La comunidad del pueblo
Aunque uno se dirige contra la ¨¦lite pol¨ªtica y el otro contra un enemigo exterior, tanto el populismo como el nacionalismo comparten su oposici¨®n a la democracia liberal
?En qu¨¦ se parecen el nacionalismo y el populismo, los dos fen¨®menos que han hecho entrar en crisis al sistema democr¨¢tico espa?ol y europeo? Respuesta de Zanatta (historiador italiano especializado en Am¨¦rica Latina y sobre todo en Argentina): en todo, como las dos especies de un mismo g¨¦nero. Pero con una sola diferencia, en absoluto menor: si ambos buscan la unidad popular contra el enemigo del pueblo, el populismo se dirige contra la ¨¦lite pol¨ªtica como enemigo interior, mientras que el nacionalismo se esgrime contra fuerzas extranjeras como enemigo exterior. Pero las dem¨¢s caracter¨ªsticas son comunes, tal como fueron identificadas por Isaiah Berlin, en quien se inspira Zanatta, pudiendo resumirse su n¨²cleo duro en seis notas. 1)?Evoca la idea de una comunidad indivisa: el pueblo. 2)?Es m¨¢s antipol¨ªtico que apol¨ªtico. 3)?Condena la degradaci¨®n sufrida por el pueblo. 4)?Pretende regenerar la armon¨ªa originaria. 5)?Apela a la movilizaci¨®n mayoritaria de la soberan¨ªa popular. Y 6)?se activa cuando la sociedad atraviesa crisis conflictivas y disgregadoras, sean debidas a la recesi¨®n o al crecimiento, que anuncian el momento populista.
A partir de aqu¨ª se deducen ciertas propiedades como las m¨¢s relevantes, que Zanatta ilustra con ejemplos italianos (Mussolini, Berlusconi, Beppe Grillo), espa?oles (Falange, Franco, el nacionalismo catal¨¢n o vasco) y latinoamericanos (Per¨®n, Ch¨¢vez, los Kirchner). Aunque traten de recrear la supuesta comunidad originaria, son ideolog¨ªas solo surgidas en la modernidad tras la revoluci¨®n burguesa (1775, 1789), puesto que se basan en la soberan¨ªa popular. Pero a pesar de ello se oponen diametralmente a la democracia liberal de matriz ilustrada e individualista basada en el imperio de la ley. Antes al contrario, exaltan la comunidad popular a la que deben someterse leyes, individuos e instituciones. Y en esta misma l¨ªnea procuran la desintermediaci¨®n, es decir, la superaci¨®n, y a veces la supresi¨®n de todas aquellas instancias intermedias (como las ¨¦lites ilustradas o los partidos pol¨ªticos) que amenacen con impedir la relaci¨®n directa entre el pueblo y los ciudadanos. Aqu¨ª es donde aparece la figura del liderazgo representado por aquel outsider, ajeno a la clase pol¨ªtica convencional, que sea capaz de encarnar al pueblo identificado con su propia persona singular. En cambio, las ¨¦lites institucionales del establishment y, sobre todo, los pol¨ªticos partidistas profesionales representan el antipueblo, es decir, la casta usurpadora a la que expulsar del templo.
Excuso subrayar el claro paralelismo con el momento populistas que vive nuestro pa¨ªs, tanto en Catalu?a como en el resto de Espa?a, cuando se denigra a los representantes de los maldecidos partidos pol¨ªticos mientras se ensalza a los h¨¦roes civiles como Colau o Carmena, capaces de catalizar la confluencia de la sacralizada unidad popular. Pues si bien nacionalistas y populistas son beligerantes frente a la clase pol¨ªtica, contra la cual intentan despertar el antagonismo de la gente, tambi¨¦n pretenden reconstruir una imaginaria unidad popular en cuyo interior no caben los conflictos, las fracturas ni las divisiones internas (ambici¨®n que se corresponde mal con su propia tendencia al fraccionalismo fragmentador).Y para recrear imaginariamente esa m¨ªtica unidad sagrada de la sociedad civil, no dudan en celebrar toda una serie de ceremonias espectaculares (como las diadas del Onze de Setembre) que les caracterizan como una religi¨®n pol¨ªtica. Pues si la democracia representativa o liberal se articula mediante procedimientos formales, la democracia populista o participativa lo hace mediante acontecimientos rituales (en el sentido de Badiou), que act¨²an a modo de sacramentos destinados a concitar la comuni¨®n del pueblo.
El populismo. Loris Zanatta. Traducci¨®n de Federico Villegas. Katz. Madrid, 2015. 285 p¨¢ginas. 17 euros.
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