?lbum de cromos: Lilian Baylis
La dama que dirigi¨® el Old Vic era c¨¦lebre por su buen ojo, su avaricia y sus excentricidades
Lilian Baylis era una dama cockney que en 1912 se encontr¨® al frente del Royal Victoria Hall, un vetust¨ªsimo local junto a la estaci¨®n de Waterloo, pronto conocido como Old Vic. Amaba la m¨²sica tanto como detestaba el teatro, pero accedi¨® a que se representaran all¨ª obras cl¨¢sicas. Una noche de 1914, contar¨ªa luego, el mism¨ªsimo Shakespeare se le apareci¨® en un sue?o despu¨¦s de una funci¨®n no muy afortunada y le dijo: "?C¨®mo has permitido que mis palabras sean masacradas de tal modo?". Ella replic¨®: "No ha sido culpa m¨ªa sino de esos horribles actores". El Bardo dijo entonces: "En ese caso, debes encargarte de que no vuelva a suceder".
Dicho y hecho: entre 1914 y 1923 se represent¨® la obra ¨ªntegra de Shakespeare, comenzando por La doma de la brav¨ªa y acabando por Troilo y Cr¨¦sida. Seg¨²n los que la conocieron, miss Baylis era ferozmente avara: pagaba salarios de miseria y se neg¨® durante a?os a invitar a la cr¨ªtica o a anunciar las funciones en los diarios. A cambio, las entradas eran barat¨ªsimas, porque cre¨ªa que el Old Vic deb¨ªa abrirse a "las clases desfavorecidas", y fue infatigable a la hora de llamar a todas las puertas y solicitar ayudas de los poderosos.
Sus excentricidades se hicieron famosas: cocinaba salchichas en el escenario, sobre una estufa, durante los ensayos, y antes de cada estreno hac¨ªa que actores y t¨¦cnicos se arrodillasen para rezar "por el dinero y el ¨¦xito". Uno de aquellos actores era un joven de 26 a?os llamado John Gielgud, apenas conocido, que lleg¨® al Old Vic a finales de 1920 para protagonizar su primera temporada. ?Y menuda temporada! Con ensayos de apenas tres semanas y solo 13 funciones de cada t¨ªtulo interpret¨® a Romeo, a Antonio en El mercader de Venecia, a Ricardo II, Marco Antonio, Orlando en Como gust¨¦is y, broche de oro, Macbeth y Hamlet, convirtiendo al teatro de la se?ora Bailys en el lugar al que hab¨ªa que ir. All¨ª tambi¨¦n crecieron y se hicieron famosos Peggy Ashcroft, Sybil Thorndike, Edith Evans, Alec Guinness, Michael Redgrave, Maurice Evans y Ralph Richardson.
La se?ora Bailys ten¨ªa un gran ojo para los repartos y su tozudez era igualmente legendaria: tras el ¨¦xito internacional de Charles Laughton en La vida privada de Enrique VIII, consigui¨® que aceptara protagonizar en teatro el mismo personaje en la obra de Shakespeare. Dirigi¨® el Old Vic hasta su muerte, en 1937, y logr¨® reabrir el ruinoso Sadler¡¯s Wells en 1931, tras una campana de seis a?os. Tambi¨¦n levant¨® una compa?¨ªa de ¨®pera (que acabar¨ªa convirti¨¦ndose en la ENO, o sea, English National Opera), y una compa?¨ªa de ballet, dirigida por Ninette de Valois, que a su vez fue el germen del English Royal Ballet. Que el Bardo la guarde, milady.
Babelia
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