Lecci¨®n de vida de Wilko Johnson
La historia de superaci¨®n del m¨²sico brit¨¢nico llega a la gran pantalla
"In-Edit no es un festival de cine, es un festival sobre la vida", el director de Beefeater In-Edit Cristian Pascual en su presentaci¨®n. Y si nos atenemos a lo que ha dado de s¨ª el primer fin de semana de un evento que colecciona colas y salas llenas en Barcelona (no es habitual salvo en la Fiesta del Cine o cuando estrenen Star Wars), no cabe poner objeci¨®n alguna al comentario. Tiene m¨¢s raz¨®n que un santo. Horas antes de levantar el tel¨®n, la intenci¨®n para la inaugural Daft Punk Unchained se correspond¨ªa con la realidad: "La intenci¨®n el primer d¨ªa es que la gente salga contenta, y este documental es perfecto", a?ade Pascual. Se trata de una pieza de manual, sin sobresaltos pero sumamente entretenido.
En el contexto de la eternidad, no somos m¨¢s que un parpadeo Wilko Johnson
A partir de ah¨ª, el coraz¨®n en un pu?o, y los ojos bien abiertos. Una correlaci¨®n de historias que hablan sobre el sentido de vivir. La de Orion o ese relato decadente de un Elvis de mentira, el metal en Wacken como veh¨ªculo de una comunidad ¨²nica, y el jazz, o m¨²sica cl¨¢sica negra como la defin¨ªa Roland Kirk en The case of the three sided dream: pese a su ceguera redefini¨® el g¨¦nero, tocaba varios instrumentos al mismo tiempo. No obstante, la lecci¨®n de vida definitiva, es la que lleva a la gran pantalla Julien Temple con Wilko Johnson como cebo, The Ecstasy of Wilko Johnson es cine con may¨²sculas (anteriormente dise?aron Oil City Confidential sobre Dr.Feelgood).
"Soy una pluma a merced del viento". A Wilko Johnson le diagnostican un c¨¢ncer de p¨¢ncreas, se niega a tratarse con quimioterapia. Prefiere morir de pie, detesta la idea de ir apag¨¢ndose poco a poco. "Lo que no puede curarse, puede soportarse". Le dan diez meses de vida, a lo sumo dos m¨¢s si accede al tratamiento. Y como ve que el final es inminente, toma una medida: se va a despedir encima del escenario. Viaja hasta Jap¨®n, busca la paz de d¨ªa en los templos de Kyoto, "si no est¨¢ por llegar, esta es la hora". De noche coge su guitarra, se despide tocando Johnny B. Goode de Chuck Berry. De vuelta a su refugio en Canvey Island reflexiona sobre el dolor y el odio, la pena por haber perdido a su mujer diez a?os antes tambi¨¦n por la misma enfermedad, y la rabia que le provoc¨® la existencia de su padre. Wilko tiene un telescopio en la azotea de su casa, le entusiasma la astronom¨ªa, y en particular Saturno. "En el contexto de la eternidad, no somos m¨¢s que un parpadeo".
The Ecstasy of Wilko Johnson es un viaje de LSD con m¨²sica de circo
Pacta con Roger Daltrey que, si le aguanta el cuerpo m¨¢s de diez meses, grabar¨¢n un disco juntos. Su amigo no le puede decir que no, es su regalo en vida. Going Back Home es el supuesto epitafio. Est¨¢ d¨¦bil, pero sacan el proyecto adelante con un resultado y recibimiento favorable, sin embargo a ¨¦l le abruma tanta soledad, la aceptaci¨®n de su propio destino (ese extra?o j¨²bilo inicial al conocer la noticia se desvanece). Mientras tanto, Julien Temple dibuja su perfil en Canvey Island, un lugar pr¨®spero para filmar esta maravilla. Saca cuajo del rodal, la marea, los p¨¢jaros, las f¨¢bricas¡ y las referencias literarias y cin¨¦filas que evoca y conduce al universo de Wilko; Nosferatu, Luis Bu?uel, El para¨ªso perdido de John Milton.
The Ecstasy of Wilko Johnson es un viaje de LSD con m¨²sica de circo. Inquieto por naturaleza, su sue?o es inculcar a los j¨®venes la lectura. "Eleg¨ª el Cadillac en vez de la buhardilla", iba para pintor, realmente fue m¨²sico por casualidad, Johnny Kidd & The Pirates fue la cerilla que encendi¨® su pasi¨®n por el rock n?roll. Finalmente, a Wilko le extirpan el tumor, tiene solamente un 15% de posibilidades de salir airoso, un chute de morfina puede ser su ¨²ltima excursi¨®n. No sabe si va a ganar la partida de ajedrez de Lewis que le ha planteado Julien Temple. ?He sido un pobre diablo y, me he salido con la m¨ªa!
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