Identidad y claroscuros de Espa?a
Hace algunos a?os, le¨ª un art¨ªculo de una profesora de la universidad de Freiburg donde se hac¨ªa un comentario muy atinado de una novela de Carme Riera, Joc de miralls (Por persona interpuesta, 1989). El titulo ya nos daba alguna idea de su asunto central: la identidad. Idea que Carme Riera reforzaba no hacia el concepto de identidad nacional, cultural o linguistica, sino hacia la sospecha de una identidad como m¨ªnimo bajo sospecha. No la identidad de un todo sino la de una persona posiblemente divisible en varias, muy especialmente de un escritor en el caso de la novela que cito. Si hago alusi¨®n a este hecho es porque me parece un buen ejemplo de literatura anclada en la b¨²squeda de lo complejo, de la narrativa como problema en proceso de soluci¨®n o de apertura de nuevas inc¨®gnitas. En Dins el darrer blau (1994), por ejemplo, la autora parec¨ªa adentrarse en una investigaci¨®n hist¨®rica (a rebufo de la moda imperante en esos a?os), cuando en realidad lo que hac¨ªa la autora mallorquina era preguntarse qu¨¦ autoridad ten¨ªamos para preguntarnos por el presente sin zanjar cuentas con el pasado. Lo que parec¨ªa una investigaci¨®n historicista se convert¨ªa en una moral. Lo mismo ocurr¨ªa con La meitat de l?anima (La mitad del alma, 2004), un viaje de nuevo no tanto a la historia como a la de los sujetos hist¨®ricos, a los claros-oscuros de la historia espa?ola de posguerra.
La flamante galardonada con el Premio Nacional de la Letras de este a?o, ha incursionado en distintos ¨¢mbitos de la prosa de ficci¨®n en catal¨¢n y la prosa ensay¨ªstica en castellano (orientada a estudiar desde El Quijote hasta las figuras m¨¢s se?eras de la generaci¨®n de los 50). Y tambi¨¦n en distintos registros de la narrativa, desde la autobiogr¨¢fica (Temps d?una espera, 1998), hasta la literatura infantil y juvenil, pasando por la novela de g¨¦nero negro (Natura cuasi morta, Naturaleza muerta, 2011) y la de relato entre suspense y g¨®tico (L?estiu del l?angl¨¨s, 2005).
Merecid¨ªsimo este premio a Carme Riera. Un d¨ªa, hace ya mucho tiempo, disent¨ª con ¡°La Escuela de Barcelona¡±. Pero nunca lo hice con su literatura de creaci¨®n. Est¨¢ fresco en la memoria un relato hermos¨ªsimo, Te deix , amor, la mar com a penyora (1975). En sus p¨¢ginas siempre noto que pesa a plena conciencia la sentencia de Gil de Biedma. ¡°A partir de los doce a?os ya no nos sucede nada importante¡±. Eso que fuimos tan profundamente dentro de lo que somos o creemos que somos. Tiene su magia, esos ¨¢ngulos cielgos y su inquietante misterio.
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