Documentos de la riada del 57, ahora rescatados, relatan situaciones id¨¦nticas a la tragedia de la dana
Las labores de reconstrucci¨®n de los pueblos afectados por las inundaciones del 29 de octubre sacan a a la luz archivos olvidados. ¡°Somos de los que sobrevivimos¡±, escribi¨® el alcalde franquista de Aldaia
¡°Me parece un material excelente¡±. Josep Vicent Boira, profesor y ge¨®grafo, manifiesta su sorpresa ante los documentos que han rescatado del archivo municipal de Aldaia los t¨¦cnicos del Instituto de Restauraci¨®n de la Generalitat Valenciana (IVCR). Es un espejo, un relato ponderado de lo sucedido en la dana del pasado octubre: falta de v¨ªveres, riesgo de epidemias, necesidad de limpieza sanitaria, de hogares para albergar a los que han perdido sus casas, de materiales para la reconstrucci¨®n, ropas para las familias, quejas veladas por el retraso en la asistencia¡
Lo incre¨ªble es que son documentos oficiales de hace casi setenta a?os. Se trata de una veintena de escritos fechados a finales de octubre y principios de noviembre de 1957, en los que el entonces alcalde de la localidad, Francisco Taberner Taberner, pone en conocimiento de las autoridades gubernativas el estado de la localidad tras la famosa riada de ese a?o que aneg¨® Valencia. Una inundaci¨®n que cambi¨® la ciudad, pero tambi¨¦n afect¨® a los pueblos de L¡¯Horta Sud, entonces menos densamente poblados que ahora.
En Aldaia, seg¨²n dice el propio alcalde en un escrito del 30 de octubre, ¡°como consecuencia del desbordamiento de la Rambla del Poyo¡±, se inund¨® toda la poblaci¨®n, ¡°llegando el agua a una altura de metro y medio en el interior de las viviendas¡±, si bien, como relataba en una carta anterior del 18 del mismo mes, ¡°gracias a Dios en esta poblaci¨®n no ha habido que lamentar v¨ªctimas y somos de los que sobrevivimos¡±.
Redactados con el lenguaje recargado y rimbombante de la administraci¨®n franquista, estos escritos son, en palabras de Boira, ¡°una se?al no atendida¡±, una advertencia desde el pasado que fue deso¨ªda y que podr¨ªa haber hecho que las terribles consecuencias de las inundaciones de octubre fueran muy diferentes. ¡°Aquello de que si no conoces la historia se vuelve a repetir¡±, comenta parafraseando al fil¨®sofo estadounidense de origen espa?ol George Santayana.
Voces del pasado
El legajo principal es una mina de recuerdos. Hay listados de familias de afectados, autorizaciones para el reparto de alimentos¡ Un escrito del 17 de octubre de 1957 del alcalde podr¨ªa redactarse tal cual hoy; s¨®lo hay que cambiar las fechas. ¡°El pueblo que es eminentemente industrial, se encuentra con las industrias completamente paralizadas por no poder trabajar a causa de los da?os producidos por las aguas en las maquinarias y dem¨¢s ¨²tiles de trabajo¡±.
¡°M¨¢xima urgencia¡±, ¡°situaci¨®n grav¨ªsima¡±, las expresiones son id¨¦nticas. Tambi¨¦n los reclamos de m¨¢s ayudas tienen su r¨¦plica en el pasado en una carta del 26 de octubre de 1957 al jefe provincial de Sanidad. ¡°Tengo el deber de poner en conocimiento de su superior Autoridad, que en esta poblaci¨®n es insuficiente la asistencia m¨¦dica, por el aumento bastante considerable de enfermos, por este motivo ruego a Vd. tenga a bien disponer se designen los sanitarios que estima, con el fin de que se atienda debidamente¡± [a los afectados].
En Feria Valencia se han habilitado diez mil metros cuadrados para albergar las labores de rescate de los bienes muebles afectados por la dana. Entre los m¨¢s abundantes est¨¢n los archivos municipales, parroquiales y judiciales de Alfafar, Aldaia, Massanassa, Catarroja, Paiporta, Picanya, L¡¯Alcudia, Ribarroja y Sedav¨ª.
Durante semanas, camiones militares han ido descargando centenares de cajas. Muchas de ellas, de documentos sin valor que han sido ya expurgados. Pero entre todas aparecieron tambi¨¦n documentos con aporte hist¨®rico, como estos escritos del alcalde Taberner. Remembranza de lo sucedido en esta poblaci¨®n de L¡¯Horta Sud, estaban olvidados en un bajo que fue anegado por la dana.
¡°Es m¨¢s imperdonable todav¨ªa¡±
Los legajos sorprendieron tanto a los t¨¦cnicos del IVCR como ahora lo hacen a Boira. ¡°Supongo que alg¨²n historiador o especialista lo deb¨ªa conocer; yo no ten¨ªa constancia de su existencia¡±¡±, comenta el profesor tras revisar las copias digitales que se han hecho de los mismos. ¡°Tiene una lectura que es m¨¢s imperdonable todav¨ªa desde el punto de vista de la administraci¨®n ya que revela su ineficiencia a lo largo del tiempo. Es que no tiene perd¨®n que pasara esto en el 57 y que no se haya hecho nada para solventarlo¡±, reflexiona el profesor.
De hecho, ¨¦sa es su actitud tras ver los documentos: la reflexi¨®n. C¨®mo conviene meditar hasta qu¨¦ punto es perniciosa ¡°la desaparici¨®n de la memoria hist¨®rica en la Administraci¨®n¡±. Porque si se hubieran tenido en cuenta estos documentos, si se hubiera actuado, el relato ser¨ªa muy diferente.
¡°Es normal que la gente lo olvide, pero¡ ?la Administraci¨®n? El problema es de ra¨ªz. ?Cu¨¢ntos ge¨®grafos trabajan en la Administraci¨®n? Si hubiera un cuerpo t¨¦cnico de la Administraci¨®n que trabajara para este tipo de interacciones entre el territorio y la sociedad¡±, se lamenta el profesor de la Universitat de Val¨¨ncia.
Viviendas con el nombre de un barranco (el de la Saleta), un conjunto de viviendas llamadas El Barranquet, las ense?anzas de estos textos olvidados habr¨ªan ayudado a afrontar de otra manera la cat¨¢strofe mucho antes de que se gestara. De ah¨ª la importancia que se le da a su preservaci¨®n.
Una tarea ingente
Tal y como explica la directora del IVCR, Gemma Contreras, la recuperaci¨®n de los documentos no ser¨¢ f¨¢cil. ¡°La naturaleza org¨¢nica de los materiales que componen los libros, legajos y documentos ha provocado una absorci¨®n de un 200% de humedad que debe ser eliminada¡±, explica. Para ello se ha extendido toda la documentaci¨®n en el espacio de Feria Valencia y se est¨¢ procediendo al secado con ayuda de ventiladores, hueveras que separan los bloques de documentos, papeles secantes y hasta envasadoras al vac¨ªo que aceleran el secado y corrigen la deformaci¨®n de los libros.
Los restauradores del IVCR, acompa?ados por los restauradores del Arxiu del Regne de Val¨¨ncia y el personal del servicio de archivos de la Conselleria, est¨¢n afrontando esta ingente tarea en colaboraci¨®n del Ministerio de Cultura y entidades como la Asociaci¨®n Valenciana de archiveros, o universidades como la Pablo de Olavide de Sevilla o la Polit¨¦cnica de Valencia. Su objetivo, que no se pierda la memoria que nunca se debi¨® olvidar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.