwell est¨¢ aprendiendo a cocinar, ya que el encargado antes era Collins: de hecho sufri¨® el primer derrame mientras coc¨ªa unas patatas para ellos dos y su hijo William. En el documental, la esposa le corta las u?as y comparte una cerveza de jengibre con ¨¦l, mientras que su hijo lo interpreta de joven y toca la guitarra con su padre en el sof¨¢: Collins no ha recuperado la movilidad del brazo derecho, as¨ª que marca los acordes con la mano izquierda y su hijo (o su mujer) rasgan las cuerdas. El veintea?ero tambi¨¦n le ayuda a comunicarse con sus fans en internet. "Ha sido un salvavidas. Twitter son mensajes simples, que me ayudan a volver a comunicarme", explica Collins. Su mujer matiza ese entusiasmo: ¡°Creo que a veces le obsesiona demasiado, pero es su elecci¨®n. Cuando yo lo obligaba a sentarnos a la mesa de la cocina y practicar la escritura, lo odiaba. Cuando nuestro hijo lo introdujo en este mundo, Edwyn descubri¨® que ten¨ªa una utilidad: hablar con sus seguidores".
Sus fans parecen felices, aunque como Maxwell quiz¨¢s a?oren al antiguo Edwyn. Ese que encabez¨® una banda luminosa que se mofaba de campa?as como Rock Contra el Racismo diciendo que se deber¨ªa impulsar el Racismo Hacia el Rock. En sus primeras letras ya hu¨ªa de la pose de rock star y del rol de macho cejijunto. Con esa actitud literaria, elevada y de un amateurismo sofisticado, Orange Juice ascendieron hacia el Olimpo independiente de la m¨²sica pop de los ochenta. Entonces Edwyn era especialmente sarc¨¢stico con los periodistas m¨¢s perezosos. Esa actitud ha desaparecido totalmente: "Bueno, supongo que era una combinaci¨®n de timidez y arrogancia. Pero eso es la juventud, ?no?". Poco queda de esa vanidad. "?C¨®mo?", tercia Maxwell, "?Edwyn es rid¨ªculamente vanidoso! Vanidad: su nombre real es Edwyn Collins. Este p¨¢jaro se ama a s¨ª mismo, cr¨¦eme". Su marido replica: "?No, no es cierto! Soy modesto hasta decir basta. ?Pelea, pelea, pelea!".
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